Con la vuelta al ‘cole’
En cuanto a las normas y condiciones técnicas que deben cumplir éste tipo de vehículo se encuentran:
– No rebasar los 16 años de antigüedad contados desde la matriculación del inicio del correspondiente curso escolar.
– Tiene que ir señalizado con el indicativo de transporte escolar en la parte anterior y posterior del vehículo.
– Debe superar una inspección técnica anual, si tiene menos de 5 años, y semestral en caso de superar tal antigüedad.
– Debe contratar un seguro obligatorio y un seguro complementario que cubra sin limitación alguna de cuantía la responsabilidad civil por daños y perjuicios sufridos por los ocupantes.
– La empresa a la que pertenece tiene que contar con una autorización especial de transporte escolar.
El piso del vehículo no puede ser deslizante y los bordes de las escaleras deben ser de colores vivos. En las salidas de emergencia se tiene que poder leer de manera clara y visible, desde el interior y exterior, la expresión “Salida de emergencia” o “Salida de Socorro”.
Las puertas del autobús sólo podrán ser operadas por el conductor, y la abertura de las mismas deberá ser señalizada con las luces de emergencia (puesta en funcionamiento de los todos los intermitentes). Las puertas de servicio disponen de barras para facilitar las operaciones de subida y bajada.
En cuanto a los asientos, es importante resaltar el uso del cinturón. Los asientos ubicados frente a huecos de escalera, o aquellos que no estén protegidos por el respaldo de otro, deben contar con un elemento fijo de protección. Si estos asientos van ocupados por niños de cinco a once años, los cinturones tendrán tres puntos de anclaje y dispondrán de cojines elevadores.
Si los niños van caminando al colegio, deben ir acompañados de un adulto que les enseñará a cruzar siempre por los pasos de peatones, mirando a ambos lados de la calzada, a prestar mucha atención a la hora de cruzar la calle, para que no salgan corriendo, saltando o jugando, pues corren el riesgo de caerse en medio de la carretera. Cuando caminen por la acera, el niño debe ir por el lado interno, lo más alejado posible de los bordillos, prestando atención a las entradas y salidas de los garajes.
Nunca se debe caminar entre vehículos estacionados, el riesgo de un accidente es alto, ya que la visibilidad es reducida tanto para los peatones como para los conductores, debido a que su campo de visión abarca sólo 120º.A una velocidad de 50 km/h, un niño de 20 kilos de peso que viaje sin ningún tipo de sujeción, se golpearía contra el parabrisas con una fuerza equivalente a 500 kilos