Kia cee’d 1.4 CRDI 5p, año glorioso

La segunda generación del cee’d está llamada a ser un refuerzo de ventas para la firma coreana, una de las que mejor comportamiento en matriculaciones está teniendo en Europa (con crecimientos de dos dígitos), donde las matriculaciones globales pasan por una fase de descenso del orden del 7 % en los cinco primeros meses del año.

Argumentos no le faltan al nuevo cee’d, que es otra demostración palpable de cómo esta marca coreana ejecuta unos saltos cualitativos muy importantes, visibles y aceptados por el consumidor en cada una de las nuevas generaciones de sus creaciones.

El cee’d se apresta a competir en el segmento más duro, por lo abigarrado de su competencia, en Europa y, dentro del viejo continente, también en España, y lo hace con rivales de mucha enjundia, entre ellos el representante de su marca matriz, el Hyundai i30. Será interesante ver este duelo con reminiscencias de derby deportivo.

Por lo que respecta al cee’d, ha modernizado su imagen, incluso la ha dotado de una originalidad que rompe con los clichés de la escasa creatividad oriental. Kia tiene su propia centro de diseño en Europa y sabe captar con bastante tino la especial idiosincrasia continental en cuanto a gustos automovilísticos.

En su figura hay una parte delantera que destila clase con un capó muy inclinado que tiene continuidad en un parabrisas grande, de ángulos cerrados, dibujado para facilitar una excelente panorámica. Con todo, el elemento identificativo está en la parrilla con la forma de hocico de tigre y unos faros alargados, estrechos y dominado buenas porciones de las zonas frontal y lateral. Por cierto, un recurso de diseño que se prolonga en la parte posterior con los pilotos.

Aunque parezca exceso de vista, la zona lateral del cee’d deja ver la modificación de cotas en el alargamiento de la longitud en cinco centímetros y una reducción mínima de altura, con lo que el formato adopta una sugerente línea deportiva. La batalla no se ha modificado y el reglaje de las dimensiones tiene otro capítulo en una disminución de la anchura de la carrocería combinada con un aumento de las vías delantera y trasera

La carrocería de cinco puertas apuesta abiertamente por un concepto más familiar del modelo, en espera de la llegada de la versión de tres puertas que pondrá el acento en la estética juvenil como ha sido la práctica en la primera generación del modelo.

Ese ambiente familiar se traduce en una habitabilidad interior bien resuelta en la parte delantera con amplio espacio para las piernas y bien dimensionado en altura, junto a unos asientos de buen textura, cómodos y bien adaptados para recoger la zona corporal.

Entre filas de asientos no se han notado grandes diferencias respecto al modelo anterior. Simplemente bien en cuanto a la acogida de los pasajeros, aunque los respaldos de los asientos de esta zona dan la sensación de ser demasiado erguidos.

Gusto y refinamiento hay en la instrumentación y, además, no reñida con esa ergonomía que permite un fácil acceso visual y manual a los dispositivos de control. El ordenador de a bordo tiene alguna dificultad inicial de manejo, pero la familiarización se hace rápidamente. La calidad de los materiales tiene evidentes signos de mejora. En definitiva, hay un ambiente muy agradable para viajar y hasta extenderse sin percibir cansancio un buen número de kilómetros.

El maletero también gana en capacidad y queda como un referente bastante aceptable en cuanto a esta dimensión en el segmento. Los asientos traseros se pueden abatir por porciones dejando un suelo completamente plano. En los bajos del maletero: una rueda de repuesto de emergencia.

No hay excesiva complejidad en la oferta motriz del cee’d. Dos gasolina y dos diesel y en los dos ciclos con la misma capacidad de 1.4 y 1.6 litros, aunque, eso sí, cada uno con su registro de potencia específico.

Tocó para la prueba el de acceso diesel de 1.4 litros y 90 CV. Primera impresión: refinamiento en sonoridad, muy silencioso; segunda consideración: en potencia queda corto, y la conexión del aire acondicionado, obligado en estas circunstancias estivales, resta capacidad de respuesta.

El empuje se percibe de forma muy discreta desde inmediatamente después de las 1.500 vueltas, pero el desarrollo en adelante sigue bastante premioso, lo que resta efectividad en la recuperaciones, y lo mismo puede decirse de unas aceleraciones en salida parada que retardan bastante la acción de la puesta en marcha. En pendientes largas, sin excesiva carga, pero con el climatizador operativo, termina llamado al uso de palanca para que no se quede desajustado de vueltas por defecto.

Para circulación en carretera y, por los visto en el diesel del Hyundai i30 con motor 1.6 de 128 CV, también presente en el cee’d, este propulsor queda bastante por encima en prestaciones y rendimientos, sobre todo cuando se trata de circular por carretera.

Punto fuerte, sin embargo, es el de su óptimo consumo, ratificado en números con esos 6 litros que marcó de promedio cada cien kilómetros.

