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UNICO EN SU ESPECIE
En un momento en el que la globalización parece imponerse y, por tanto, cada vez los coches son más parecidos y con menos personalidad, es gratificante observar como resurgen marcas como MG y se lanzan al mercado con atrevidos y excitantes productos como el ZS 180.
El más radical de la nueva gama MG es un automóvil que no tiene competencia directa en nuestro mercado. En todo caso, el que más cercano es el Skoda Octavia RS, de similar potencia y vestimenta deportiva pero algo más grande, más caro y de comportamiento menos deportivo. En resumidas cuentas, el MG ZS 180 es una berlina sin concesiones, que cuenta con un bastidor casi ‘de carreras’, un motor de sobrada potencia y una carrocería que no pasa desapercibida.
Enrique Marco, Autocity.
29 de octubre de 2001.
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
El MG ZS 180 ha sido desarrollado a partir de la base del Rover 45, pero el resultado final es bien distinto. Mientras el 45 se distingue por ser una berlina elegante y de aspecto tranquilo, el MG ZS 180 se convierte en uno de los turismos más radicales y agresivos del mercado. Sólo verdaderos deportivos derivados de la competición como el Subaru Impreza o el Mitsubishi Carisma EVO consiguen un efecto tan impactante como el del modelo británico.
Suspensión rebajada, llantas de aleación de 17 pulgadas, neumáticos anchos con perfil ultrabajo, alerones, spoilers… el MG ZS 180 trae de serie todo lo que muchos preparadores añaden a los automóviles para convertirlos en deportivos, pero en este caso se trata de elementos perfectamente estudiados, de alta calidad y montados con un gusto exquisito. Quizá el alerón trasero sea exagerado (además resta visibilidad) pero el que viene en las fotos es opcional. El de serie es algo más discreto. Por lo demás, nuestra unidad de pruebas era idéntica a la que se puede adquirir en cualquier concesionario MG por 22.237 euros (3.700.000 pesetas), un precio francamente competitivo.
En el interior continua la inspiración ‘racing’, destacando principalmente los revestimientos de cuero de los asientos (tanto delanteros como traseros) en el color de la carrocería, el fondo de las esferas en blanco, las inserciones en el salpicadero y en las puertas en acabado ‘técnico’ y volante y pomo forrados en cuero. La sujeción de los asientos delanteros es la adecuada para un vehículo de su vocación, mientras que los traseros acogen a dos personas cómodamente e incluso a tres si no son ‘demasiado grandes’. La capacidad del maletero no ha disminuido respecto al Rover 45, por lo que se sigue contando con una capacidad de 470 litros. Por último, el equipamiento de serie se completa con elementos como el doble airbag frontal, doble airbag lateral, aire acondicionado, alarma con mando a distancia y ABS entre otras cosas.
CONDUCCION
Hay un dato que demuestra la efectividad del MG ZS 180: en su primer año de competición en el campeonato de mayor nivel de Europa en la categoría de turismos, el BTCC o Campeonato Británico, el MG ZS de competición no ha tardado ni dos meses en saborear las mieles del triunfo. Concretamente fue Anthony Reid quien logró la victoria en Brands Hatch el pasado 7 de octubre.
Esta carta de presentación nos hacía presagiar un buen comportamiento y la verdad es que no nos ha decepcionado. El MG ZS 180 es uno de esos pura sangre que no intentan buscar un término medio, van a lo que van, y dejando de lado aspectos como la comodidad en viajes tranquilos o la discreción, se centran en poder proporcionar al conductor más dinámico un placer en la conducción imposible de encontrar en otros vehículos más civilizados.
Con sus 177 cv de potencia y 240 Nm de par motor, el MG ZS 180 alcanza 224 km/h y pasa de 0 a 100 km/h en tan sólo 7,7 segundos, unas cifras que ya imponen cierto respeto. Pero esto no es nada especial, ya que por ese precio sí es posible encontrar algo parecido en el mercado. Lo que ya es más difícil encontrar en el mercado es un vehículo que, además, proporcione unas sensaciones tan excitantes. Para lograr tal efecto, ningún apartado ha quedado en el olvido ya que el tacto del modelo que nos ocupa no se parece en nada al del Rover 45. Todo se ha cambiado: neumáticos, amortiguadores, muelles, frenos, cambio de marchas, dirección… en fin, un coche totalmente nuevo.
En la práctica, la berlina deportiva británica responde con decisión a la mínima insinuación sobre el pedal del acelerador, pero es en la zona alta del cuentavueltas donde más a gusto se encuentra, momento en el que se percibe un elegante y deportivo sonido. Los pasos por curva a velocidad elevada se suceden con totales garantías y sin apenas oscilaciones de la carrocería, así como las frenadas de emergencia, que se practican en escasos metros. La facilidad con la que se llega a ‘rodar’ rápido en carreteras sinuosas es asombrosa y, siempre que no se pierda la responsabilidad, la seguridad también. Como contrapartida, un consumo algo elevado (9,5 l/100 km de media) y unas reacciones bruscas por zonas bacheadas. Es el precio que hay que pagar por conducir un automóvil tan divertido, tan especial y tan efectivo.
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