Lexus IS 200 vs 300

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MUCHO MÁS QUE UN SEDÁN DE LUJO

Con el SportCross, Lexus ha elevado su gama IS hacia un nivel de refinamiento inusitado, con un turismo familiar y deportivo a la vez. Ofrecido en dos versiones SportCross 200 y 300 compite con ventaja con los mejores especialistas del mercado gracias a su nuevo diseño que abre un nuevo mundo de posibilidades, de capacidad de carga y disfrute del vehículo, sin renunciar a un toque de deportividad y dinamismo unido a la exclusividad que define a la marca Lexus.

Desde su lanzamiento a principios de 1999, el Lexus IS 200 ha sabido competir con éxito con los mejores turismos medios del segmento de lujo, ofreciendo un estándar especialmente elevado en uno de los mercados más competidos en Europa. Con él, la marca de lujo de Toyota presentó su tercer modelo auténticamente concebido para el mercado europeo, con unas dimensiones (4,40 m) que le permitían entrar de lleno en el segmento de las berlinas medias de gama alta, el llamado «small premium sedán» que supone el 60% del mercado total de gama alta, para competir con los especialistas germanos de su clase. Apenas año y medio después, Lexus amplió su oferta con la versión IS 300, dotada del motor 3.0 del GS 300, que con 214 CV ofrecía prestaciones de auténtico gran turismo, al tiempo que presentaba la versión 5 puertas del mismo bajo el nombre de IS 300 SportCross, completada ahora con el IS 200 SportCross, con el mismo motor de 155 CV del IS 200.
Este reforzamiento de la oferta media para la clientela más selecta fue la prueba de que Lexus buscaba resaltar no sólo su imagen de lujo y refinamiento, sino también la deportiva, ya que aunque fuera de Japón, Lexus disfruta de un reconocido prestigio en los EE.UU., en Europa ha venido siendo una marca de élite cuya imagen transmitía más un «status» de suntuosidad que de prestaciones, como corresponde al empaque de sus berlinas de representación, los LS 430 y GS 300 y GS 430. Un enfoque que ha sido acertadamente revisado en la gama IS, bajo una carrocería más compacta (4,4 m de largo y 2,67 m de batalla) pero con una lograda amplitud interior incluso para 5 plazas.
En los modelos IS Lexus ha buscado «devolver un papel activo al conductor, haciendo más estimulante la conducción a través de un chasis seguro pero dinámico», como afirmó el director regional para el Sur de Europa de la marca nipona, Dario Giustini. Lo que se puede aplicar punto por punto igualmente a la versión SportCross, cuya longitud total tan sólo aumenta 10 cm y en la que se respeta escrupulosamente el mismo reparto de pesos que en el IS sedán, puesto que no se trata de un coche familiar convencional, ni mucho menos, sino de un vehículo distinto de fuerte personalidad y distinción.
Con el IS 200 SportCross ahora se refuerza la oferta en el segmento más comercial, ante quienes desean combinar la versatilidad de un vehículo familiar con una buena capacidad dinámica, sin tener que llegar al nivel de prestaciones del IS 300. Así el IS 200 SportCross constituye un paso lógico en este segmento, en el que el grueso de ventas recae en los vehículos de alrededor de 2 litros de cilindrada.
DISEÑO

En el diseño, el Lexus IS SportCross mantiene el mismo frontal del sedán, afilado y elegante, lejos de la excesiva agresividad de otras marcas, pero dinámico y ágil. Su línea está más cerca de la de un cupé que de la de un «break», acercándose al concepto galo de «break de caza», con su inclinado portón trasero muy útil para cargar objetos voluminosos, portón íntegramente fabricado en aluminio a fin de contener el peso final, haciendo más fácil su manejo y permitiendo mantener el mismo peso sobre el eje trasero que el que recae en el sedán. Además, se han introducido refuerzos estructurales en la carrocería para lograr la misma rigidez de bastidor que en el IS sedán.
Frente al IS 300 SportCross, el 200 SportCross presenta ligeras variaciones externas, apenas detectables. El paragolpes delantero es el mismo, distinto al del sedán, pero en el 200 SportCross va cegada la abertura inferior de la rejilla del mismo, del mismo modo que el deflector del borde es distinto, lo que, unido a la disminución de medida de ruedas (205/55 R 16 en lugar de 215/45 R 17) permite una ligera mejora aerodinámica, con un excelente coeficiente CX en ambos modelos (0,29 el IS 200 SportCross y 0,30 el 300 SportCross).