La configuración de la transmisión, manual de seis velocidades está adaptada a ese régimen de tranquilidad con que rueda el coche. Desarrollos bastante largos, que influyen en esa buena nota que consigue el consumo, porque esta versión no contaba con la ayuda de un sistema de parada y arranque automáticos.

Dinámicamente, el coche ha dado pasos de gigante, empezando por esa rigidez torsional de la carrocería, que ha aumentado, nada menos, que un 45 %. La ingeniería ha obrado sus conocimientos en transformaciones muy acertadas en muelles y amortiguadores que consiguen que el coche ruede y apoye con mucha solvencia, incluso en firmes poco cuidados y bacheados, absorbiendo perfectamente estas irregularidades.

Un elemento de apoyo en la guía del coche está en la dirección, donde el llamado sistema Flex Steer con los modos de funcionamiento confort, normal y deportivo establece distintos ajustes de asistencia. Bien equilibrado los dos últimos y el primero es demasiado blando y, por tanto, aconsejable en las maniobras del medio urbano. Los frenos cumplen con su obligación, actúan rápido y detienen en buenas distancias y, a modo de añadido, el ABS se acompasa bien a la acción.

Kia no ha cambiado en su política de precios, donde engloba multitud de conceptos que llevan al resultado final de una óptima competitividad. Las mejoras, obviamente, influyen en las subidas de precios, pero hay sustracciones que equilibran bastante la tarifas iniciales de venta. Por partes: equipamiento de serie profuso y útil; la marca de la casa de los siete años de garantía; y una campaña de descuentos promocionales en el entorno de los 3.000 euros. Por esto y otras cosas se explican ciertos comportamientos en el mercado.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

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Longitud 4,310 m

Anchura 1,780 m

Altura 1,470 m

Distancia entre ejes 2,650 m

Vía delantera 1,549 m

Vía trasera 1,557 m

Peso 1.365 kgs

Capacidad depósito 53 l.

Capacidad maletero 380/1.318 l.

Coef. aerodinámico 0,30

Posición motor Delantero, transversal

Alimentación Inyección directa diesel por

conducto común con turbo de

geometría variable e

intercooler

Cilindros 4 en línea (16 válvulas)

Cilindrada 1.396 c.c.

Potencia máxima 90 CV a 4.000 r.p.m.

Par máximo 220 Nm entre 1.500 y 2.750 r.p.m.

Velocidad máxima 170 km/h

Aceleración 0-100 13,5 seg.

Consumo medio 4,3 l./100 kms

Emisiones CO2 114 g/km

Impuesto de Matriculación Exento

Dirección Asistida eléctrica

Diámetro de giro 10,6 m

Frenos Discos 300 mm (DEL.)

Discos 284 mm (TRAS.)

Suspensión delantera McPherson

Suspensión trasera Multibrazo

Tracción Delantera

Neumáticos 195/65 R 15 (Concept)

205/55 R 16 (Drive)

225/45 R 17 (Emotion)

Transmisión Manual de seis velocidades

Equipamiento de serie ABS con EBD, sistemas de

estabilidad, de asistencia de

frenada, de asistencia en

pendientes, señal de parada de

emergencia, gestión de la

estabilidad, airbag frontales,

laterales y de cortina

Precio 17.890 euros (Concept)

19.390 euros (Drive)

RESTO DE GAMA

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Versión Cilindrada Potencia PVP

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Gasolina:

cee’d 1.4 Concept 1.396 c.c. 100 CV 16.790

cee’d 1.4 Drive 1.396 c.c. 100 CV 18.290

cee’d 1.6 GDI Drive 1.591 c.c. 135 CV 19.790

Diesel:

cee’d 1.6 CRDI Drive 1.582 c.c. 128 CV 20.990

cee’d 1.6 CRDI Emotion Eco-Dyn. 1.582 c.c. 128 CV 23.990

cee’d 1.6 CRDI Emotion Automat. 1.582 c.c. 128 CV 27.490

COMPETENCIA DIRECTA

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Modelo Cilindrada Potencia PVP

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Citroen C4 1.6 HDI 1.560 c.c. 92 CV 17.850

Ford Focus 1.6 TDCI 1.560 c.c. 95 CV 19.200

Hyundai i30 1.4 CRDI 1.396 c.c. 90 CV 17.390

Opel Astra 1.3 CDTI 1.248 c.c. 95 CV 19.325

Peugeot 308 1.6 HDI 1.560 c.c. 92 CV 17.670

Renault Megane 1.5 dCi 1.461 c.c. 90 CV 17.160

Seat Ibiza 1.6 TDI 1.598 c.c. 90 CV 17.380

Toyota Auris 1.4 D-4D 1.364 c.c. 90 CV 17.230

VW Golf 1.6 TDI 1.598 c.c. 90 CV 20.270

Angel Alonso

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