María de Villota, 1980-2013

Las mujeres son tan impredecibles como estoicas. Son abnegadas, con las ideas claras, no buscan excusas, y ante un problema persisten en la lucha. María de Villota, que fallecía esta mañana en un hotel de Sevilla, cumplía con todas estas cualidades humanas para desarrollarse como una gran profesional. Fue piloto pero bien podría haber dedicada su alta formación a otros quehaceres. Pero claro contra la genética ni ella pudo luchar: su padre era Emilio de Villota. ex piloto de Fórmula 1 que la metió el veneno de las carreras en las venas. Contra los prejuicios de ser ‘hija de…’ y del machismo galopante que rodea al mundo de la alta competición y las curvas cerradas que depara el destino, María de Villota (Madrid, 13 de enero de 1980 – Sevilla, 11 de octubre de 2013) se mantuvo en pie gracias a su sonrisa, su lucha y su pasión por el motor.
María de Villota era una profesional reconocida y respetada dentro del mundo del automovilismo. El 3 de julio de 2012 su vida giró 180 grados. Aquel día un accidente probando por primera vez un monoplaza de Fórmula1 de la escudería Marussia, en el Aeródromo inglés de Duxford –María era la primera mujer española en pilotar un F1-, convirtió a María en un símbolo de coraje y superación personal. Un referente social para diferentes estamentos que en el último año y medio catapultaron el impacto mediático de María de Villota. Pero que a nadie se le olvide lo siguiente: antes del 3 de julio de 2012, De Villota había sido subcampeona de España en monoplazas, la primera mujer en hacer la pole position en el campeonato Ferrari Challenge, la primera mujer en participar en el campeonato mundial de turismos WTCC, en la Superleague Formula y en las 24 Horas de Daytona. Persona sensible y plena, y profesional con un palmarés que ya quisieran muchos para si mismos
Mujer sensible y plena, María de Villota volvió a nacer y tras salir del hospital con 104 puntos en su ojo derecho levantó el pie del acelerador y dejó correr el monoplaza de su nueva vida. Ella misma nos reconocía hace cinco meses, en el acto que MINI organizó para nombrarla nueva embajadora de la marca, que su vida ‘había pasado de ser una vida contra el reloj a ser una vida cargada de pequeños y gratificantes momentos’. Y además conmovida y solidaria con otras personas que viven situaciones más dramáticas que la suya. “Cuando corría daba importancia a cosas insignificantes, encerrándote demasiado en una misma y en el automovilismo. Cuando entras en el hospital como entré yo, después de salir del coma como si de un milagro se tratase, y ves a gente que necesita tu ayuda, y que además, no sienten la fuerza que recibí yo, estás obligada a olvidarte de los porqués de tu destino y ayudar”, comentaba con esa paz interior que desprendían sus gestos y su rostro y con la que imantaba la atención de todos los que la rodeaban. 
CONSTERNACIÓN Y REACCIONES
Ha sido la propia familia de la española la que confirmó la noticia de la muerte de María de Villota a través de un primer comunicado oficial: ‘Queridos amigos: María se nos ha ido. Tenía que ir al cielo como todos los ángeles. Doy gracias a Dios por el año y medio de más que la dejó entre nosotros. Fdo. Familia Villota’. Las reacciones no se han hecho esperar. ‘Me acabo de bajar del coche y me lo acaba de decir Luis [García Abad, agente del asturiano] y no sé qué decir… Solo puedo rezar por ella y por toda su familia’, manifestó Fernando Alonso. Desde Ferrari, se publicaba el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: ‘Trágica noticia la del fallecimiento de María de Villota. Nuestro más sentido pésame a su familia y amigos’. Se ha unido a las condolencias el actual campeón del mundo de F-1, el alemán Sebastian Vettel. ‘R.I.P. María Villota’; el mexicano Sergio Pérez, piloto de McLaren, “cuando se va alguien que ha dado la vida por este deporte y la ha puesto en riesgo, como todos nosotros, es muy triste. María tenía muchas ganas de ser alguien en la vida y estaba luchando por ello’; y deportistas de otras disciplinas como el tenista Fernando Verdasco, ‘María fue un ejemplo de lucha’; o el ciclista Alberto Contador, ‘triste noticia la de María de Villota, mi pésame y apoyo a familia y amigos. DEP’.
Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, en 1996 disputó su primera prueba de karting, en la que obtuvo su primera victoria y que supuso el comienzo de su carrera automovilística. Entre 1996 y 2012, De Villota peleó sin descanso, pilotando prototipos o turismos, en Europa o en Estados Unidos, hasta conseguir la oportunidad como probadora de un Fórmula 1. Cuando el sueño se convertía en una realidad de carne y hueso llegó el varapalo. Después del fatal accidente, ya con su vida fuera de peligro, se miró al espejo por primera vez, sin parches que ocultasen el drama. ‘¿Quién me va a querer así?’, se preguntó María, todavía con secuelas que la obligaban a ir en silla de ruedas. “Ahora, sin embargo, cuando me miro al espejo mi aspecto actual me dice más de lo que es María de Villota”, dijo, valiente, en su primera comparecencia pública tras el accidente ante los mismos medios de comunicación que el lunes esperaban ansiosos la presentación de su libro: ‘La vida es un regalo’.

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