Un motor central en arquitectura boxer. Esto tiene una larga tradición en Porsche. Y es mucho más: una leyenda. De hecho, una de las más famosas es el 550 Spyder. Su propulsor, en combinación con una inteligente arquitectura ligera, proporcionaba una extraordinaria agilidad y dinámica en curvas. La consecuencia: incontables victorias en los circuitos de competición más famosos del mundo. En los años sesenta el 718 RS 60 Spyder prosiguió la victoriosa senda de los automóviles deportivos de motor central. Tanto en las carreras de montaña como en las carreras de larga distancia.