Toyota Auris 1.33 VVT-i

Ahorrador y de reacciones tranquilas

Toyota ha renovado recientemente su gama Auris, la cual cuenta ahora con dos opciones diésel y dos gasolina, siendo estas dos últimas de nueva factura. En Autocity ya probamos hace algún tiempo el que hoy es el tope de gama en diésel –el Auris 2.0 D-4D de 126 cv- (ya que el diésel de 177 cv ha desaparecido de la lista), modelo que nos gustó y convenció. Hoy nos toca subirnos al más asequible, el Auris 1.33 VVT-i Dual de 101 cv, un modelo muy indicado para la ciudad, pues gracias a su sistema automático de arranque y parada del motor ‘Stop&Start’ obtiene las mejores cifras de su segmento en cuanto a consumos y emisiones se refiere: 5,8 l/100 km y 136 g/km. Por el contrario, en carretera se ve penalizado con unas reacciones bastante lentas, ya que ofrece una respuesta a bajas revoluciones muy discreta y una cifra de aceleración de 0 a 100 km/h en 13,1 segundos.
Para la prueba escogimos la versión de cinco puertas y con el acabado Active (17.470 euros), pues el nivel básico asociado a este motor (15.470 euros) no incuye elementos prácticamente imprescindibles hoy día como el aire acondicionado. Donde sobresale el Auris –modelo aparecido en enero de 2007- es en el apartado de la calidad y habitabilidad, y eso que con sus 4,22 metros de longitud es de los menos grandes de la categoría, casi idéntico al VW Golf, algo más pequeño que el Renault Megane y significativamente más corto que el próximo Opel Astra.

Sobrio y de calidad

El Toyota Auris es uno de esos coches de estética discreta que, si bien es difícil que entusiasme, más difícil todavía es que disguste. Hace gala de una línea continuista respecto al anterior Corolla, pero ofrece modernidad de líneas y a la vez discreción y elegancia. Mide 4,22 metros, por lo que es de los menos largos de su segmento, mientras que su anchura es bastante limitada (1,76 metros) y su altura claramente elevada (1,51 metros). Por lo que se refiere al maletero se encuentra en la media de la categoría, con 354 litros de capacidad. Ahora bien, la habitabilidad está muy bien resulta, pues gracias a un piso plano, la amplitud en la fila de asientos trasera es de las mejores. En las plazas delanteras nos encontramos con unos asientos en una posición bastante alta, lo que combinado con su peculiar consola central y palanca del cambio elevada, hace pensar que su postura de conducción no es nada deportiva y más bien cercana a la de un monovolumen. Por lo demás, el diseño del salpicadero es algo sobrio, pero con una calidad más que aceptable.

Por lo que se refiere a equipamientos, la gama del Toyota Auris es bastante sencilla, sin numerosas opciones de acabados ni paquetes opcionales. Nuestra unidad de pruebas –Active– traía de serie llantas de aleación de 16 pulgadas, climatizador bizona, volante de cuero con mandos de control incorporados, airbags de cortina y de rodillas para el conductor, etc. Sólo se le echa en falta el control de tracción y de estabilidad, que está disponible opcionalmente por 570 euros.
Cada vez son más los vehículos que incorporan el sistema automático de parada y arranque del motor “Stop&Start”. En la marca Toyota esta misma mecánica con el mencionado sistema está también disponible en la nueva gama del utilitario Yaris, modelo en el cual desarrolla igualmente 101 cv. En el caso del Auris, esta versión se presentó a finales de 2008 como sustituta de la motorización 1.4 de 97 cv, y la verdad es que ha mejorado significativamente las cifras de consumos y emisiones. Puede costar un poco acostumbrase a esa extraña sensación de que el motor se pare en los semáforos, pero la rapidez con la que se enciende nada más pisar el pedal de embrague hace que el sistema sea siempre efectivo. No encontramos en el mercado otro compacto de gasolina con similar potencia que consuma tan poco como este Auris 1.33 VVT-i Dual, pues los 5,8 l/100 km y los 136 g/km de CO2 son unas cifras sobresalientes. El conjunto se completa con un cambio manual de seis velocidades que, además, lleva un indicador luminoso situado en el cuadro de mandos para avisar del momento idóneo en el que pasar a otra marcha. El problema de este coche es que, en la práctica, no da la sensación de tener la potencia que declara. De hecho, si hubiésemos probado el coche sin saber su potencia y al terminar la prueba nos hubieran preguntado por su cifra de caballos bien podríamos haber respondido que “entre 70 y 80 cv”.

La explicación es más o menos sencilla, y es que, además de que este Auris pesa unos buenos 1.220 kilos, la discreta entrega de par (132 Nm) se produce a nada menos que 4.400 rpm. Así las cosas, observamos como en circulación normal, por debajo de las 4.000 rpm, el pequeño motor de 1.329 cc ofrece poca fuerza para mover su peso. Podemos recurrir a su correcto cambio de seis velocidades, y subiendo el motor de vueltas hasta cerca de la “zona roja” la situación mejora; aunque sin llegar a resultar rápido en ningún momento.
No obstante, esta crítica sólo debería importar a los conductores que necesiten circular por carretera, en la que se necesita brío para los adelantamientos, ya que tanto en ciudad como en autovía a velocidades legales el coche funciona perfectamente y con una gran suavidad de marcha. La velocidad máxima es de 175 km/h, más que suficiente para los tiempos que corren.
En cuanto a su comportamiento dinámico, es coche es cómo y ágil. Resulta manejable, y las suspensiones vienen correctamente graduadas de serie, pues ni son excesivamente blandas ni tampoco duras, de modo que se logra suavidad y confort de marcha sin que esto repercuta negativamente en oscilaciones notables de la carrocería. Eso sí, para completar el conjunto recomendamos echar mano de la lista de extras y pedir el control de tracción y de estabilidad (VSC + TRC), pues por 570 euros adicionales nos puede ayudar en alguna situación comprometida.

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