En la carrera en Silverstone los monoplazas del británico Lewis Hamilton (Mercedes), del brasileño Felipe Massa (Ferrari), del francés Jean Eric Vergne (Toro Rosso) y de los mexicanos Sergio Pérez (McLaren) y Esteban Gutiérrez (Sauber) sufrieron un reventón que desintegró casi por completo uno de sus neumáticos traseros.
Las críticas a Pirelli empezaron con los primeros grandes premios de la temporada, cuando sus compuestos tenían una degradación mucho más acusada que en la anterior temporada, salvo en equipos como Lotus y Ferrari que ofrecían un mejor rendimiento.
Las principales quejas vinieron por parte de Red Bull y Mercedes, que solicitaron un cambio inmediato por parte de Pirelli ante sus problemas de degradación con las ruedas. Aunque en un principio la firma italiana anunció que realizaría modificaciones, finalmente las descartó al no poder llevarlas a cabo esta temporada.
Sin embargo, aquellos problemas iniciales se han quedado casi en anécdota ante la sucesión de ruedas reventadas en el gran premio británico, ya que además de las sufridas en carrera también se produjo otra en la tercera sesión de entrenamientos, también en el monoplaza de Sergio Pérez.
Precisamente Pérez cargó duramente contra Pirelli tras la carrera, al asegurar que se trataba de un hecho ‘inaceptable’ y que los pilotos estaban arriesgando sus vidas, además de instar a la firma italiana a corregir el problema ‘antes de que suceda algo grave’ a algún piloto.
En la misma línea crítica se mostró otro de los afectados por la explosión de un neumático, Hamilton, quien también consideró que lo sucedido en Silverstone fue ‘algo totalmente inaceptable’, además de apuntar que ‘sólo cuando alguien se lastime se hará algo al respecto’.
Desde Pirelli, su director de la sección de Fórmula Uno, Paul Hembery, aseguró que el problema con el que se encontraron en Silverstone era diferente a los de principio de temporada y que antes de dar una explicación debían reunir y analizar todas las pruebas posibles para solventar el problema.
Así, la polémica en torno a Pirelli ha restado protagonismo a la competición, en la que el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), pese al abandono en Silvertone, sigue líder con una ventaja cómoda de 21 puntos respecto al español Fernando Alonso, segundo en la clasificación.
Sin embargo, a pesar de que Alonso recortó las diferencias en la clasificación con respecto al líder del Mundial, en Gran Bretaña Ferrari confirmó haber dado un paso atrás en la evolución del coche, mientras que Red Bull y Mercedes han mejorado sus monoplazas.
De hecho, tanto Hamilton como Rosberg presentaron sus credenciales en Silverstone para sumarse a la lucha por el campeonato, ya que parece que Mercedes ha subsanado el grave problema de degradación de sus ruedas que sufría en las primeras carreras del Mundial.
Por el contrario, las dificultades que tuvo Ferrari en la sesión de clasificación del sábado en Silverstone, con un coche fuera de la Q3 y el otro en la última plaza en esa ronda definitiva para la formación de parrilla, dejan a la escudería de Maranello en una situación delicada antes de acercarse al ecuador del Mundial.
Además, la próxima carrera, en el circuito de Nüburgring alemán, se disputa con tan sólo siete días de diferencia con respecto a la de Inglaterra, por lo que la escudería italiana podría encontrarse con las mismas deficiencias al tratarse de un coche sin apenas cambios.
El próximo miércoles se reunirán en el Nürburgring germano representantes de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y de Pirelli para analizar los numerosos problemas vividos durante el Gran Premio de Gran Bretaña.