Jaguar F-Type V6 3.0

Jaguar siempre ha tenido en su gama elegantes y atractivos deportivos con los que conquistar a muchos clientes, como los actuales  XK con carrocería coupe y descapotable, que representan a la perfección el concepto de GT 2+2 plazas. Ahora bien, los precios de la gama arrancan en más de 100.000 euros y las sensaciones que proporcionan no son extremadamente deportivas. Por este motivo Jaguar ha lanzado este verano un nuevo miembro en su familia que complementa al XK y que se llama F-Type. En este caso es un deportivo de pura raza, más corto que el XK y todavía más caprichoso, pues se trata de un biplaza inicialmente sólo con carrocería descapotable (próximamente saldrá en versión coupe) que esgrime unos argumentos esencialmente lúdicos. 

a favor-Excelente comportamiento dinámico-Sonido excitante-Sobresaliente relación precio/productoen contra-Maletero muy escaso-Imposible pasar desapercibido
Con este modelo la marca británica pretende reeditar el éxito del Jaguar E-Type de los años 60, y por muchas razones podemos decir que lo consigue. En cuanto a la línea, por muy bonito que sea el nuevo modelo mucho nos tememos que no llega al nivel de “su abuelo”, pero por posicionamiento en el mercado de cada época sí creemos que consigue algo parecido. Aquel mítico E-Type (ver prueba de Autocity sobre un magnífico ejemplar de 1967) triunfó, además de por su extraordinaria belleza, porque estaba al nivel de los mejores deportivos del momento y costaba mucho menos que sus principales rivales. Ahora, 50 años después, sucede lo mismo y el único rival verdaderamente directo del Jaguar F-Type, que es el Porsche 911, cuesta bastante más.
Para comprobarlo nos hemos subido al F-Type más sencillo de las tres motorizaciones que ahora dispone (340 cv, 380 cv y 495 cv). Nuestro Jaguar F-Type 3.0 de 340 cv con la carrocería descapotable y su cambio automático de 8 velocidades cuesta 84.400 euros, 35.400 euros menos que un Porsche 911 Cabrio PDK de 350 cv; y desde luego pertenecen a la misma categoría y se encuentran en un nivel similar. Más lejano por concepción y deportividad queda, por ejemplo, el Mercedes SL, el cual a igualdad de potencia también es sustancialmente más caro que el Jaguar.

Esta vez vamos a comenzar por el final y vamos a adelantar la conclusión: es el deportivo ideal para disfrutar al máximo de la conducción, pertenecer al selecto club de propietarios de los coches del nivel más alto y no gastarse una cantidad exageradamente elevada. Vale, puede que el 911 de Porsche sea todavía más efectivo pero… ¿a quien le importan unas décimas más o menos en un circuito de velocidad cuando el placer que se puede obtener al volante de este F-Type es tan extraordinario? Ah, por cierto, y además no resulta nada incómodo por carreteras bacheadas, algo de lo que pocos deportivos puros como éste pueden presumir.Lo que ha conseguido Jaguar con el F-Type en cuanto a placer de conducción es impresionante
Si la versión V8 más potente de la gama F-Type (495 cv) podría enfrentarse a cualquier otro deportivo de mayor precio y exclusividad, nuestra versión de 340 cv sólo se asemeja al 911 Carrera Cabrio. Que nadie piense en el Boxster de Porsche o en los Z4 y SLK; pues el Jaguar F-Type es claramente “más coche” por numerosas razones tanto objetivas como subjetivas. Pero al margen de si su único rival directo es mejor o peor en unas cosas u otras, vamos a centrarnos en intentar explicar cómo es y cómo va este delicioso capricho.

