Renault Clio Sport 2.0 16V

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SENSACIONAL

Por Carlos Lera, Autocity
5 de marzo del 2001
Muchas veces nos olvidamos de que la palabra sensacional tiene algo que ver con sensaciones. Por eso, no he encontrado otra palabra mejor para definir en una palabra lo me parece más destacable del Clio Sport. Como tenemos sensaciones es necesario que haya coches como este, creados para despertar los sentidos y estimular la búsqueda de experiencias fuertes al volante.

El Renault Sport Clio es el mejor en un segmento tan complicado como el de los pequeños deportivos, donde todos los fabricantes quieren llamar la atención de los jóvenes con preparaciones exclusivas. Sus ventas no se justifican por sí solas, sino por la imagen que aportan a las versiones más económicas… pero son una excelente manera para satisfacer a los amantes de las carreteras retorcidas.

Test

TEST: CASI DE CARRERAS

Todo empieza cuando tras encender el motor un sonido más fuerte de lo habitual en un utilitario emerge del capó. Al 2.0 litros de Renault le han afilado los dientes, y el escape produce una melodía claramente perceptible, pero que no llega a ser molesta en el interior, y mucho menos desde fuera. La posición de conducción no es la de un coupé, aunque tampoco es mala y todo queda muy a mano, a pesar de que haya que alargarla para llegar a la palanca de cambios.
El recorrido del pomo, completamente esférico y de aluminio pulido, es correcto y preciso, y el tacto frío del metal resulta estimulante y no resbala pese a lo que pudiera inducir a pensar una superficie tan lisa. El empuje a bajas vueltas no destaca especialmente, pero es suficiente para un motor cuatro cilindros que rinde 85 caballos por litro. Sin embargo, según van aumentando los giros del motor la cosa se anima, pero sin resultar violento. Una entrega de potencia muy escalonada, para todos los públicos.

Es otra cosa cuando se superan las 5.000 revoluciones por minuto. Entonces el sonido del motor gana en decibelios y en agudos, al tiempo que la aguja del cuentavueltas trepa rápidamente en su escala. La sensación de potencia resulta excitante, con un bastidor que aún antes de afrontar una zona de curvas en condiciones ya comienza a dejar entrever sus virtudes.
La motricidad es ejemplar, sin la intervención de sistemas de control de tracción o estabilidad que no se antojan necesarios. Inicialmente la sensación de agilidad no está a la altura de otros rivales con base rodante algo menor, pero no obstante es muy buena y gracias a la precisión de la dirección, que anima a doblar el volante sin piedad, se llega a coger la dinámica a una conducción clásica, a base de colocar bien las manos y asirse con firmeza a la piel vuelta que lo recubre, muy racing, pero a la vez muy sucia y de rápido desgaste.

A
jugar

¡A JUGAR!

Al llegar deliberadamente a una carretera de abundantes curvas lentas comienza la diversión. El motor demuestra la potencia que anuncia, y con 172 caballos se pueden hacer muchas diabluras con un coche de dimensiones y peso contenidos. La agilidad, ahora que se la exige de verdad, no defrauda en absoluto. La dirección se confirma tan precisa como presumíamos a priori y la escasa desmultiplicación del volante ayuda a lograr una velocidad de paso por curva endiablada, momento en el que se pone de manifiesto la rigidez del bastidor y la firmeza de las suspensiones, bastante duras (como debe ser) y bien estabilizadas, poco proclives a las inclinaciones laterales. Al dar gas sin piedad en primera, en virajes de radio cerrado incluso en cuesta, también se confirman las primeras impresiones a cerca de la motricidad; el Clio Sport no pierde el morro aunque los magníficos Michelin Pilot SX chirríen un poco. No obstante la tendencia es levemente subviradora, pero sin llegar a soltar las ruedas de forma clara gracias en parte a los neumáticos. Precisamente la monta de gomas es uno de los puntos más curiosos del coche. Se emplean una llantas inusualmente anchas (7×15′) para unos neumáticos (195/50) que por lo habitual suelen calzarse en media medida menos de garganta (6,5′).

El resultado es bueno, favoreciendo esta combinación la rigidez de los flancos.
Entra segunda con mucha rapidez y precisión, se insinúa tercera y de nuevo hay que bajar una marcha y pisar bien el freno. En este punto el pedal central no defrauda. El tacto es firme pero dosificable, con un buen recorrido ‘de calle’ y potencia a fondo intachable, en la que no interfiere el bien calibrado ABS.

En carreteras amplias y autopistas la velocidad sostenible es muy alta gracias a la anchura de vías del Clio, superior a otros utilitarios. La dirección dura ayuda y por supuesto el motor también. El único inconveniente es que el escape suena dentro más de la cuenta, pero no se puede considerar un defecto, sino parte del encanto de un deportivo de verdad.

