Centenario de Rolls-Royce

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Rolls Royce (1904-2004) 100 años de lujo

La historia de Rolls-Royce tiene en sus comienzos un bonito relato propio de un serial al estilo ‘Hombre rico, hombre pobre’. Charles Rolls nació en 1877 en el seno de una familia aristócrata. Estudió en Cambridge sobre mecánica, y pronto descubrió su pasión por los motores, participando en carreras de motocicletas y de automóviles a principios del siglo XX; aunque su posición de privilegio le permitió también vivir a lo grande, sin tener que atender demasiado el concesionario de la marca Panhard que poseía en Londres.

  Por su parte, a Henry Royce le tocó otro tipo de infancia, al ser hijo de una familia de clase obrera. De niño ya se dedicaba a repartir periódicos en Londres, y a sus 14 años trabajaba de aprendiz de mecánica, y por las noches estudiaba álgebra y francés. Pronto demostró su talento, y a los 21 años montó su propio negocio de grúas eléctricas en Manchester, con un capital de 70 libras. En 1894, cuando Royce ya había realizado brillantes trabajos, conducía un Decauville francés de 10 cv, con el cual no parecía muy contento, por lo que decidió construir uno coche por él mismo sobre la base del Decauville.
Tras invertir 138 libras y cambiar casi todas las piezas, en 1904 Henry Royce circulaba ya con su propio coche, y pronto construyó dos unidades más para sus socios. Cuando Charles Rolls conoció a Henry Royce quedó impresionado por su coche, y le propuso vender a través de su concesionario todos los coches que Royce pudiera construir. Así pues, en diciembre de 1904 se presentó el primer coche llamado Rolls-Royce, que no era otro que el ideado por Royce sobre la base de su Decauville.
Enrique Marco, Autocity
28 de enero de 2004

Primeros
modelos

PRIMEROS MODELOS

Al primer modelo de 1904 de dos cilindros y 2 litros de cilindrada le siguieron uno más potente de tres cilindros, 3.000 cc y 15 cv; y después otro modelo de 6 cilindros y 30 cv, el cual ya empezó a estar mejor visto por el público. En esos años, entre 1905 y 1906, Rolls-Royce participó en competición en el Tourist Trophy de la Isla de Man, cosechando en su segundo año importantes éxitos, lo que repercutió positivamente en la imagen de la marca.
En el Olympia Motor Show de 1906 se presentó el modelo 40/50 cv de seis cilindros -aunque Rolls-Royce ya trabajaba el desarrollo de motores V8- y su crítica fue fabulosa. Con él Rolls llegó a competir en Estados Unidos, venciendo en Yonkers (Nueva York). Este modelo se llegó a considerar el más refinado y efectivo del mundo, y poco después se le vistió con una carrocería de aluminio brillante que le daría su nombre: el Rolls-Royce Silver Ghost. Estuvo a la venta hasta 1925, y alcanzó las 6.173 unidades vendidas, una cifra muy importante para la fecha que corría

Pero cuando el éxito del Silver Ghost posicionaba a la marca británica en un lugar de privilegio, Charles Rolls dejó las carreras de coches para dedicarse a volar. En una de sus hazañas, el 12 de julio de 1910, a los 32 años de edad, Rolls perdía la vida en accidente de vuelo.
Durante el año 1911 se evolucionó el Silver Ghost, incrementando la cilindrada hasta los 7.428 cc y la potencia hasta los 58 cv. Con el éxito de este modelo la empresa creció, por lo que hubo que construir una factoría en Derby. La firma británica comenzó su expansión, y en 1913 el Marqués de Salamanca se hizo ?importador de Rolls-Royce para España. Además, en ese mismo año el marqués participó en el Gran Premio de España, alzándose con la victoria por delante de Eric Platford, ambos al volante de sendos Rolls-Royce.

Primera
Guerra Mundial

PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Cuando Gran Bretaña entró en la primera guerra mundial, en 1914, la compaa fue requerida para la construcci?n de motores para aviones. No obstante, la fabricación de vehículos no cesó, ya que también se necesitaban ambulancias y coches blindados. Tanto el rendimiento de los coches de guerra como el de los aviones fue reconocido, incluso el mismo Winston Churchill no escatimó elogios al hablar de los motores de avión Rolls-Royce.
Tras la guerra las circunstancias hicieron que Rolls-Royce inciara la comercialización de un coche más asequible. Fue en 1922 cuando salió el 20 cv, con motor de seis cilindros y 3.127 cc. Este modelo costaba un 40% menos que el anterior, aunque seguía ofreciendo unos buenos valores de calidad. Se construyeron 2.940 unidades. En 1921 se abrió una planta de producción en América, concretamente en Springfield, Massachusetts. Sin embargo fue mal momento, ya que tras el crack de Wall Street se tuvo que cerrar la fábrica en 1931.