Pero la zaga, con la abertura tallada en la parte baja del paragolpes es igual, y en su interior dispone de la toma de corriente adicional y el mismo cajeado del piso del maletero, que permite enrasar el plano de carga con el de los asientos traseros, una vez plegados éstos. Además, este cajeado que sobreeleva el piso posterior, permite ofrecer bajo el mismo un hueco adicional útil de casi 100 litros de capacidad, lo que completa un volumen útil bastante mayor sobre los 280 litros teóricos que viene a ofrecer su maletero. Por supuesto, su capacidad total con asientos plegados supera los 800 litros, con la ventaja de admitir objetos especialmente largos (hasta 2,6 m) gracias a la posibilidad de abatir también el asiento del acompañante delantero. Así, además de acomodar con facilidad el equipaje puede llevarse el equipo para realizar deportes al aire libre (bolsas de golf, tablas de snowboard, esquíes y hasta una bicicleta).
La aerodinámica ha sido especialmente cuidada, como lo demuestra su excelente Cx, así como todo el diseño interior, buscando una sofisticada mezcla de artesanía, confort y seguridad, con una especial atención en los detalles. La línea de los IS SportCross es sobria y elegante, con un discreto toque de agresividad realzado por la disposición de los grupos ópticos, con rasgados faros trapezoidales delanteros (pero de ópticas circulares) y unos pilotos traseros de original disposición, con una zona triangular sobre las aletas y dos luces extra separadas (antinieblas) en la tapa del maletero, lo mismo que en los sedán. Los últimos retoques introducidos a la gama se centran básicamente en unas nuevas llantas de aleación de 16 pulgadas y 7 radios para el IS 200 SportCross, leves retoques de anagramas (como el suave resalte del emblema de la parrilla central) o el discreto oscurecimiento del fondo aluminizado de los pilotos traseros, como en los sedán, que les confieren un aire más sobrio y elegante.
Por dentro destaca el diseño del salpicadero, con su original cuadro de instrumentos en forma de cronógrafo, con tres esferas auxiliares (voltímetro, termómetro de agua e indicador de consumo) dentro de la principal del velocímetro, además de otras semiesferas, una para el cuentavueltas y otra auxiliar semidigital. Todo el conjunto interior del SportCross, tanto del IS 200 como del IS 300 ofrece ese toque deportivo dentro de un tono sobrio y mesurado, fruto del proyecto del ingeniero Nobuki Katayama, jefe del desarrollo del IS 200 y responsable durante cuatro años del programa deportivo de Toyota en el WRC y en las 24 Horas de Le Mans, quien deliberadamente ha tratado de resumir en los IS un alto grado de refinamiento sin ostentación, extendiendo al SportCross el concepto clásico del IS sedán 4 puertas, con sus mismos motores de 6 cilindros en línea y tracción posterior, y su transmisión manual de seis velocidades como equipo de serie en el SportCross 200, que en opción puede reemplazarse por un cambio automático de gestión inteligente (de serie en el IS 300 SportCross)

Comportamiento

COMPORTAMIENTO

En palabras de Katayama, «nuestro objetivo era que el IS SportCross fuera tan agradable de conducir como los IS 200 y 300 Sedán. Por ello ofrece casi las mismas prestaciones, su manejabilidad y estabilidad son casi idénticas, así como las aceleraciones y forma de frenar. El SportCross goza de la ventaja de la versatilidad de las 5 puertas, con asientos plegables y un espacio activo en la parte trasera, en comparación con un sedán. Tiene la versatilidad que proporciona un utilitario todoterreno, sin comportarse de manera pesada ni apagada. Posee el refinamiento y comodidad que se asocia a Lexus, pero es mucho más que un sedán de lujo».

El motor del IS 200 SportCross es el 6 cilindros biárbol en línea de 1.988 cc, con 24 válvulas y distribución variable VVT, de cotas «cuadradas» (75 x 75 mm) que da 155 CV a 6.200 rpm, con un par máximo de casi 20 mkg a 4.600 rpm, con el 80 por 100 del mismo disponible entre 2.000 y 6.500 rpm, disfrutando siempre en esa banda de más de 16,3 mkg. Con él, el IS 200 acelera de 0 a 100 km/h en sólo 9,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 215 km/h. Bien insonorizado pero con un sonido a la vez propio y peculiar que resalta su deportividad, es una mecánica suave, potente y elástica, con un consumo muy contenido que no llega a 7,5 litros cada 100 km en el promedio combinado en carretera.

