Mercedes Clase B 200 CDI

Prueba a fondo del Mercedes Clase B 200 CDI

El nuevo Clase B sigue siendo un monovolumen mediano que en su segunda generación adopta características de turismo compacto sin perder ni un ápice de su pedigrí Premium

Las dimensiones del nuevo Mercedes Clase B experimentan un crecimiento notorio en relación al anterior Clase B. Con una longitud de 4,36 metros, este Mercedes ha crecido 9 cm en relación a su antecesor, además es más ancho (pasa de 1,77 a 1,80 metros) y lo más notorio es la rebaja de cinco centímetros en la altura (1,55 m), más acorde con la de turismos compactos que con la de monovolúmenes

En el diseño de la zaga del nuevo Mercedes Clase B lo más llamativo es su línea de techo tensada hacia la parte trasera, donde se esculpe un discreto alerón sobre un portón trasero de grandes dimensiones que facilitan las maniobras de carga.

Entre los rasgos que incremtan ese carácter más juvenil y moderno que desprende el nuevo Mercedes Clase B destacan: una nueva parrilla, faros de xenón con LED para iluminación diurna y paragolpes deportivo con aperturas de refrigeración y luces antiniebla.

Los faros traseros del nuevo Clase B ofrecen unas proporciones de horizontalidad que alcanzan el lateral del vehículo, acentuando así un aplomo que el anterior Mercedes Clase B no tenía.

En el interior del nuevo Clase B todo está realmente cuidado: excelentes materiales e impecables ajustes; encontrar alguna tacha a sus terminaciones es complicado más allá de gustos o fobias personales. Incluso en la unidad de prueba de Autocity.com pudimos disfrutar de detalles artesanales como una moldura de madera cubriendo por completo la zona central del salpicadero.

Entre los detalles de mayor sofisticación del nuevo Mercedes Clase B destacan las esferas de ventilación (tres en la parte alta de la consola central y dos en los laterales) inspiradas en el diseño de las hélices de un avión y la pantalla flotante (de dos tamaños, 14,7 ó 17,8 cm, según acabado) gestionan con un selector circular sobre el túnel de transmisión. Esta pantalla flotante no es retráctil.

En el puesto de conducción del nuevo Mercedes Clase B nos encontramos con una posición realmente baja, más típica de turismo que de monovolumen. Los asientos, forrados en piel y con ajustes manuales, son a los que te adaptas en lo dura un suspiro: es fácil encontrar una postura agradable, su mullido alivia el paso de los kilómetros, y las sujeciones laterales en banqueta y respaldo son efectivas.

Las plazas traseras del nuevo Mercedes Clase B se benefician de un óptimo acceso por el ángulo de apertura y el tamaño de las puertas, por un correcta altura hasta el techo, y porque la banqueta se puede desplazar longitudinalmente 14 centímetros para que los ocupantes traseros puedan estirar sus piernas más holgadamente.

Precisamente, el maletero del nuevo Clase B se beneficia de la modularidad de la fila trasera, variando el tamaño del cofre del maletero entre los 486 y 666 litros, pudiendo incluso superar los 1.500 litros de capacidad de carga máxima si abatimos los respaldos traseros formando una superficie de carga que no es completamente plana.

El motor que toma la batuta en este Mercedes Clase B 200 CDI es un bloque de cuatro cilindros más pequeño de 1.8 litros, inyección directa por common rail y sobrealimentado por turbocompresor, incluyéndose de serie en toda la gama la tecnología BlueEFFICIENCY  que destaca por el rápido y efectivo sistema ECO de parada y arranque automático del motor: con él, nuestro consumo mixto real fue de 5,8 l/100 km (4,4 homologados). En esta ocasión, el 200 CDI equivale a una potencia máxima de 136 cv (a 3.600 rpm) y una entrega del par motor máximo de 300 Nm a muy bajo régimen que le otorgan una respuesta casi inmediata al hundir el pie en el acelerador. 

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