Presentación MINI Roadster

Con un chasis basado en el MINI Cabrio, y una estética inspirada en su hermano Coupé, la familia MINI se completa con la sexta carrocería de la gama, el nuevo MINI Roadster recién presentado a la prensa. Dos años después de darse a conocer el modelo conceptual, en el Salón de Frankfurt de 2009, el descapotable biplaza se ha convertido en un modelo de producción, añadiendo, junto al MINI Coupé recientemente presentado, exclusividad y deportividad a la marca.
Este nuevo MINI no renuncia a ninguno de los rasgos que configuran el ADN de los modelos MINI, pero luce a su vez una reconocible estética de Roadster británico, gracias a su capota de lona y su carrocería de 3 volúmenes. Pensado para atraer nuevos clientes y proponer a los entusiastas de la marca una nueva manera de disfrutar de la conducción a cielo abierto, este cabrio contará con los motores más dinámicos de MINI. Comenzando con el Cooper de gasolina de 122 CV como versión de acceso, siguiendo con los Cooper SD diesel de 143 CV y S de gasolina de 184 CV, y coronando la gama con el deportivo John Cooper Works de 211 CV.
Aunque la versatilidad no es el objetivo de ningún roadster, el nuevo MINI, con un maletero de 240 litros, y la posibilidad de incorporar un sistema portabicicletas específico en la parte trasera, ofrece un plus para quien desee un biplaza deportivo, pero no quiera renunciar a la funcionalidad de un pequeño coche urbano. Con acceso al maletero desde el interior del habitáculo, a través de una pequeña apertura que puede permitir a su vez transportar objetos alargados, y con un espacio tras los asientos que puede servir también para transportar bolsas o mochilas de pequeño volumen, el MINI Roadster gana en capacidad de transporte a casi todos los cabrios biplaza de tamaño compacto del mercado.

La capota, de color negro, es manual de serie, y puede ser de accionamiento semiautomático en opción. En ese caso, es necesaria la intervención del conductor para descapotar el coche, desbloqueando la capota contra el marco del parabrisas, tras lo que la capota se pliega automáticamente en cuestión de segundos. El proceso de capotado es igual de sencillo, y requiere igualmente que el conductor fije la capota manualmente contra el parabrisas. Este sistema, que solo añade 20 kilogramos de peso sobre al vehículo, no supone una merma en la capacidad del maletero, con lo que con un sobrecoste de 663,87 € más impuestos , solo quedará para los mas puristas la opción del plegado manual.
La seguridad es uno de los puntos fuertes del MINI Roadster, que cuenta con unas reservas importantes de seguridad activa, con sistemas como el ASC+T, el DSC y el DTC, y con un elemento característico del nuevo modelo, que además de aportar un plus estético, cuenta también con una funcionalidad real. Estamos hablando del alerón móvil, un aditamento aerodinámico que se eleva automáticamente a velocidades superiores a 80km/h (pudiendo también accionarse manualmente), y que según los ingenieros de la marca, puede generar una carga aerodinámica de hasta 40kg sobre el tren trasero.

La seguridad pasiva, basada en la estructura reforzada del chasis que deriva del monocasco del MINI Cabrio, cuenta con barras antivuelco de acero inoxidable, ancladas a la pared de torsión trasera, que crean junto con el parabrisas reforzado, una zona de protección antivuelco para los pasajeros.

El alerón móvil resulta un elemento estético muy atractivo, y a la vez cumple una función aerodinámica importante.

Al volante
Llega el momento de subirse al MINI Roadster para probar por nosotros
mismos la diversión al volante que esconde este nuevo Roadster. Contamos
con un día soleado, de temperatura agradable, perfecto iniciar la
prueba con el coche descapotado. Plegar la capota manual que montaba el
modelo de pruebas, es sencillo y apenas nos lleva un minuto, tras lo que
colocamos el deflector aerodinámico opcional entre las barras
antivuelco, e iniciamos la marcha.
Dotada del motor turbo Twin-Scroll de gasolina de 184cv, la versión S probada convence desde los primeros metros por su briosa mecánica, con una respuesta al acelerador casi instantánea y un marcado sonido deportivo que cautiva al instante.

Con unas sensaciones al volante similares a sus hermanos de gama, la dirección rápida, la respuesta del motor, y la característica sensación de ir en un car (o como lo denominan en la marca: Go Car Feeling), parecen acentuarse al circular a cielo abierto en el MINI Roadster. Seguro que esto ocurre en parte, gracias a la afinada sonoridad de la mecánica que se cuela en el habitáculo, y que lo hace de forma mucho más perceptible que en las variantes cerradas del MINI.

Aunque no estamos ante un deportivo puro, como si lo son algunos de los modelos de propulsión que podemos encontrar en el segmento roadster, el pequeño cabrio enlaza curva tras curva con una facilidad notable, gracias a la estabilidad que aporta su tren trasero multibrazo y a una dirección precisa que además aporta al conductor toda la información requerida en cada momento.

Buscando los límites, el coche se muestra tan rápido como nervioso, y en curvas lentas llega a aparecer un cierto subviraje, como era de esperar dada su condición de tracción delantera. No se trata sin embargo de una reacción demasiado acusada, y aquellos que opten por la opción del Control Dinámico de Tracción (DTC) con Control Electrónico autoblocante (EDLC), de serie en el John Cooper Works, verán dicho subviraje mitigado gracias al diferencial electrónico que simula la acción de un autoblocante.

La sujeción lateral de los asientos de serie, es más que suficiente para una conducción normal, pero mejorable en conducción deportiva, con lo que la opción de los asientos deportivos RECARO, con un sobrecoste de 1.714 € más impuestos para el Cooper S, SD y JCW, y de 1.975 € para el Cooper, es muy recomendable para quien quiera buscar los límites del pequeño roadster.


Aquí os mostramos las fotos de este nuevo MINI, con unos precios que van desde los 23.700€ del MINI Cooper de 122 CV con motor de gasolina, hasta los 35.265€ del MINI John Cooper Works con 211 CV, pasando por los 28.750€ de la versión Cooper S de 184 CV probada y de la versión Cooper SD con 143 CV.

Un automóvil que se convierte en el máximo exponente de la gama, combinando motores y comportamiento deportivo con una estética roadster muy exclusiva que se convertirá sin duda en el principal reclamo de un coche decididamente rápido.

a favorEstética Roadster exclusivaComportamiento deportivoMecánica brillanteen contraEscasa sujección lateral de los asientos de serieRuido aerodinámico excesivo con la capota puestaPrecio elevado

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