Citroën C5

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LA GRAN ESPERANZA

Mostrado oficialmente en su lugar de producción, la planta bretona de Rennes-La Janais, su comercialización definitiva en España no se efectuará hasta finales de marzo, tras su presentación oficial a finales de febrero.
No por esperada el C5 constituye una novedad menor; en primer lugar, por su tamaño se sitúa un punto más arriba que el Xantia y otro más abajo que el difunto XM, con voluntad por ahora de relevar a los dos, aunque el Xantia tiene asegurado todavía al menos un año de vida. Nuevo alto de gama de Citroën, el C5 es una berlina tricuerpo pero con portón trasero, muy bien disimulado por cierto, como en el Xantia. Con 4,62 m de largo, 1,77 de ancho y 1,48 de alto (cota ésta inusitada y seña de identidad del modelo) el C5 rompe la tradición de nombres con «X» que ha caracterizado a los Citroën de las últimas tres décadas, para volver a las más fría denominación alfanumérica.

Diseño

DISEÑO

Diez cm más largo que el Xantia y notablemente más alto, el C5 es una gran berlina de 2,75 m de batalla, cuya longitud resulta más contenida de lo esperado, sobre todo en función de la pauta marcada por sus nuevos rivales, como el Ford Mondeo o el Renault Laguna. El C5 es sin embargo, el primer buque insignia de la marca que rompe con el vanguardismo estilístico que siempre han encarnado los modelos máximos de Citroën desde el lanzamiento de los ID/DS, ya hace casi medio siglo.
Su imagen es bastante conservadora, especialmente por detrás, con unos grupos ópticos nada llamativos y una tapa recta de maletero donde cuesta adivinar la existencia del portón, mientras que por delante su frontal recuerda al de los nuevos Xsara y Picasso. Eso sí, su amplitud interior marca nuevos estándares en la marca, y su funcionalidad también, con el portón totalmente integrado en una carrocería que es más de tres volúmenes que de dos y medio, con un maletero de 456 litros de capacidad apenas 20 litros más que el Xantia ampliable a más del doble si se pliegan los asientos traseros.

Motor

MOTOR

De formas muy fluidas y curvilíneas, el C5 monta de momento sólo dos motores (el V6 3.0 de 210 CV y el 2.2 HDI 16V de 136 CV) ya conocidos en la gama Peugeot, y se ofrece en dos niveles de acabado (SX y Exclusive, aunque habrá también un X en Francia). Pero hay más motores en cartera, entre ellos el diesel 2.0 HDI de 110 CV también con filtro de partículas y dos gasolina, un 2.0 16V de 138 CV, y una versión de inyección directa del mismo 2.0 HPI de 143 CV, que adoptará la técnica de inyección directa estratificada y será el primer motor de inyección directa de gasolina del grupo PSA. Luego. en un futuro más lejano, quizá incorpore el futuro V6 HDI que PSA desarrollará en colaboración con Ford.
Otra novedad del C5 es que estrena en Citroën no sólo la plataforma PF3 la mayor del grupo sino también la suspensión hidroneumática de tercera generación (Hidractiva III) que añade dos programas (confort y sport) que se suceden automáticamente según el estilo de conducción y condiciones de la carretera, aunque el conductor puede mediante una tecla seleccionar en modo fijo el programa Sport. Novedad de esta Hidractiva III es su altura al suelo, variable ahora según el programa y velocidad de conducción y ajustable a voluntad por el conductor, oscilando en 15 mm en el eje delantero y 11 mm en el trasero. Además, requiere un mínimo mantenimiento (ninguno hasta los 200.000 km o 5 años).

Seguridad y Equipamiento

SEGURIDAD Y EQUIPAMIENTO

En seguridad, el C-5 dispone de airbags delanteros, laterales y de cabeza, y frenos ABS de serie (con servofreno de emergencia) así como control de tracción ASR. El control dinámico de estabilidad (ESP) está también previsto en opción para más adelante, aunque como precisó Folz, no lo incorpora de serie «ya que gracias a su bondad de bastidor, ha sido diseñado para que no le sea necesario». La transmisión es manual, de 5 relaciones, pudiendo montar una automática inteligente de 4 y también una automática secuencial de 5 (2.0 16V y 3.0 V6) y su precio (entre 3,5 y 5 millones de pesetas en Francia) lo situa por debajo de la dura competencia germana del segmento medio y medio/alto, y claramente distanciado de la de su primo hermano el Peugeot 607. No en vano habrá más adelante un C6 (Lignage) desarrollado sobre su plataforma, que será el futuro gran modelo de lujo de Citroën.
En su equipamiento, aún por definir para España, se espera que cuente desde el nivel SX con un acabado de lujo, por encima de sus más directos competidores (incluyendo climatizador de aire y ordenador de a bordo), aunque lo más llamativo serán sus «gadgets» gracias a las ventajas de la conexión multiplex y la gestión inteligente de servicios (BSI), que permitirán funciones tales como el limpiaparabrisas automático, función «black panel» (oscurecimiento selectivo de indicadores) del cuadro de mandos, encendido y apagado temporizado de las luces internas, sensores de aparcamiento, detectores de baja presión de inflado de neumáticos, etc Y por supuesto un sistema de navegación (en opción o de serie, según versiones) con función de reconocimiento de voz y sistema Auto PC para controlar tanto el navegador y su cartografía como el teléfono, la radio, lector y cargador CD, etc, con pantalla simplificada en blanco y negro o bien otra ampliada a color y formato 16/9 (7 pulgadas).

A la venta para finales de esta primavera, contará al año que viene con una versión break y las nuevas motorizaciones 2.0 HDI de 110 CV y 2.0 de 138 CV que centrarán su oferta más hacia la baja, haciendo sitio al futuro C6 que será realmente el gran buque insignia de la marca. Además, Citroën realizará un esfuerzo adicional en cuanto a la reducción de plazos de entrega, que aunque superarán las dos semanas, no rebasarán el mes en cuanto se haya alcanzado la velocidad de producción de crucero.

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