Con una carrocería de 4,47 metros de largo, 1,92 metros de ancho y 1,31 metros de alto el nuevo F-Type destaca por combinar un estilo moderno con algunos trazos que recuerdan a pasados modelos de la marca, principalmente al mítico E-Type. Quizá sea la trasera la parte más evocadora, con sus afilados pilotos y doble salida de escape central, que más que escapes parecen dos trompetas (como veremos luego, también por su sonido). Otros detalles que destacan son la clásica capota de lona (en nuestro caso negra, pero en opción existen otras tres tonalidades), el spoiler trasero deplegable o las numerosas tomas de ventilación en el frontal, capó y aletas laterales. En cuanto al habitáculo, éste resulta cómodo y con un espacio para piloto y copiloto más que suficiente, sea de la talla que se sea. Eso sí, tras los asientos no cabe prácticamente nada, y en el maletero más bien poco (196 litros de volumen de carga).El nuevo F-Type impone por su anchura y musculatura, además de por su preciosa y evocadora zaga
En el interior la calidad y el diseño de los materiales nos envuelven en un ambiente de lujo. Ya no hay una ruleta emergente para el selector del cambio (como en el resto de modelos Jaguar) sino una pequeña palanca algo más convencional para manejar el cambio ZF de 8 marchas, el cual también puede usarse en modo secuencial a través de las levas del volante. A cambio, y para dar un toque futurista, lo que sí emerge son los aireadores centrales superiores del climatizador, los cuales “se esconden” cuando apagamos el sistema. Los asientos de serie ya son deportivos y con tapizado de piel, pero los de nuestra unidad eran los Performance, más deportivos y con piel de mejor calidad todavía aunque con un sobreprecio de 3.420 €, un extra quizá demasiado caro e innecesario.
Respecto al resto del equipamiento de serie u opcional, nuestro F-Type venía con la medida estándar de llanta, la cual es más que suficiente y se combina con unos neumáticos 245/45 ZR18 delante y 275/40 ZR18 detrás. Eso sí, quien lo desee puede pedir llanta de 19 y hasta de 20 pulgadas. Los faros bixenón y los leds diurnos son de serie, y quizá lo único que se podría pretender de serie y en este caso no lo es sería el navegador (que además cuesta la nada desdeñable cifra de 3.377 €). Y nos dejamos para el final uno de los extras más curiosos, el sistema de escapes activos, es decir, un botón que activa unas válvulas que “dejan el escape más libre” y por tanto suena más, extra por el que hay que pagar 2.267 €.
Pero vayamos a la faena. Arrancamos y podemos seleccionar tres modos de conducción, el normal, el dirigido a superficies deslizantes o el deportivo. Cambian varios parámetros, y realmente se percibe enseguida un comportamiento distinto entre un modo y otro. Otra posible elección, si lleva el extra del sistema de escape antes mencionado, es pulsar o no “el botón mágico”. Lo curioso es que ya sin pulsarlo el nivel sonoro del F-Type es bastante elevado, lo cual agradará a los amantes de la mecánica y la conducción deportiva pero quizá moleste un poco a quien quiera pasar desapercibido y viajar con un bajo nivel de sonoridad. Lo de circular con el botón pulsado es ya una exageración sumamente reconfortante para los más “quemados”. A pleno pulmón el motor del Jaguar suena como un coche de competición de elevado nivel, casi como un F1, y en los pasos de una marcha a otra nos obsequia con unos notables petardeos. Está muy bien esta opción para los que nos apasionan los coches deportivos, pero ya que lo ponen “a la carta” deberían haber dejado una opción que emitiera un menor nivel de decibelios; ya que tan y como está concebido, o suena mucho o suena muchísimo.

Atacando los primeros puertos de montaña nos damos cuenta de que el 3.0 V6 sobrealimentado de 340 cv es más que suficiente y empuja de maravilla. Declara un tiempo de 5,3 segundos de 0 a 100 km/h (un segundo más que el más potente de los F-Type), y la verdad es que entre su contenido peso de 1.522 kilos y la tremenda eficacia de su caja ZF de 8 marchas este F-Type “básico” sale como un tiro ante cualquier demanda de potencia.  Vamos, que salvo para los que se vayan a hacer tandas a circuitos crono en mano, este F-Type de 340 cv es más que suficiente y probablemente el más recomendable de la gama (cuesta 13.000 euros menos que el de 380 cv y 30.000 euros menos que el de 495 cv). Su velocidad máxima es de 260 km/h, mientras que su consumo medio es muy razonable para su nivel prestacional: 9 l/100 km.

Si el empuje merece un sobresaliente, su comportamiento dinámico no puede obtener peor nota. Es divertidísimo, se percibe lo ancho de vías que es por su estupenda pisada y por la confianza que transmite, pero su ligereza y manejabilidad lo convierten en un deportivo puro con el cual experimentar el placer hasta límites insospechados. Además no es excesivamente duro, por lo que sorprendentemente resulta cómodo incluso en carreteras bacheadas. Esta concesión al confort es quizá la que le impida ser tan perfecto y eficaz como un 911 en cuanto a paso por curva y tracción, pero para quien valore ese tipo de cosas debemos decirle que el F-Type S de 380 cv, además de esos 40 cv extra, incluye de serie un diferencial trasero de deslizamiento limitado y el sistema adapatative dynamics, que mejoran la eficacia en conducción deportiva.
      
En definitiva, que este Jaguar F-Type 3.0 es, por 84.400 euros, a “lo más” que se puede aspirar
si pretendemos un deportivo descapotable de prestigio, calidad y prestaciones. No hay nada en el mercado que resulte mejor por ese precio, e incluso los que son significativamente más caros –como el Porsche 911- tampoco logran batirle claramente en la valoración global. Sin duda alguna Jaguar ha dado en clavo y ha concebido un delicioso capricho por el que suspiramos una buena parte de los amantes de los coches deportivos.

Nota: Fotos realizadas en el Hotel Hiberus y Motorland.

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