Mercedes Clase M

Ya hemos podido conducir el nuevo Mercedes ML, del cual se admiten reservas desde el pasado mes de agosto y cuyas primeras entregas a los clientes comenzarán en noviembre. Visto de frente y de lado parece que no haya cambiado mucho -salvo cuando observamos las luces diurnas y se aprecian las nuevas tiras de leds– aunque tanto su zaga como el salpicadero sí han experimentado modificaciones más perceptibles. Pero al margen de gustos estéticos, lo que más sorprende del nuevo ML es su comportamiento y sus cifras de prestaciones y consumos, que lo convierten en la referencia de la categoría.

Con unos precios que se encuentran en la línea de sus principales rivales (BMW X5, Porsche Cayenne o Volkswagen Touareg entre otros), la verdad es que sus competidores lo van a pasar mal, ya que el SUV de la estrella tiene, en general, los motores más eficientes, a la vez que ofrece tanto una calidad muy elevada como un comportamiento intachable. Por algo es el SUV grande de lujo más vendido del mundo, ya que entre la primera generación lanzada en 1997 y el segundo ML de 2005 se han vendido más de 1,2 millones de unidades del Mercedes ML en todo el mundo. Ahora cuenta con una carrocería de 4,80 metros de longitud y un maletero de 690 litros ampliables a 2.010 litros, todo ello rodeado de la calidad y de las enormes posibilidades de equipamientos típicas de Mercedes, con lo que su habitáculo resulta muy cómodo y acogedor. En cuanto a acabados y valoraciones más exhaustivas de sus detalles, los analizaremos más adelante cuando probemos a fondo una versión concreta.

Su conducción es deliciosa en cualquier versión, aunque el ML350 Bluetec destaca especialmente por su poderosa respuesta

De momento, condujimos brevemente las tres motorizaciones disponibles desde el inicio: dos nos encantaron (los 350 gasolina y diésel), mientras que el nuevo ML250 Bluetec nos sorprendió gratamente. También tuvimos la oportunidad de comprobar sus aptitudes off road, algo prácticamente anecdótico debido a que seguramente ni el 1% de sus futuros compradores aprovecharán. Sin embargo, es digna de mención su capacidad para descender pendientes de ¡hasta el 80% de desnivel!, su increíble tracción en fuertes ascensiones bacheadas, su elevadísimo límite en inclinaciones lateral, etc. Eso sí, equipado con el paquete opcional off road y con unos neumáticos específicos. Otro sistema opcional que nos maravilló fue el del control de balanceo activo (disponible a partir de 2012), gracias al cual el coche gira prácticamente plano y no cabecea en las frenadas. Vamos, que ofrece un comportamiento de superdeportivo a pesar de tener unas suspensiones de mayor recorrido, una distancia libre al suelo muy superior y un tamaño y peso considerable. Sencillamente, ¡impresionante! A falta de conocer el precio de este extra, lo vemos totalmente recomendable.

En primer lugar nos subimos al ML350 Bluetec, el diésel V6 de 258 cv (en la anterior generación se apellidaba CDI y tenía 231 cv). Todos los ML llevan la caja de cambios automática de 7 velocidades 7G-Tronic Plus, el sistema de tracción integral permanente 4Matic y el cada vez más popular sistema Start&Stop que apaga el motor cuando el coche se detiene. La respuesta mecánica de esta verión diésel de tres litros de cilindrada es sobresaliente, pues con un poderoso par de 620 Nm desde sólo 1.600 rpm sus 2.175 kilos se mueven con una agilidad pasmosa. De hecho acelera de 0 a 100 km/h en sólo 7,4 segundos y alcanza los 224 km/h. Además la entrega de potencia se produce de forma muy eficaz, combinando perfectamente contundencia y suavidad. Pero si sus prestaciones y su funcionamiento merecen una buena nota, cuando nos fijamos en el consumo nos quedamos boquiabiertos. A velocidades legales y con mucha delicadeza se logran los 6,8 l/100 km que homologa, pero aún con fuertes aceleraciones y varios adelantamientos o, en definitiva, una conducción más habitual en el día a día, el ordenador de abordo no señala mucho más de 9 l/100 km.

El consumo del ML diésel de cuatro cilindros es de risa, mientras que sus prestaciones resultan más que suficientes

Ahora nos toca probar la novedad, la que recurre a un motor de cuatro cilindros de 2,2 litros, el ML250 Bluetec ¿poca potencia y poco refinamiento? pensarán algunos pues no. Cierto es que el sonido con las ventanilla bajadas no es tan refinado como el del V6, y lógicamente la respuesta al acelerador no es tan enérgica como la de su hermano mayor; pero a velocidad de crucero con las ventanillas subidas la insonorización es ejemplar y para realizar adelantamientos sus 204 cv y su registro de 9 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h le otorgan bastante seguridad. Y si nos cuentan que un todoterreno de su tamaño y peso puede gastar tan poco, antes de verlo no nos lo hubiéramos creído. En carreteras limitadas a 80 km/h llegamos a ver medias de 4,9 l/100 km, aunque su consumo medio homologado es de 6 l/100 km. Ningún rival se le acerca en bajo consumo. En la práctica, con algunos adelantamientos y superando ampliamente los 100 km/h tampoco se fue mucho más allá de los 7,5 l/100 km.

Finalmente, en el ML350 BlueEfficiency (el de gasolina 3.5V6 de 306 cv), lo que más nos agrada respecto a sus hermanos diésel es su sonido: finísimo a bajas revoluciones y muy sugerente en regímenes altos. Por lo que a respuesta se refiere, aunque es más potente y puede alcanzar un poco más de velocidad que el 350 diésel, la respuesta del gasoil es más plena y su aceleración es ligeramente mayor. En consumos, los ingenieros de Mercedes han hecho un trabajo fantástico y con sus 8,5 l/100 km barre a todos sus rivales de gasolina y potencias en torno a 300 cv; aunque en una valoración global el diésel es más recomendable. No habrá ML500 como en la generación anterior, pero sí un bestial AMG para satisfacer a los más sibaritas.

–ML250 Bluetec: 56.600
–ML350 Bluetec: 64.250
–ML350 BlueEfficiency: 63.850