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EXITO ASEGURADO
BMW vuelve a convencer con su último modelo, el Compact. Su comportamiento es fabuloso, la calidad de acabados de primera y el atractivo de su carrocería no admite dudas, por lo que se convierte en uno de los compactos elitistas más deseados. La competencia lo tiene difícil, pues el Mercedes Sporcoupé es bastante más caro y el Audi A3 se ha quedado algo desfasado frente a nuestro protagonista. Por último, el Golf también puede ser un serio oponente, pero por un poco más dinero es posible conducir todo un BMW, una opción muy tentadora.
La unidad probada por Autocity representa el primer escalón de la marca bávara. Se le ha bautizado como 316 Ti, aunque tal denominación puede dar lugar a equívoco ya que su motor es un 1.800 cc. Evidentemente, con 115 cv las reacciones de este modelo no resultan explosivas, ni mucho menos, pero a sus mandos es posible experimentar el auténtico placer de conducir, placer al que se puede acceder por 3.760.000 pesetas.
Enrique Marco, Autocity.
10 de septiembre de 2001.
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
En el diseño de la carrocería del Compact BMW no ha querido arriesgar, exhibiendo así un frontal similar al de toda la Serie 3 (con la salvedad del doble faro independiente) y una parte trasera sin estridencias (sólo llaman la atención los faros carenados al estilo del Lexus IS 200). Por tamaño, con sus 4,26 metros de longitud y 1,41 metros de altura, el Compact es un poco más largo que un A3 o un Golf pero no tanto como un Sportcoupé. Por el contrario, la altura es idéntica a la del modelo de Mercedes pero inferior a la de los Audi y Volkswagen.
En el interior las diferencias todavía son menores respecto al resto de la Serie 3 y el conductor podrá disfrutar un salpicadero que originalmente pertenece a un automóvil de clase alta. Eso se nota, y la calidad de los materiales de todo el habitáculo y la completa información que muestra el cuadro de mandos le hacen desmarcarse del resto (sólo el Sportcoupé hace gala de unos acabados de tal categoría). En cuanto a habitabilidad se refiere, las plazas delanteras son fantásticas, cómodas y espaciosas, resultando la postura al volante sencillamente perfecta. De las plazas traseras no se puede decir lo mismo y, aunque dos adultos puedan viajar cómodamente, el espacio disponible no es como para tirar cohetes. Por último, el maletero está por debajo de la media en su categoría, quedándose la capacidad de éste en 310 litros.
El equipamiento de serie en materia de confort, y sobre todo de seguridad, es amplísimo, como corresponde a un automóvil de la marca BMW. Aún así, con la idea de poder personalizar el coche a gusto del comprador, se ofrece un amplio abanico de elementos opcionales como el navegador, la tapicería de cuero, el techo practicable… De serie, el 316 Ti incluye seis airbags delanteros, ABS, control de tracción, control de estabilidad, climatizador automático, volante y pomo de cuero, equipo de sonido integrado, telemando con cierre centralizado y diversas regulaciones de los asientos delanteros y del volante. Únicamente echamos en falta las llantas de aleación (114.000 pesetas) y el ordenador de abordo (50.000 pesetas).
CONDUCCION
BMW ha querido dotar a su modelo más joven de un comportamiento claramente deportivo. Como dato curioso podemos decir que el Compact se sirve ‘a la carta’, pero mientras que la mayoría de los automóviles vienen de serie con un tarado de suspensiones más bien burgués, y como opción (que se paga cara) existe la posibilidad montar unos amortiguadores más duros, BMW hace justo lo contrario, saliendo del concesionario con un equipo ‘superdeportivo’ y dejando como extra (sin sobreprecio) la suspensión más blanda. Hay que reconocer y alabar la valentía que BMW ha tenido a la hora de lanzar un modelo, que en teoría puede ser un ‘superventas’, con un planteamiento tan deportivo, aunque a nuestro juicio, la opción ideal hubiera sido montar de serie esta suspensión en el potente 325 Ti y dejar para el 316 Ti el tarado más conservador.
Una vez dicho esto, es fácil adivinar el comportamiento del BMW 316 Ti: va sobre raíles. Pocos coches se sujetan tan bien y ofrecen semejante nivel seguridad, pues el bastidor supera sobradamente al motor y, de esta forma, vernos en una situación delicada será prácticamente imposible. Como contrapartida, si queremos viajar relajadamente y la carretera no está muy cuidada, sufriremos en nuestros huesos las consecuencias del deterioro del asfalto. Algo que no consideramos imprescindible, dadas las excelentes aptitudes dinámicas del vehículo, pero que tampoco viene mal en firmes deslizantes y que sí se incluyen de serie, son los controles de estabilidad y de tracción. Los frenos, con ABS también de serie, cumplen sobradamente su cometido y detienen los 1.375 kilos del conjunto en escasos metros.
En el apartado de prestaciones el modelo de acceso a la marca bávara resulta discreto, que no lento, arrojando unas cifras oficiales de 201 km/h en velocidad máxima y de 10,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. En cuanto a consumos se refiere, los 5,3 l/100 km que necesita en carretera y los 9,5 l/100 km en ciudad (6,9 l/100 km como media) se encuentran entre los más contenidos de su categoría. En la práctica, su curva de potencia le otorga un comportamiento muy particular pues, aunque con 115 cv y 1.375 kilos no se pueden hacer maravillas, gracias al sistema Valvetronic y Doble Vanos la respuesta en el momento de pisar a fondo el pedal del acelerador es instantánea. De esta forma, con el 316 Ti se puede practicar una conducción relajada, sabiendo que en cualquier momento y a cualquier régimen de revoluciones el pequeño BMW responderá de forma viva y eficaz. Por el contrario, quien disfrute estirando los motores hasta el corte de encendido no tendrá en el Compact su coche ideal, ya que en alta no tiene nada de especial. Por último, el manejo del cambio es, como en todos los BMW, una maravilla, mientras que la suavidad de marcha y la insonorización del habitáculo se merece un sobresaliente.
Competidores
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