Renault celebra el 50 aniversario del Alpine A110 con un ‘concept car’

Este ‘concept car’, de nombre Renault Alpine A110-50, podría ir a la producción en serie en función de la aceptación con la que sea acogida la idea, explicaron a Efe fuentes de la marca francesa.

Desarrollado sobre la base del Megane Trophy, el moderno Alpine sigue los códigos estilísticos del original y del nuevo lenguaje formal marcado por el concepto Dezir con el que Laurens van den Acker ha marcado la nueva imagen de Renault.

La reinterpretación del Alpine ha sido realizada por el diseñador Yann Jarsalle y el director de Concept y Show Cars de Renault Design, Axel Breun.

La estructura del nuevo Alpine es multitubular, y, realizada por Faster, la carrocería de carbono luce un nuevo color azul que reinterpreta y actualiza el ‘azul Alpine’.

Cuando se accede al puesto de pilotaje destaca el umbral de las puertas de carbono y un interior en el que domina el color negro, con un asiento del conductor bordado con el logo ‘Renault Alpine A110-50 y equipado con un arnés Sabelt.

El volante, con pantalla en color y diseñado por Renault Design, es idéntico al de la Fórmula Renault 3.5 en cuanto a tecnología y proporciona todas las indicaciones necesarias al piloto.

El Renault Alpine A110-50 se beneficia de toda la experiencia adquirida con Mégane Trophy, del que recoge la base técnica, con un chasis tubular que es más rígido y un reparto de las masas finales que es prácticamente idéntico al Trophy, con un 47,8 % en la parte delantera.

Para facilitar el trabajo de los equipos de mantenimiento, el concept-car incorpora un sistema de gatos de levantamiento. Este equipamiento neumático nacido directamente de las competiciones de resistencia permite sobre todo cambiar las ruedas de forma muy rápida.

La eficacia del concept-car Renault Alpine A110-50 se debe en gran parte al efecto suelo. En la parte delantera, el ‘splitter’ oculto en el paragolpes genera una depresión y, por lo tanto, un gran apoyo aerodinámico, y en la parte trasera un difusor acelera el flujo del aire debajo del fondo plano.

La batalla de Renault Alpine A110-50 es idéntica a la de Mégane Trophy, con 2.625 milímetros, mientras las vías son ligeramente más anchas, con 1.680 mm en la parte delantera y 1.690 mm en la trasera.

Las llantas de 21 pulgadas están fijadas por una tuerca central, son específicas y están calzadas con neumáticos Michelin homologados para carretera.

Los amortiguadores Sachs son regulables en compresión y expansión y están montados directamente sobre los triángulos inferiores y se han previsto múltiples posibilidades independientes de reglaje: avance, caída y paralelismo, altura de carrocería, antibalanceo.

Con ayudas a la conducción descartadas (ABS, control de tracción, etc…), el potencial de frenado del Renault Alpine A110-50 es acorde con las prestaciones, de forma que en la parte delantera los discos ventilados de acero de 356 milímetros de diámetro llevan pinzas de 6 pistones, y los de 330 mm de la parte trasera cuentan con 4 pistones.

El A110-50 cuenta con el motor Renault V4Y, un V6 de 3,5 litros colocado en posición central trasera que desarrolla 400 CV de potencia, que está asociado a una caja de velocidades secuencial semi automática de seis marchas así como un embrague bidisco que se puede manejar tanto desde el pedal del embrague como desde la palanca en el volante.

Esta caja de velocidades está colocada longitudinalmente por detrás del motor e incluye un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado (discos y rampas) cuya precarga se puede regular.

El embrague bidisco cerametálico también es específico. Se acciona de forma automático al pasar a marchas inferiores, lo que garantiza unos cambios rápidos.

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