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UN SEÑOR COCHE A BUEN PRECIO
Tras los tumultuosos momentos vividos por Daewoo a lo largo de 2002, parece que 2003 será el momento de relanzar la imagen de la marca gracias a nuevos modelos como el Evanda. Sin buscar conceptos novedosos la marca coreana perteneciente al grupo General Motors pone a disposición del mercado una berlina amplia y cómoda, destacada por su equipamiento y sobretodo por un precio contenido.
El diseño del Evanda, sustituto natural del Leganza aunque vayan a convivir una temporada en las listas de precios, es obra de ItalDesign, el estudio de diseño de Guigiaro. Bajo la carrocería clásica de tres cuerpos se esconde un chasis completamente nuevo con suspensiones traseras independientes por multibrazo. El motor es un dos litros que ofrece 130 caballos bastante elásticos.
El equipamiento es uno de sus puntos fuertes, y en materia de seguridad dinámica ofrece ABS con EBD y control de tracción (TCS). En cuanto a la seguridad pasiva cuenta con airbag frontales y laterales delanteros. Destaca por ofrecer reglajes eléctricos (conductor) y calefacción en los asientos delanteros, climatizador automático o cargador frontal de cinco discos compactos, entre otros muchos detalles. Todo ello por 21.500 euros (automático de cuatro velocidades 23.300 €), un precio muy interesante teniendo en cuenta el completo equipamiento de serie.
Carlos Lera, Autocity.
23 Diciembre de 2002.
Detalles
DETALLES
El Evanda es uno de los coches más grandes de la categoría en la que está llamado a competir, y respecto al Leganza crece nada menos que 10 centímetros en longitud y tres en batalla. Es más grande que los Hyundai Sonata o Kia Magentis.
El maletero no es de los más generosos con 420 litros, un poco justos aunque suficientes en la mayoría de las situaciones, y con formas regulares que facilitan el mejor aprovechamiento posible de la capacidad disponible. En caso de necesitar un volumen extra para cargas de gran tamaño se puede abatir el asiento trasero en dos partes asimétricas (60/40) y en este caso se llega a 1.445 litros.
En el interior sin embargo el espacio es excepcional, destacando en las plazas traseras por espacio récord entre los suyos en todas las direcciones (960 mm. para las piernas y 1.445 mm. de anchura de hombros).
Delante también es amplio y cómodo, pero además ofrece elementos que incrementan la comodidad, como los ajustes eléctricos del asiento del conductor, el climatizador automático con ajuste de temperatura, el retrovisor interior fotosensible antideslumbramiento, mando a distancia, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas, retrovisores retráctiles, etcétera. Lamentablemente no ofrece reglaje en distancia para el volante, aunque sí en altura.
El salpicadero es funcional, de buen aspecto visual y con recubrimientos espumados de buen tacto. Algunos apliques imitación a madera pueden causar un buen efecto para quien le guste este tipo de acabado. El volante, recubierto con cuero al igual que el pomo del cambio, incluye los controles del equipo de sonido.
Guigiaro ha conjugado en su apariencia exterior elementos modernos como los faros multifuncionales o los parachoques perfectamente integrados con otros clásicos, como la disposición muy marcada de los tres volúmenes (motor, habitáculo y maletero) o la parrilla frontal cromada que reproduce el nuevo emblema de la marca.
Cuenta con faros auxiliares antiniebla delanteros y bajo la tapa de metacrilato que les da forma las ópticas principales cuentan con dos parábolas diferenciadas para la luz de cruce y la larga.
En marcha
EN MARCHA
El Evanda es uno de los coches más grandes de la categoría en la que está llamado a competir, y respecto al Leganza crece nada menos que 10 centímetros en longitud y tres en batalla. Es más grande que los Hyundai Sonata o Kia Magentis.
El maletero no es de los más generosos con 420 litros, un poco justos aunque suficientes en la mayoría de las situaciones, y con formas regulares que facilitan el mejor aprovechamiento posible de la capacidad disponible. En caso de necesitar un volumen extra para cargas de gran tamaño se puede abatir el asiento trasero en dos partes asimétricas (60/40) y en este caso se llega a 1.445 litros.
En el interior sin embargo el espacio es excepcional, destacando en las plazas traseras por espacio récord entre los suyos en todas las direcciones (960 mm. para las piernas y 1.445 mm. de anchura de hombros).
Delante también es amplio y cómodo, pero además ofrece elementos que incrementan la comodidad, como los ajustes eléctricos del asiento del conductor, el climatizador automático con ajuste de temperatura, el retrovisor interior fotosensible antideslumbramiento, mando a distancia, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas, retrovisores retráctiles, etcétera. Lamentablemente no ofrece reglaje en distancia para el volante, aunque sí en altura.
El salpicadero es funcional, de buen aspecto visual y con recubrimientos espumados de buen tacto. Algunos apliques imitación a madera pueden causar un buen efecto para quien le guste este tipo de acabado. El volante, recubierto con cuero al igual que el pomo del cambio, incluye los controles del equipo de sonido.
Guigiaro ha conjugado en su apariencia exterior elementos modernos como los faros multifuncionales o los parachoques perfectamente integrados con otros clásicos, como la disposición muy marcada de los tres volúmenes (motor, habitáculo y maletero) o la parrilla frontal cromada que reproduce el nuevo emblema de la marca.
Cuenta con faros auxiliares antiniebla delanteros y bajo la tapa de metacrilato que les da forma las ópticas principales cuentan con dos parábolas diferenciadas para la luz de cruce y la larga.