Fiat Grande Punto vs Renault Clio

Crecen los enanos

Nacieron en el segmento de los utilitarios, pero se han acercado progresivamente al de los compactos. Mientras el Clio se muestra continuista y arropado por su nombre, el Punto rompe esquemas y se vale de su estampa única y atractiva. Los dos son claros aspirantes a ocupar el trono de los grandes ciudadanos, los nuevos ‘cuatro metros’.

La barrera de los cuatro metros de longitud había sido tradicionalmente la frontera entre los coches pequeños y los medianos, la manejabilidad y la polivalencia, la ciudad y la carretera. Pero eso era antes. Los nuevos utilitarios se han ido segregando en pequeños utilitarios —con sede en la urbe— y utilitarios compactos. Hoy probamos dos coches que nacieron en el segmento de vehículos urbanos económicos y sin grandes pretensiones ruteras, pero que ahora llegan a su tercera generación aspirando a dar a sus compradores tantas satisfacciones en la ciudad como en los trayectos interurbanos.
El crecimiento más evidente con respecto a su antecesor quizás sea el del Punto, al que los de Fiat han querido llamar con el apodo de Grande para remarcar su aumento de cotas y también para evitar confusiones con el Punto anterior que seguirá en los concesionarios hasta final de año, aproximadamente. El Grande Punto (en adelante, Punto a secas) apuesta por una imagen rupturista con su antecesor, aportando puro diseño italiano elegante, bello y deportivo.
Por su parte, el Renault Clio se renueva por completo después de dos generaciones en las que se ha hecho un nombre muy resonante en el mercado gracias a unas ventas muy sostenidas en su década de existencia y a ofrecer siempre un producto bien equilibrado en el eje precio–calidad. El Clio es también distinto de su ancestro, aunque es innegable su aire de familia con los modelos de la Régie. Busca homogeneidad, juventud sin estridencias, agradabilidad aún a costa de una pequeña cuota de personalidad.
Ficha técnica:
Fiat Grande Punto 1.3 16v Multijet 90cv Emotion:
16.665 €.

Motor: 1.248 cm3, 4 cil. en L, 16v, turbodiésel, inyección directa Common Rail. Potencia/Par máximo: 90 cv a 4.000 r.p.m. / 200 Nm a 1.750 r.p.m. Frenos del/tras: Discos autoventilados/tambores, ESP opcional. Ruedas: 185/65 R15, llantas de aleación opcionales. Peso: 1.220 kg. Velocidad máxima: 175 km/h. Consumo mixto: 4,6 l/100km.

Ficha técnica:
Renault Clio 1.5 dCi Luxe Privilege 105 cv:
19.070 €.
Motor: 1.461 cm3, 4 cil. en L, 8v, turbodiésel, inyección directa Common Rail. Potencia/Par máximo: 105 CV a 6.000 r.p.m. / 153 Nm a 4.400 r.p.m. Frenos del/tras: Discos autoventilados/discos, ESP opcional. Ruedas: 195/45 R16, llantas de aleación de serie. Peso: 1.285 kg. Velocidad máxima: 190 km/h. Consumo mixto: 4,7 l/100km.

Espacio, por favor

Hoy conducimos más kilómetros y queremos poder cargar con más cosas en más diversas circunstancias. Ello se traduce en mayores cotas en nuestros vehículos. Con 4,03 m de longitud (3,99 para el francés), el Punto se convierte en el más grande de su segmento y en el rival a batir en habitabilidad, sobre todo de las plazas traseras. En este aspecto, y a pesar de ser más que correcto, el Clio no puede con él, y no tanto por amplitud de la banqueta sino por altura libre al techo y, sobre todo, por espacio para las piernas.

En lo que respecta a las plazas delanteras, no nos podemos quedar con alguno de los dos. El Clio ofrece una posición de conducción ligeramente más deportiva, con unos asientos algo más firmes y con mejor sujeción lateral; por su parte, el Punto busca comodidad y eliminar la fatiga en largos desplazamientos, ofreciendo además una posición algo más alta que mejora la visibilidad. En maletero, el Clio gana por 13 litros al Punto (275 l.), aunque parece más aprovechable el del turinés si exceptuamos las dos columnas de la suspensión trasera que invaden un poco más de la cuenta el espacio de carga.

Coche corredor, poco gastador

Dinámicamente, nos encontramos con dos coches muy distintos que tienen en común ofrecer una gran sensación de seguridad a su conductor. El Renault es un vehículo menos refinado en calidad de rodadura. Lejos de ser rudo, deja notar más la carretera y es algo más directo en sensaciones que su contrincante trasalpino, que destaca por ser muy suave y fino. En rumorosidad, la balanza está equilibrada. Mientras el motor del Clio es ligeramente menos silencioso y se escucha más en el interior, el Punto adolece de más ruidos aerodinámicos, sobre todo provocados por los retrovisores y los pilares delanteros del parabrisas.

En cuanto a motor, las dos versiones probadas aquí serán seguramente las que figuren entre las más vendidas de cada uno de los modelos. Tanto el italiano como el francés aquí probados son movidos por sofisticados motores turbodiésel Common Rail de última generación, caracterizados ambos por altas potencias específicas generadas por bajos cubicajes. El dCi 1.5 de Renault ofrece aquí 105 cv sublimes, enérgicos, capaces de mantener en casi cualquier régimen el pedal del acelerador lleno de potencia de reserva para cuando el conductor la requiera. Las diferencias con los 90 cv (teóricos) del Multijet 1.3 16v de Fiat son evidentes a la vista de las cifras, pero son aún más dramáticas en marcha.
No sabemos exactamente qué les ha pasado a los ingenieros al desarrollar este motor. La versión de 70 cv del Multijet 1.3 parecía una excelente base sobre la que ofrecer una versión más potente que complaciera más en condiciones ruteras. Todo nuestro gozo en un pozo. El Punto es lento de reacciones, acelera poco y tarde y sólo es a partir de las 2.300 rpm que empieza a notarse algo más de empuje del motor. Por debajo de esa cifra, no hay nada de nada. Si queremos reacciones rápidas en ciudad, aseguraremos la pervivencia de los fabricantes de embragues. Eso sí, consigue unos registros de consumo que dan risa y que dejan en desventaja al Clio, aunque no por una gran diferencia.

Y si algo se lanza, también hay que pararlo. En frenos, ambos vehículos andan a la par, porque ambos tienen un equipo de frenos potente y bien dosificable (esto último, un poco menos el del Clio, ligeramente más brusco). El Punto nos sorprende nuevamente al montar tambores en el eje trasero, cosa realmente extraña a estas alturas.

La diferencia la pone el Euro

Con este panorama, intentamos definir el cliente–tipo de cada uno de nuestros examinados y nos cuesta tenerlo claro, porque creemos que cualquiera que se decida por uno podría haberlo hecho por el otro. Quizás el Fiat es más satisfactorio para aquél que busque mayor comodidad y un diseño más elegante y deportivo, mientras que el Renault parece algo más joven en diseño y sensación de conducción, aunque su interior aburrido y gris diga lo contrario.

Por acabados y equipamiento de serie andan bastante parejos Punto y Clio, con algún entero de ventaja en el caso del galo. Claro que ya puede, porque hablamos de un diferencial de casi 2.500 € entre uno y otro a favor del italiano. También es cierto que en el del rombo hay equipos de serie que en el Fiat son opción, igual que en el Punto hay opciones que no están disponibles en el Clio. Si optáramos por el Punto con mecánica turbodiésel 1.9 de 130 cv (opción que recomendamos a las claras), el precio se acercaría pero tendríamos una clara ventaja prestacional para el latino.

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