En 1925 se inció la serie Phantom. Primero el New Phantom, que después se llamaría Phantom I. Después llegarían los Phantom II de 1929 y el Phantom III de 1936. Este último representaba fielmente el mayor nivel de lujo, y montaba un motor V12 de 7.340 cc, con el que podía alcanzar una velocidad máxima de 146 km/h. En la década de los 30 acontecieron dos hechos importantes en la historia de la compañía. Por una parte, en 1931 Rolls-Royce adquiere Bentley Motors, y por otra, en 1933, a los 70 años de edad muere Henry Royce.

Tras
la 2ª guerra

TRAS LA 2ªGUERRA MUNDIAL

Tras la muerte de ambos creadores, Ernest Hives, que entró a formar parte de Rolls-Royce en 1906, tomó el mando de la marca. La paz retornó a Gran Bretaña en 1945, pero aún así la factoría de Derby continuó con la fabricación de motores para aviones. En la creación de automóviles, Hives decidió modernizar su construcción, y tomó el método de Robotham, quien había estudiado en América las nuevas técnicas de fabricación. Entre otras cosas nació una nueva serie de motores denominada ‘B’, y que se aplicaba a los cuatro, seis y ocho cilindros como B40, B60 y B80 respectivamente.
El motor B40 no se llegó nunca a montar en un Rolls-Royce de producción, ya que la marca requería unos mayores niveles de refinamiento. Tras la segunda guerra salió el Silver Wraith -de 1947 a 1959- con motor de seis cilindros y 4.887 cc, y posteriormente el Silver Dawn -de 1949 a 1955- con motor también de seis cilindros pero con 4.257 cc.

La segunda mitad del siglo XX comenzó con el Rolls-Royce Phantom IV como protagonista, un exclusivísimo modelo de que sólo se fabricaron 18 unidades destinadas a altas personalidades. Tampoco se fabricaron grandes series de los siguientes y últimos Phantom, los V y VI, todos ellos con motor V8.
Los Silver Cloud sí que supusieron un mayor número de ventas para la marca británica, pues de las tres series que construyeron, entre 1955 y 1966, se vendieron más de 2.000 unidades de cada una de ellas. Esta serie trajo consigo una considerable evolución a nivel de suspensiones, frenos, dirección, etc; y también en prestaciones, pues con los 185 cv del Silver Cloud III se podían alcanzar casi 190 km/h.
Y de los Silver Cloud a los Silver Shadow, la primera serie de 1965 a 1976 y la segunda de 1977 a 1981. Los Silver Shadow montaban un motor V8 derivado de la anterior generación, pero el chasis era totalmente nuevo, adoptando éstos la construcción monocasco. La potencia llegó a los 220 cv. La evolución general de las ventas de automóviles hizo que de los Silver Shadow se vendieran ya un número importante de unidades (34.611)

Tiempos
modernos

TIEMPOS MODERNOS

En 1980 Rolls-Royce Motors se fusionó con Vickers. En esos años hacía furor el Rolls de dos puertas: el Corniche (de 1971 a 1987), el cual estaba en opción de techo duro o descapotable. También gustó especialmente al público el Camargue, un coupé diseñado por el italiano Pininfarina del que se construyeron 525 unidades. A raíz de la fusión con Vickers nacieron los Silver Spirit y Silver Spur, los cuales han ido evolucionando hasta finales de los años 90.

Pero el gran cambio de rumbo se produjo en julio de 1998 cuando Rolls Royce y Bentley se separan. En ese momento el Grupo Volkswagen adquiere Bentley, mientras que Rolls-Royce va a parar a las manos del Grupo BMW. De este modo, nace el Silver Sheraph en 1998, con el potente motor BMW de 12 cilindros en V y 5,4 litros de cilindrada. De este modelo se construyeron 1.570 unidades y estuvo a la venta hasta 2001.
Actualmente, Rolls-Royce rescata una denominación mítica para su modelo de hoy, el Phantom, un automóvil que salió al mercado en el año 2003, que se fabrica en la nueva planta de Goodwood y del que se llevan construidas 500 unidades. El Rolls-Royce Phantom 2003 representa la máxima expresión del lujo. Monta un motor BMW V12 de 5,3 litros de cilindrada y 460 cv de potencia. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, pesa 2.485 kilos y puede llegar a una velocidad máxima de 240 km/h. Su precio es de 441.161 euros.

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