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IMPORTANTE PUESTA AL DIA
El modelo medio alto de la marca nipona ha sufrido una profunda remodelación, estrenando nuevos motores de gasolina incluido un 2.0 de inyección directa de gasolina (D4) y mejorando el 2.0 (D4-D) turbodiesel de inyección directa.
El Avensis mantiene una buena carrera comercial en el mercado europeo, tanto en sus versiones de 4 como de 5 puertas (a las que se añadirá un familiar). Pero los retoques practicados permiten subsanar algunos detalles, a la vez que actualizar su equipamiento (incluso con la introducción del control dinámico de estabilidad, VSC, de serie en el 2.0 gasolina de inyección directa) de modo que le permitan hacer frente mejor a la creciente competencia de su segmento.
Así, el nuevo Avensis, repitiendo las formas básicas del modelo conocido, adopta nuevos faros de efecto joya, nuevos paragolpes, grupos ópticos traseros rediseñados y nuevos detalles cromados (borde de la parrilla, botón de maletero, escape, etc). Por dentro hay ligeros retoques en asientos y salpicadero, con nuevos mandos de climatización y de la radio, integrada y con mandos al volante en toda la gama. La consola ha sido adaptada para equipar la pantalla multifunción del sistema de navegación opcional, hay nuevos revestimientos plásticos más oscuros así como nuevas tapicerías. Igualmente toda la gama dispone de ABS (con EBD y servofreno de emergencia BA), así como de llantas de 15 pulgadas de diámetro.
Tecnología
TECNOLOGIA
En la mecánica surgen tres nuevos motores de gasolina, todos multiválvula: un 1.6 de 110 CV como versión de acceso, rebajado en su consumo, un interesante 1.8 de 129 CV muy brillante (sobre la base del motor 1.8 de los Celica y MR2) y un nuevo 2.0 (D4) de inyección directa de gasolina de 150 CV que da un 17% más de potencia y un 12,4% más de par que el anterior dos litros mientras que reduce en un 7% su consumo promedio en ciclo combinado europeo (7,9 litros/100 km). En nuestro breve contacto, este motor que anuncia 210 km/h de velocidad máxima y 9,1 segundos de 0 a 100 km/h ha mostrado muy buenas maneras, aunque nos ha gustado más el 1.8 (con la conocida distribución variable VVT-i) que con sus 17,3 mkg a 4.200 rpm se muestra más elástico de lo que parece, con unas cifras igualmente muy brillantes (200 km/h de velocidad punta y 10 segundos de 0 a 100 km/h).
Pero el turbodiesel D-4D sigue siendo el motor estrella de la gama, con su inyección directa mejorada ahora por la adopción de un colector común de admisión, que aunque no mejora su rendimiento (110 CV) lo hace bastante más silencioso, gracias también al mejor aislamiento actual de esta mecánica. Con 195 km/h y 11,4 segundos de 0 a 100 km/h, no tiene nada que envidiar a sus hermanos de gasolina, y su consumo 5,9 litros/100 en promedio combinado sigue siendo imbatible. Como nota curiosa, es el único que mantiene la distribución por correa dentada, ya que los motores de gasolina vuelven a la tradicional distribución por cadena.
En cuanto a comportamiento, Toyota ha mejorado la suspensión trasera modificando el soporte superior de anclaje de los amortiguadores y adoptando nuevos muelles, junto a una estabilizadora algo más gruesa. El resultado es un mayor aplomo de marcha con un eje trasero menos sensible a los cambios de apoyo. Los frenos son ahora discos en ambos ejes para todas las gamas, ventilados de doble bombín delante y macizos de bombín simple detrás. Ya a la venta en nuestro mercado, su precio (de 2,7 a 4 millones, según versiones) es similar al del anterior modelo, apenas incrementado en función del superior equipamiento de que disponen.