Uno de cada tres conductores consume drogas antes de ponerse al volante

De las casi 1.000 pruebas de test salival realizadas entre el 14 y el 20 de julio pasado, 309 (el 31 por ciento) dieron positivo, según esos resultados, que reflejan que el cannabis (230 casos) y la cocaína (89) son las drogas más habituales.

A estos conductores se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa y tres de ellos fueron además puestos a disposición judicial al presentar signos evidentes de conducir bajo la influencia de las drogas.

En esta misma campaña, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizó 200.197 pruebas de alcohol, de las que 2.244 dieron positivo, es decir, el 1,1 por ciento

De esos conductores, 2.054 fueron detectados en controles preventivos, 95 tras haber cometido una infracción, otros 80 por estar implicados en un accidente y 15 más por presentar síntomas evidentes de ingesta de alcohol.

A 1.906 se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa, mientras que a los 338 restantes se les han instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Contra 13 conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.

Tal y como anunció la DGT, las pruebas salivares para la detección de la presencia de drogas en los conductores se irán incrementando progresivamente con el objetivo de generalizarse como las de alcohol.

Tráfico quiere aumentar estos controles después del alto porcentaje de conductores que se ponen al volante tras haber consumido sustancias psicoactivas.

Uno de los informes más completos en esta materia, el Druid de 2013, ya reflejaba que el 12 por ciento de los conductores elegidos al azar dieron positivo en alcohol y drogas por encima de los límites legales.

Si se consiguiera que ese porcentaje fuera 0, en el próximo año habría, al menos, un millar de muertos menos, subraya la DGT.

Reitera la DGT que su apuesta por erradicar a los conductores que se ponen al volante tras haber ingerido algún tipo de sustancia psicoactiva es lo que ha llevado a incrementar las sanciones y poner en el punto de mira a los reincidentes en la reciente reforma de la Ley de Seguridad Vial.

Y recuerda que la sanción por conducir con presencia de drogas en el organismo está castigada con una sanción de 1.000 euros y la retirada de 6 puntos de carné.

Mientras, en el caso del alcohol se mantiene en 500 euros, pero si la tasa de alcohol supera el doble de la permitida o si son reincidentes, es decir, si han sido sancionados en el año inmediatamente anterior por dar positivo a alcohol, la multa es de 1.000 euros.

La DGT resalta la importante colaboración de las policías locales y autonómicas en esta campaña, que se ha realizado tanto en vías interurbanas como en urbanas, por la noche y de día.

Pese a que la campaña ha finalizado, los agentes de Tráfico ‘continuarán realizando controles de alcohol y drogas a los conductores a cualquier hora del día y en cualquier carretera con el objetivo de disuadirlos de conducir’, avisa la DGT.

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