Situado longitudinalmente y bastante retrasado para mejorar el reparto de masas (al 50/50, gracias también a su gran depósito de combustible bajo el asiento trasero y a la batería junto al panel de separación del salpicadero), esta mecánica va acompañada de unas sofisticadas suspensiones a base de dobles triángulos en ambos trenes, que aseguran un comportamiento impecable. Como en los sedán, el IS 300 SportCross goza de la misma arquitectura motriz del IS 200 SportCross, pero esta vez cubicando 2.997 cc, con cotas igualmente «cuadradas» de diámetro y carrera de pistones (86 x 86 mm), lo que eleva su rendimiento a 214 CV a 5.800 rpm, con un par máximo de 29,4 mkg a 3.800 rpm, permitiéndole lógicamente un superior nivel de prestaciones frente al IS 200 SportCross.
Así, pasa en 8,4 segundos de 0 a 100 km/h y su velocidad punta asciende a 230 km/h. Y eso sin que su consumo sea exagerado, gracias a la distribución variable VVT de su motor, ya que gasta 11,2 litros cada 100 km en el promedio combinado europeo, con un máximo de 16,1 en ciudad y un mínimo de 8,4 en carretera. Aunque como es lógico, el consumo del IS 200 SportCross sea menor, con un consumo extraurbano de sólo 7,8 litros/100 km (una décima menos incluso que el sedán) que sube a 13,2 en ciudad (con un combinado de menos de 10).
Un detalle específico de esta versión IS 300 SportCross es su cambio, ya que el manual de 6 relaciones de serie da paso aquí a una transmisión automática de 5 relaciones, de gestión inteligente y posibilidad de uso secuencial, que no le resta un ápice de carácter a su temperamento deportivo. Este cambio secuencial va dotado de pulsadores al volante, lo que permite un uso rápido y suave, aumentando la seguridad y el placer de conducir.
La dirección es de asistencia variable en ambos, decreciente con la velocidad, y los frenos, de discos de gran diámetro (de unos 300 mm en ambos trenes) gracias al generoso tamaño de sus llantas (de 16 pulgadas de diámetro en SportCross 200 y 17 en el SportCross 300), son ventilados en los delanteros y macizos detrás, con ABS+EBD de serie, lo mismo que el control de tracción (TRAC) y de estabilidad (VSC).
El equipamiento se halla al nivel que exige un turismo de gran lujo, con climatizador automático, equipo hi-fi con 9 altavoces y lector CD, «cruise control», volante regulable en altura, faros antiniebla, elevalunas y espejos exteriores eléctricos (estos últimos autolimpiantes), limpiaparabrisas trasero, apertura eléctrica de portón a distancia, sin descuidar los aspectos de seguridad pasiva (con airbags delanteros, laterales y de cortina para las cabezas). Todo desde el primer acabado Premium, ya que el Luxury se limita prácticamente a añadir el reglaje eléctrico de asientos junto con la tapicería de cuero y el techo practicable eléctrico. Opcionalmente se ofrece el techo solar eléctrico en el acabado Premium, el sistema de navegación por DVD y el kit de teléfono manos libres.
Pero hay detalles típicamente Lexus, como el ajuste eléctrico de volante (Luxury) y el plegado automático de serie de los espejos exteriores. En el máximo acabado Luxury tenemos además en el IS 200 SportCross el ajuste eléctrico de los asientos delanteros hasta en 8 posiciones, refinamiento poco común en los turismos compactos de lujo. Además, y como corresponde a un modelo de lujo, tenemos luces de cortesía no sólo en el lateral de las puertas, sino también en la parte baja, para la zona de los pies. Hay también otros detalles específicos del IS 300 SportCross Luxury, como los faros de xenon con lavafaros y control automático de altura, su tapicería en cuero especial o sus llantas específicas de 17 pulgadas de diámetro.
Pero quizá donde más llama la atención el trabajo realizado por Lexus en los IS SportCross sea en su dotación de seguridad. No sólo en sistemas ya habituales como el ABS o el control de tracción TRAC, sino también en los más sofisticados, como el control dinámico de estabilidad —VSC— o el servofreno con función de frenada de emergencia. En cuanto a airbags, los IS SportCross llevan 6 de serie, dos frontales delanteros, dos laterales y dos de cortinilla (de cabeza). Los cinturones de seguridad delanteros llevan pretensores y limitadores de esfuerzo, los asientos (con sistema WIL anti impactos) llevan todos reposacabezas, y los cuatro elevalunas eléctricos disponen de sistema antipinzamiento. En cuanto a la protección antirrobo, además del cierre centralizado con mando a distancia integrado en la llave de contacto, los IS SportCross disponen de inmovilizador de alta seguridad con doble cierre y alarma antirrobo. En opción queda prácticamente sólo el sistema de navegación GPS por DVD con pantalla retráctil, (2.800 euros), como único extra para un coche que lo trae prácticamente todo de serie.
Pero hay algo más que los clientes de Lexus valoran de forma especial, aparte de la singularidad de su diseño y la exclusividad de su gama, como es su supergarantía, que cubre nada menos que 6 años ó 200.000 km, algo que ningún constructor —incluso especialistas— ofrece en ningún mercado. Así, la gama IS SportCross se benefician, como el resto de los Lexus, de 6 años de garantía total, señal inequívoca del alto grado de confianza que Lexus tiene en sus productos.

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