Si bien este Citroën C3 mantiene algunas características presentes en algunos de sus hermanos, como la tecnología airbump del Citroën C4 Cactus, los usuarios también podrán disfrutar de un innovador diseño y de las múltiples novedades que alberga en su interior, las cuales darán una vuelta de tuerca y un espíritu renovado a la experiencia de la conducción.
A nivel estético, lo primordial ha sido ajustarse a los tiempos actuales, tan cambiantes e infinitos en posibilidades como personas existen en el mundo. Por ello, la marca se ha centrado en el concepto camaleónico y ha querido ofrecer al público un extenso abanico de colores con el que poder personalizar su Citroën C3 y así adaptarlo a sus gustos y preferencias. De esta manera, encontraremos hasta 36 combinaciones de techo y carrocería que se unirán a cuatro atmósferas distintas en el interior.
Y no solo eso, ya que el contorno de los faros antiniebla, las carcasas de sus retrovisores o la tecnología son elementos primordiales que hacen que este nuevo Citroën irrumpa en el mercado del segmento B con fuerza y firmeza. Lo más jugoso que encontrará el usuario al sentarse al volante es una cámara HD con gran angular, lo que le permitirá registrar y compartir grandes momentos en las redes, así como una pantalla táctil de siete pulgadas. De igual forma, llama la atención su sistema de navegación 3D, el reconocimiento de voz, la alerta ante un cambio involuntario de carril y la vigilancia de ángulo muerto, características que estarán a la altura de algunos compactos como el Toyota Prius.
En su mecánica, encontraremos motores PureTech en gasolina y BlueHDi en diésel, por lo que los precios pueden oscilar desde los 11.750€ en la versión Live hasta los 18.450€ en la versión BlueHDi Shine. Otro hecho más que convierte al nuevo Citroën C3 en una opción adaptada tanto a la economía y a los gustos tanto de los clientes más exigentes como a aquellos que buscan una buena relación calidad-precio.