Peugeot 208 GTI by Peugeot Sport

Peugeot ha puesto en marcha un programa de producto desarrollado por su división de competición Peugeot Sport, y esta semana en Autocity hemos tenido la oportunidad de probar una de sus criaturas: el 208 GTi by Peugeot Sport, una declinación potenciada en lo que a diseño, chasis y motor se refiere para diferenciarse del 208 GTi y postularse como un subcompacto deportivo de raza.
La marca francesa aspira a revivir en sus coches de calle actuales su gloriosa década de los 80, aquellos maravillosos años (el Mundial de Rallys, el Grupo B, el Peugeot 205 T16, el Dakar, el 405 T16, la Pikes Peak International Hill Climb). Y qué mejor que hacerlo con el 205 Turbo 16 del Siglo XXI, que no es otro que este 208 GTi by Peugeot Sport, un pequeño y ligero GTI que toma los mejores elementos dinámicos del presente para salvaguardar la conducción más deportiva y plantar cara a sus rivales más duros: Mini JCW, Opel Corsa OPC o Renault Clio RS.
Después de lanzar el 208 GTi, Peugeot comercializó puntualmente una serie limitada llamada 208 GTi 30 ‘aniversario’ que ahora queda renombrada e integrada permanentemente en la gama 208 -actualizada en 2015- como 208 GTi by Peugeot Sport por un precio de 25.335 euros. Es decir, 3.800 euros más cara que la variante 208 GTi sobre la que está desarrollada.

¿Qué cambia respecto al 208 GTi? Mucho, y desde el primer momento que entras en contacto con él. La imagen exterior se ha radicalizado gracias a unas vías ensanchadas (22 milímetros delante y 16 detrás) para dar cabida a unas llantas exclusivas de aleación de 18 pulgadas en negro mate. La carrocería está 10 milímetros más cerca del suelo y congenia de maravillas con unos nuevos faldones laterales, también en negro mate.
Y para rematar el conjunto, opcionalmente (por 1.500 euros), puedes apostar por una llamativa pintura bicolor (Coupe Franche, se hace llamar): rojo metalizado desde la ventanilla trasera hacia la zaga y negro mate de nuevo para los dos tercios delanteros del coche. Si eres tímido, déjate esos 1.500 euros para un buen número de depósitos de gasolina; si no te gusta pasar desapercibido ni en misa de doce, serán los 1.500 euros mejor invertidos de tu vida.

Sobre la carrocería de tres puertas -las dos y únicas laterales de generoso tamaño para facilitar la entrada de conductor y acompañante y complicar la salida de los eventuales ocupantes traseros- es el momento de acceder al habitáculo del 208 GTi by Peugeot Sport. ¡Espectacular! Nos reciben dos baquets delanteros tapizados en Alcantara y piel con sendas alfombrillas en rojo, color que se repite en los cinturones de seguridad, volante, pomo del cambio, tirador de puertas o cuadro de instrumentos, junto a inserciones decorativas en negro lacado, para generar en suma una atmósfera muy deportiva.

Como en el resto de 208 se mantiene ese puesto de conducción tan particular, formado por el volante compacto, la instrumentación elevada y la pantalla táctil central (sin apenas mandos externos). Puede costar un tiempo adaptarse por una configuración distinta a lo habitual, pero en ningún caso nos parece un inconveniente para la mayor parte de conductores (cualquiera que sea su morfología) ni posturas habituales frente al volante (cuenta con triple reglaje de banqueta y doble de volante).El interior combina el particular cockpit del 208 con la decoración en rojo y unos espectaculares asientos delanteros deportivos
EN MARCHA
Peugeot Sport ha puesto a punto todo lo relacionado con el motor y el chasis, como ya ha hecho en los RCZ R, 208 GTi 30th y 308 GTi. En nuestro protagonista de hoy, la mecánica es la vieja conocida 1.6 THP de los grupos PSA y BMW: un bloque de 1.6 litros con inyección directa de gasolina y turbocompresor de doble entrada que rinde 208 CV de potencia (a 5.800) y 300 Nm de par (desde 1.700 rpm). Acoplado a las ruedas delanteras mediante una caja manual de seis marchas (desarrollos acortados en las primeras relaciones y recorridos del pomo más cerrados), el 208 GTi by Peugeot Sport acelera de 0 a 100 en 6,5 segundos, alcanza una velocidad máxima de 230 km/h y homologa 5,4 l/100 km (algo más de 8 de media, durante nuestra semana de prueba).
Es un motor que destaca por lo progresivo que es, teniendo chicha suficiente a un régimen de giro muy alto y al mismo tiempo empujar con contundencia desde muy bajas vueltas. Hasta cierto punto, uno puede olvidarse del cambio, ya que la capacidad de respuesta difícilmente se ve mermada. Esta característica -cada vez más común en motores compactos turboalimentados de gasolina- se combina con un sonido embriagador por lo violento que se escucha y se siente sin artificios de por medio. Embriagador sonido de motor sin artificios de por medio
El chasis se ha reformulado completamente para radicalizar su comportamiento y poder disfrutar más de una conducción más deportiva y ágil. Además de una carrocería más baja y unas vías ensanchadas, el 208 GTi by Peugeot Sport incluye una suspensión más firme (una barra estabilizadora delantera retrasada), una dirección recalibrada para obtener una respuesta más directa, unos discos de freno delanteros de 323 mm de diámetro y 28 mm de grosor con pinzas Brembo fijas de cuatro pistones (firmadas por Peugeot Sport), unos controles de tracción y estabilidad reprogramados (el ESP puede desconectarse completamente) y un diferencial autoblocante de tipo Torsen como la joya de la corona.

En carretera con curva los 3,97 metros de longitud y 1.235 kilogramos de peso del 208 GTi by Peugeot Sport, ni se inmutan. Los cambios de trayectoria son muy rápidos, obedeciendo con precisión el eje delantero. Como buen GTI de pura cepa es un coche exigente, y no perdona que dudes en plena trazada, asomando una trasera algo nerviosa. Dicho lo cual, las manos más experimentadas podrán hacerla bailar, y que a la salida de las curvas más cerradas, salga con una motricidad elevadísima (algo que con el 208 GTi no ocurría).El diferencial autoblocante tipo Torsen, elemento clave para mejorar el comportamiento respecto al 208 GTi
Para el día a día no es el utilitario más confortable del mercado (ni por la firmeza de las suspensiones ni por el perfil bajo de sus neumáticos de 205/40 R18), aunque nadie se compra un 208 que cuesta casi el triple que un 208 estándar de 80 CV para pasearse entre semáforo y semáforo, ni siquiera para viajar con él. Dicho lo cual, como buen GTi moderno, es un coche también válido como multiusos llegado el caso.

a favor- Conjunto chasis/motor- Imagen exclusiva- Relación prestaciones/precioen contra- Limitaciones de habitabilidad- Consumos muy sensibles- Conducción deportiva exigente

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

Privacy & Cookies Policy