Skoda Yeti 4×4 DSG

Hat-trick

El grupo Volkswagen tiene en su marca Skoda, de origen checo, un baluarte de sofisticación, calidad y precios competitivos dentro de diferentes y reñidos segmentos. Por ejemplo, el de los SUV compactos, donde Skoda se adentró por primera vez con su modelo Yeti en otoño de 2009, y que ahora, un año más tarde, asocia a su motor superventas 2.0 TDI de 140 cv con su ya emblemático cambio automático DSG de seis velocidades y a la tracción total 4×4, con dos acabados distintos: el Ambition (32.210 euros) y el Experience (33.650 euros).
El nuevo Skoda Yeti 4×4 y DSG se comercializará con otro de los iconos de la casa VAG, el motor diésel de dos litros 2.0 con alimentación common-rail de 140 cv de potencia a las 4.200 rpm y con un generoso par de 320 Nm en un giro de motor entre las 1.750 y 2.500 revoluciones por minuto. Aunque la mayor demanda del Yeti la reciben las motorizaciones asociadas a la tracción delantera 4×2, desde el seno de Skoda apuntan a que este tres en uno con un precio sin igual en el mercado puede ser una nueva vía de ventas del primer SUV real de Skoda, ya que antes del Yeti, era el Scout, con su particular estética campestre, el que ocupaba esa franja del mercado.
El sobreprecio, ahora, con el cambio automático de doble embrague DSG es de 3.000 euros, comparándolo con el mismo acabado con caja manual. La cifra no es una broma, pero ya hemos hablado en numerosas pruebas y en diferentes modelos, que quizá el DSG sea el mejor invento de la casa alemana en toda su historia, o por lo menos en los últimos años, siendo calificado como la mejor transmisión automática del mercado, únicamente por detrás del PDK de Porsche y el automático F1 de Ferrari. El DSG también se incluirá próximamente en el motor de dos litros diésel en su variante de 170 cv de potencia. La otra pata de la mesa es la tracción total, que viene acompañada del conocido embrague multidisco Haldex.
Como ya comentamos en las diferentes pruebas con el Yeti (2.0 TDI y 1.8 TSI), estamos ante un SUV muy justo para abordar pistas sin asfaltar. No incorpora reductora y su única función específica para atravesar caminos es el control de descenso (de serie en los acabados anteriormente mencionados), dotando al Yeti de un mayor agarre y adherencia en la conducción off road.
Con esta configuración, el Yeti 2.0 TDI alcanza una velocidad punta de 187 km/h, un sprint de 0 a 100 km/h de 10,2 segundos y unas emisiones de CO2 de 169 gramos. Esas cifras son ligeramente peores que las del modelo con cambio manual, 190 km/h, 9,9 segundos y 159 g/km.
En cuanto al equipamiento de serie de este Yeti 4×4 DSG, incluye airbags delanteros, laterales de rodilla y de cortina ; ABS con ESP, faros antiniebla delanteros, sistema VarioFlex, cierre centralizado con control remoto, barras en el techo y aire acondicionado, además de RadioCD con MP3, control de velocidad y llantas de aleación de 17 pulgadas.

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