Porsche Carrera GT
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612 CABALLOS Y 330 KM/H
Si tienes una cuenta bancaria solvente de verdad y te apasiona la conducción deportiva, en Porsche están dispuestos a darte lo que necesitas a cambio de 390.000 euros de nada. Y es que el valor de las cosas es muy relativo, porque si bien desde un punto de vista ‘utilitario’ se trata de un precio desorbitado, puede que no lo sea tanto teniendo en cuenta la tecnología y las prestaciones que el ‘no va más’ de Porsche está dispuesto a ofrecerte. Eso sí, te aconsejamos que te des prisa en decidirte, porque solo se planea producir unas 1.500 unidades.
Han pasado más de tres años desde que lo vimos por primera vez en el Salón de París, en fase de prototipo, sin techo duro extraíble y con 54 caballos menos que la versión definitiva que estaba en Ginebra en 2003. Durante todo este tiempo se especuló con la posibilidad de que no llegara a fabricarse, pero tras superar algunas reticencias internas y después de sufrir intensos ensayos para demostrar su fiabilidad y la validez de las soluciones empleadas, ya hay un Carrera GT de producción definitivo.
El reclamo público más llamativo que se extrae es sin lugar a dudas la potencia de su motor V10, que con una cilindrada de 5,7 litros ofrece 612 caballos. No posee compresores ni turbos, toda la potencia se extrae de una alimentación a presión atmosférica y a pesar de ello supera con holgura la indicativa cifra de 100 caballos por litro de cilindrada. Una notable cantidad que alcanzan muy pocos coches de producción en sus mismas condiciones: BMW M3, Ferrari F-360, Honda S2000, Honda Civic Type R, Porsche 911 GT3, Toyota Celica / Corolla TS, y pocos más, entre ellos el todavía más exclusivo Ferrari Enzo.
La potencia máxima llega al régimen de 8.000 revoluciones por minuto, mientras que el par máximo es de 590 Nm. Con semejante poderío bajo el pedal la velocidad máxima que puede llegar a alcanzar este juguete es de 330 km/h, mientras que de 0 a 100 km/h se planta en 3,9 segundos, y si se sigue apretando el acelerador se llega a 200 en menos de 10 segundos.
Esta capacidad para generar prestaciones necesita una trasmisión a la altura, aunque no por ello se recurrirá a restrictivos sistemas electrónicos. En Porsche tenían muy claro que el conductor-tipo será un enamorado de la marca, con experiencia anterior en la conducción de coches de altas prestaciones y aficionado a sentir cómo llega la potencia a la carretera. Por tanto, la capacidad del Carrera GT para trasmitir con eficacia su elevado potencia al asfalto se debía basar únicamente en su excelencia mecánica.
La potencia llega a las ruedas traseras mediante una caja de cambios de seis velocidades que toma la fuerza del motor por medio de un novedoso embrague cerámico denominado PCCC (Porsche Ceramic Composite Clutch). Las ventajes de este sistema son su compacidad y duración, pues con un tamaño notablemente inferior al necesario con un embrague de fricción por ‘ferodos’, se consigue un óptimo comportamiento para un motor con la carga de par del que nos ocupa, y al parecer de forma más que satisfactoria.
El monocasco y los soportes de los trenes rodantes son de material compuesto reforzado con fibra de carbono, conformando un conjunto de una ligereza increíble, lo mismo que su resistencia a la torsión. Este elemento contribuye de forma esencial a facilitar una relación peso / potencia espectacular para las dimensiones del Carrera GT. Todo el monocasco pesa 100 kilogramos, y el secreto de su industrialización ya está patentado por Porsche. Este mismo material de extrema rigidez denominado CfK, se emplea también en las puertas, capós y aletas, además de otros elementos como el vano motor o los perfiles laterales de la carrocería. Los asientos por su parte están realizados con otro material compuesto, esta vez de fibras de aramida y carbono, logrando un peso de 10,7 kg.
Las dimensiones son 4,61 metros de largo, 1,92 m de ancho y 1,16 m de alto. Aunque la estructura es tipo spider, sin techo retráctil como ya se había visto en el prototipo de París, puede convertirse en un coupé de dos plazas fácilmente mediante dos piezas de carbono que caben en el maletero y pesan 2,4 kilos cada una.
Aunque los sofisticados motores V10 procederán de la fábrica de Zuffenhausen, el montaje del Carrera GT se realizará en la futurista fábrica de Leipzig, donde también se monta el SUV Cayenne. ¿Conseguirá la marca Alemana aplacar con este modelo la ira de los porschistas más acérrimos que visiten la espectacular factoría creada fundamentalmente para producir millares de todo terrenos?
Carlos Lera, Autocity.
23 Abril de 2003.