Bajo el lema ‘¿Fórmula Uno? Las personas primero, no a los recortes’, los manifestantes -5.000 según los organizadores y unos 400 según fuentes oficiales- han iniciado una marcha que ha transcurrido sin incidentes, siguiendo un recorrido que fue autorizado por el Tribunal Superior de Justicia valenciano el pasado viernes.
El tribunal estimaba hace dos días el recurso de UGT e Intersindical contra la decisión de la Delegación del Gobierno de modificar el recorrido de la manifestación, que finalmente ha partido de la plaza de Zaragoza y ha finalizado en la calle de la Industria, en las inmediaciones portuarias del circuito.
En declaraciones a Efe, el portavoz de Intersindical, Vicent Mauri, ha valorado el respaldo judicial a esta convocatoria sindical, que interpreta a su vez como ‘un varapalo’ a la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León.
La finalidad de esta marcha ha sido la ‘poner en evidencia la contradicción’ de que mientras unos ‘están de fiesta y celebrando por todo lo alto la Fórmula Uno, miles de personas ven peligrar su puesto de trabajo’, ha explicado.
Más allá de la pérdida de su empleo, ha incidido, los valencianos están sufriendo el deterioro en la prestación de servicios públicos como la educación o la sanidad.
Mauri ha asegurado que eventos como la Fórmula Uno ‘no dan dinero a la ciudad, sino lo contrario: la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia tienen que poner dinero’.
Al final de la protesta, se ha leído un manifiesto que, en esa misma línea, ha denunciado que en un momento ‘de profunda crisis económica’ el Gobierno valenciano destine sus recursos a eventos que ‘no generan ni riqueza ni ocupación’.
Otros ejemplos de esta política son, según los sindicatos, el aeropuerto de Castellón, la Ciudad de las Artes y las Ciencias o la Ciudad de la Luz de Alicante, actuaciones que han llevado ‘a una situación muy complicada desde el punto de vista económico’.