Toyota Land Cruiser D4-D VX

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UN ‘SEÑOR MOTOR’

El anterior Land Cruiser con el motor turbodiesel de 125 CV ya era un magnífico todo terreno, equilibrado y fácil de conducir. Con la llegada del propulsor de 163 CV este vehículo japonés ha ganado muchos enteros.
Toyota ha desarrollado una nueva familia de motores turbodiesel con los últimos adelantos técnicos disponibles, como son la inyección directa con el sistema ‘common-rail’ y las culatas de cuatro válvulas por cilindro. La versión más pequeña, de 90 CV, la ha incorporado en el Corolla, la intermedia de 110 CV la emplea en el Avensis, mientras que la más potente, la de 163 CV, es la que monta el Land Cruiser objeto de esta prueba, uno de los líderes de su segmento.

Interior

INTERIOR

Su interior resulta muy agradable. Se han empleado materiales robustos y resistentes para evitar su deterioro temprano, pero sin renunciar a detalles de calidad y de lujo como las inserciones en madera ( disponibles sólo en las versiones VX más completas), el equipo multifunción con inclinómetro, y un sinfín de datos, que permiten tener controlada la situación en todo momento mediante la pantalla que ofrece situada en la parte central superior de la consola central.
Pese a tratarse de la versión con carrocería corta, el espacio interior está muy bien logrado para sus dimensiones exteriores. La distancia entre las dos filas de asientos es más que razonable, pero lo más importante es que dispone de un amplio maletero sin necesidad de abatir los asientos, algo que por supuesto se puede hacer.

Motor

MOTOR

Se trata de un propulsor magnífico, no sólo por su potencia máxima sino, sobre todo, por su elasticidad y por su entrega de par desde muy pocas vueltas. Y todo ello con unos consumos muy ajustados, si tenemos en cuenta que el coche pesa en vacío casi dos toneladas (1.965 kg).
La versión probada en esta ocasión incorpora además la opción del cambio automático. Una opción que tiene sus amantes y sus detractores, pero que ofrece un buen funcionamiento pese a tratarse de un cambio tradicional, si lo comparamos con algunos de sus rivales más directos. Y es, quizá, éste uno de los pocos puntos débiles de los nuevos productos de la marca japonesa líder: el cambio de marchas en su versión automática, cuando su gran rival Mitsubishi ofrece cambio automático con manejo secuencial, en el caso del Toyota es un automático normal de cuatro marchas.

No obstante, el cambio automático en este Land Cruiser lleva asociados dos sistemas muy interesantes, que ofrecen mayor seguridad y una facilidad de conducción innegable. En condiciones normales el Land Cruiser con el cambio manual incorpora la posibilidad de bloquear el diferencial central y el trasero. En el automático sólo se puede hacer con el central para que en condiciones difíciles, con una rueda patinando, se pueda bloquear de forma que el 50% de la potencia vaya sobre cada eje, lo que da posibilidades de salir airoso de una situación apurada.

Seguridad

SEGURIDAD

En segundo lugar destacamos que el vehículo incorpora un control de tracción, que dado la potencia y par de este motor resulta muy interesante. Este sistema permite enviar a cada rueda el par necesario para optimizar su funcionamiento, siempre que con anterioridad se produzca una pérdida de tracción. Entonces, se ilumina un indicador en el tablero que nos indica que está funcionando este control de tracción, que de forma muy eficaz soluciona el problema.

Por el contrario hay otra ayuda electrónica, el control de estabilidad, que aunque funciona perfectamente, al no ser desconectable, limita mucho a los puristas del todo terreno su capacidad para decidir cómo quieren ir por una pista o por una zona de carretera. Este sistema funciona de manera que, cuando detecta una velocidad excesiva en una curva o una posible pérdida del control del vehículo, reduce de forma inmediata la cantidad de potencia entregada a las ruedas para evitar peligros. Un sistema que puede ser bueno en alguna circunstancia, pero que hace que cuando estemos tomando una curva y tengamos la situación bien controlada, si el sistema electrónico del vehículo piensa lo contrario reduzca la velocidad de forma rápida.
En cuanto a la caja de cambios, es de cuatro marchas y ofrece un buen funcionamiento, aunque no está, como comentábamos antes, a la altura de los cambios secuenciales. Eso sí, permite sacar el mejor rendimiento de un motor que es una verdadera maravilla para una utilización campera. Además este cambio tiene la posibilidad de arrancar en segunda cuando estamos en una zona deslizante con nieve o hielo. Para hacerlo hay que presionar un botón situado en la parte delantera de la palanca de cambios.

Conducción

CONDUCCION

Este Land Cruiser ofrece un magnífico comportamiento en carretera y no digamos en pistas, y tiene unas grandes posibilidades camperas para superar obstáculos y zonas trialeras. En carretera conviene tener en cuenta que corre bastante y que con los 2.000 kilos que pesa hay que recordar que tenemos que ir a una velocidad a la que seamos capaces de detenerle ante una emergencia. Pero el empleo de un sistema de tracción permanente a las cuatro ruedas hace que aunque se puede ir muy deprisa con él la seguridad que ofrece es muy buena.
Por lo que se refiere a su utilización en buenas pistas, el vehículo se muestra muy noble en todo momento, aunque conviene destacar que para nuestro gusto lleva demasiado neumático. Con este Land Cruiser se puede ir también muy deprisa por este tipo de terreno. Las suspensiones y la gran cantidad de neumático filtran perfectamente las irregularidades del terreno y proporcionan a los ocupantes un confort de marcha más que razonable para un todo terreno de los de verdad. Además, cuando se empieza a perder el control por ir demasiado deprisa en este terreno, aparecen de forma inmediata las ayudas electrónicas a la conducción que vuelven a poner el coche en su sitio.

Está demostrado que son muy pocos los conductores de vehículos todo terreno que ponen a su coche en dificultades por circular por sitios difíciles. Pero incluso para estos conductores aventureros, este Land Cruiser ofrece unas magníficas posibilidades. Su casi perfecta capacidad de tracción y los ángulos de ataque y salida le permiten salir casi de cualquier situación apurada.

Precio

PRECIO

Queda por comentar sólo un aspecto, el de su precio (sobre 6,6 millones de pesetas, ya que además del cambio automático es obligatorio el techo solar eléctrico). Y en este caso nos parece demasiado elevado, claro que se trata de un TT de lujo. La diferencia de precio entre las versión D4-D con el cambio manual y sin control de tracción y la probada en este ocasión es de casi 800.000 pesetas. Además por 6,5 millones de pesetas se pueden encontrar otros todo terreno muy interesantes dentro de este segmento. Por el contrario, el que sí nos parece muy bueno por su relación calidad precio es la versión manual con el equipamiento básico, el GX,que por 5 millones de pesetas proporciona un coche muy eficaz, con un motor impresionante y unas posibilidades camperas más que aceptables.

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