En ciudad es agradable porque la suavidad del motor no desborda en ningún momento. Las virtudes de cualquier otro Clio se hacen patentes y dan polivalencia a este ‘GTI’, aunque la dirección, las amortiguaciones y los frenos posean un tacto más duro, sin llegar a ser por ello incómodos.

Estilo
y equipamiento

ESTILO Y EQUIPAMIENTO

Aletas ensanchadas, llantas OZ de 15 pulgadas, carrocería más pegada al asfalto, parachoques más envolventes… Toda la parafernalia típica de los pequeños revoltosos se encuentra en el Clio Sport, que de discreto tiene poco en comparación con la timidez con la que se viste actualmente a su más moderna competencia.
La imagen es explícita pero no llama demasiado la atención. Si tu jefe ve el coche no pensará que a ese chico tan majo le gusta hacer travesuras al volante, sencillamente que tienes un utilitario muy bien equipado.

La dotación de elementos de serie es sumamente completa, contando con todo lo que puede pedirse en un utilitario normalmente como opción: ABS, airbags de conductor, pasajero y laterales, cierre centralizado a distancia, ordenador de viaje, elevalunas secuenciales, aire acondicionado, cargador de discos compactos, etcétera.
Se echa de menos un poco más de personalidad. El plástico se nota demasiado plástico, y las formas redondeadas no pegan con el carácter del Clio Renault Sport, a pesar de los paneles con color aluminio en salpicadero y puertas.
Aunque las formas de las que se partían no daban mucho de sí desde un punto de vista deportivo, los materiales empleados son de lo mejor. Piel y Alcántara para los tapizados interiores y los asientos, que por cierto poseen una sujeción y comodidad óptimas, sin ser incómodos por demasiado duros.
Las plazas traseras disfrutan de espacio suficiente para dos personas, contando con una buena distancia de la cabeza al techo y tapizados igualmente lujosos. El maletero aloja hasta 255 litros de equipaje, una buena capacidad dentro de su segmento; y el plano de carga es bastante bajo.

Prestaciones

PRESTACIONES

El Clio Renault Sport anda, y mucho, pero no sería hacer justicia si nos centráramos en la velocidad o la aceleración. Las auténticas prestaciones habría que medirlas en la fuerza de la gravedad que es capaz de soportar en sus trayectorias curvas, o cronómetro en mano en tramos de rallies. El problema es que ambas cosas están fuera de nuestro alcance; la primera por no disponer de los aparatos de medición adecuados y la segunda porque las carreteras no las van a cerrar para nosotros, y en tales circunstancias es un riesgo inútil intentar ‘ir a por el scratch’. En cualquier caso los adelantamientos son fulgurantes con solo bajar una marcha, los ritmos por carreteras lentas son difíciles de seguir para la mayor parte de los coches de serie y en autopista es un auténtico matagigantes.
Para los amantes de las cifras bastará con decir que la velocidad máxima es de 220 kilómetros por hora, de 0-100 acelera en 7,3 segundos y los mil metros desde parado los cubre en tan solo 27,7 segundos… y eso es andar mucho.

Los consumos no son nada descabellados, e incluso teniendo en cuenta el ritmo al que circulamos durante la prueba los 11,8 litros que gastamos de media cada 100 kilómetros son incluso bajos. La media oficial es de 7,9 litros cada 100 kilómetros, una cifra muy creíble y razonable.

Ficha

FICHA TECNICA

Ficha Técnica CARROCERIA Tipo Dos volúmenes 3 puertas Plazas 5 Longitud 3.773 mm Anchura 1.670 mm Altura 1.715 mm Batalla 1.417 mm. Capacidad Depósito 43l Capacidad Maletero 255l
Peso 1.035Kg     MOTOR Combustible Gasolina 98º Cilindrada 1.998cc Cilindros 4 en línea Diámetro x carrera 82,7x93mm Alimentación Inyección electrónica multipunto Refrigeración
Líquida Distribución 16 válvulas DOHC Potencia max./regimen 172cv/6.250rpm Par máx. / regimen 200Nm/5.400rpm     TRANSMISION Tracción
Delantera Embrague
Monodisco en seco
Rel. cambio (km/h a 1000rpm)
  1ª 3.09:1 2ª 1.86:1 3ª 1.32:1 4ª 1.03:1 5ª 0.79:1 Relación final: 3.87:1 Accionamiento Manual     BASTIDOR Tipo
Autoportante
Suspensión delantera
MacPherson con triángulo inferior. Estabilizadora
Sí Suspensión trasera
Brazos tirados Estabilizadora
Sí Frenos delanteros Discos ventilados Frenos traseros Discos Dirección (tipo)
Cremallera asistida
Diámetro de giro entre paredes
11,1m Neumáticos
195/50 15′ / 7×15′     PRESTACIONES Y CONSUMOS Velocidad máx. 220km/h Aceleración 0-100km/h: 7,3 seg. Consumos homologados   Urbano
10,5l Carretera
6,4l Mixto
7,9l
  PRECIO 3.186.292 ptas o 19150.00 euros  

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