Peugeot 3008 Hybrid4

A finales de 2011, este Peugeot 3008 Hybrid4 reinterpretó la categoría de los híbridos, que hasta entonces como norma habitual combinaban un motor eléctrico con otro de gasolina. Con este 3008 Hybrid4, el Grupo PSA asoció por primera vez una motorización diésel con un pequeño motor eléctrico que garantiza uno de los consumos más bajos del mercado. Concretamente, este vehículo familiar con rasgos de todocamino fiscaliza 200 cv de potencia y 500 Nm de par motor máximo (en momentos puntuales) con un gasto de combustible reducido a 3,8 l/100 km (dato oficial).

a favor- Relación potencia/consumo- Suavidad sistema híbrido- Equipamiento y acabadoen contra- Autonomía modo eléctrico- Maletero reducido- Cambio manual/pilotado
La otra particularidad de este 3008 Hybrid4 es que puede funcionar como un 4×4, entendiendo 4×4 como un vehículo con dos ejes motrices. En este caso, el motor diésel 2.0 HDI de 163 cv mueve las ruedas delanteras y el eléctrico de 37 cv se acopla a las traseras. Sobre el túnel de transmisión, un selector circular permite configurar los parámetros de funcionamiento de este sistema híbrido con cuatro programas: Auto (optimiza el consumo), ZEV (100% eléctrico durante un máximo de 4 kilómetros sin superar los 70 km/h), Sport (el eléctrico extrae todo su potencial y funciona como un ‘overboost’) y 4WD (hasta un 40% de par motor a las ruedas traseras).

Asociado al cambio manual-pilotado (CMP) de seis velocidades, el 3008 Hybrid4 al arrancar funciona como un eléctrico puro, esto es, en absoluto silencio, apoyándose únicamente en el motor eléctrico, y es solo cuando demandamos más potencia a través del acelerador cuando “salta” el bloque de dos litros turbodiésel. La transición de un motor a otro es muy suave, poco notoria dentro de un habitáculo perfectamente insonorizado. En ciudad, con las baterías bien cargadas, es el motor eléctrico el que lleva la batuta, con el refinadísimo diésel como auxiliar. En carretera, las tornas cambian, aunque la suavidad de marcha sigue siendo la tónica predominante. Tras el volante unas levas permiten regular el régimen del motor diésel, con lo que en modo ‘Auto’ se puede llevar a ‘punta de gas’ gastando muy poco y si se demanda más potencia, los 200 cv salen a relucir sin complejos. En relación al Prius, el híbrido de los récords de Toyota, este 3008 Hybrid4 ofrece un funcionamiento mucho más silencioso, sobre todo en fases de máxima carga, cuando es mucho más agradable de conducir sin que el cambio se vuelva loco como ocurre en el Prius.El funcionamiento del sistema hibrido es muy suave, sin ruidos ni vibraciones, muy agradable de conducir tanto en ciudad como en carretera
Por prestaciones y consumos, ¿merece la pena pagar los aproximadamente 4.500 euros más que cuesta este Hybrid4 que el diésel de 163 cv? Siendo justos la diferencia entre uno y otro es muy estrecha como para pagar tanto por el protagonista de hoy. El Hybrid4 acelera de 0 a 100 en 9,2 segundos, alcanza una velocidad punta de 191 km/h y con las llantas de 17” de nuestra unidad de prueba el consumo real se mueve entre los 6 y 6,5 l/100 km. Son números muy destacables, pero que se pagan muy caro para un coche de este tamaño (4,36 metros), este posicionamiento (familiar generalista) y con un 3008 HDI de 163 cv con un coste de amortización mucho menor. Concretamente, el Peugeot 3008 Hybrid4 se vende con un PVP de partida de 34.700 euros (27.000 € con descuento). También es claramente más caro que cualquier SUV (Nissan Qashqai, Mitsubishi ASX, Kia Sportage) o ya no digamos si la comparación es con cualquier monovolumen mediano de marcas generalistas.
El Peugeot 3008 Hybrid4 de 200 cv pesa 1.660 kg, 130 más que el diésel de 163 cv, este 4.500 euros más barato y con prestaciones y consumos similares
Ahora bien, este Peugeot 3008 Hybrid4 debe escaparse (por lo menos parcialmente) de un análisis puramente económico. Primero por el plus en versatilidad de la tracción 4×4, en segundo lugar porque conserva buena parte de sus características familiares con unas amplias filas traseras y un notable maletero (tan solo pierde 70 litros respecto a un 3008 ‘normal’: son 420 l en el híbrido ampliables a 1.500 ya que los respaldos traseros se pueden abatir), y en tercer lugar por conducir un coche a la vanguardia de las últimas tecnologías (que esto también tiene un precio: un SUV premium, más grande y más potente como es el Audi Q5 Hybrid cuesta el doble que este 3008)

A la moda de los híbridos diésel se ha unido Mercedes y la propia PSA con el Citroën DS5 Hybrid4, Peugeot 508 RXH y 508 Hybrid4, tres versiones, estas últimas, que se sitúan en la cima de sus correspondientes gamas por la exclusividad de sus acabados y equipamientos. De serie, el Peugeot 3008 Hybrid4 incluye navegador, sensores de parking, asientos en cuero calefactados con regulación eléctrica o Head-Up Display, entre otros. El equipamiento de serie es abundante y la calidad de los acabados muy elevada
Además, el puesto de conducción es de impecable factura con instrumentalización vanguardista, consola central ancha con un importante número de mandos al que cuesta familiarizarse en los primeros días y que se corona en la zona superior del salpicadero con una pantalla a color retráctil que incluye el sistema de navegación y el funcionamiento del sistema híbrido. Además de estos detalles, la diferenciación con el resto de la gama 3008 está limitada a inserciones Hybrid4 en zonas concretas del habitáculo y en el exterior a una parrilla delantera con dos líneas horizontales cromadas en lugar de la habitual de cuadros y los diodos de LED en la parte inferior de las ópticas delanteras (también alguna placa Hybrid4 en referencia a su grupo motriz), que consolidan el alto grado de sofisticación del Peugeot 3008 Hybrid4.


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