Audi TT Roadster 1.8 TFSI, un capricho básico

Pero racionalidad no es sinónimo de funcionalidad, limitada en este caso por los escasos espacios disponibles en el habitáculo, aunque alguno hay,m y un maletero de sólo 250 litros, empequeñecido en algo más de 40 litros por las necesidades de la capota de lona, muy pequeña pero que necesita de un cobijo.

En arquitectura y diseño, el Audi TT Roadster es un coche de contraste si es comparado con el Coupé, del que deriva. La suave caída de líneas hacia atrás desaparece en este convertible, caracterizado por una pequeña cúpula de lona que supone un acusado contraste con el resto del cuerpo, que sí mantiene el músculo visual de la arquitectura coupé.

La línea de techo hace que este TT Roadster tenga mayores similitudes con la anterior generación del modelo que las diferencias generacionales marcadas entre los coupés.

Otra distinción es la tapa del depósito de combustible. Está ubicada encima de la rueda trasera y es de aluminio en una concesión a lo clásico.

En la parte trasera, un rasgo común con el Coupé es el alerón trasero desplegable. A partir de 120 km/h sube para reconducir el flujo de aire superior y evitar turbulencia que alteren la fluidez dinámica del coche.

En relación a la primera generación de este deportivo, este Roadster es más largo y ancho, ya que con sus 4,178 centímetros de largo es 13,7 centímetros más largo y sus 1,842 de ancho, 7,8 más ancho.

La altura y la batalla también han aumentado, pero mucho menos, ya que la primera cota es 8 milímetros mayor y la distancia entre ejes es de 4,6 centímetros.

Las mejoras en esta nuevo TT también afectan al coeficiente aerodinámico, que ha asado de un Cx de 0,34 a un 0,32.

Este TT Roadster sigue la tradición de Audi y mantiene la capota de lona, más ligera, pero con mayores riesgos de supervivencia en la calle.

De serie, en esta versión, la capota es de apertura manual y si se quiere la comodidad del automatismo no queda más remedio que engordar la factura con la opción de incorporar un sistema de plegado que, por otra parte, es muy eficiente, porque logra completar la operaciones de apertura o cierre en sólo 12 segundos y hasta una velocidad de marcha de 50 km/h

Audi dice que la elección de la capota de lona es una decisión tomada con pleno conocimiento de causa, que aporta ventajas prácticas en comparación con un techo rígido de acero.

Entre los argumentos a favor esgrime un reducido peso y así rebaja el centro de gravedad del TT Roadster, un espacio reducido para guardarla cuando se pliega, lo que hace en forma de zeta y de forma que no necesita ninguna tapa adicional.

La capota ha sido construida de forma que apenas deja pasar ruido del exterior. Este es un aspecto de notable calidad. El confort acústico interior a cualquier velocidad es elevado y merece una nota muy alta.

Como en todo convertible, la construcción del bastidor y de la carrocería es un aspecto de relevancia. El TT Roadster pierde el pilar central del Coupé, un punto crítico para la rigidez estructural y la seguridad.

Audi ha utilizado en este proceso la tecnología Audi Space Frame, aunque evolucionada hasta convertirse en una construcción híbrida que combina materiales de distinta dureza, utilizados según sus cualidades en las partes del coche que mejor se adaptan a las cualidades materiales, en este caso, del aluminio y del acero.

De esta forma la carrocería se compone de un 58% de aluminio y de un 42% de acero, una mezcla que arroja en la báscula un peso muy ligero para este tipo de deportivos.

Esta construcción híbrida ha llevado a un reparto óptimo de masas entre los ejes, con la utilización mayoritaria de los aceros en la zona trasera del coche, siempre más ligera que la delantera en este tipo de deportivos con motores en ubicación delantera.

Como no tiene pilar central, los montantes A que enmarcan el cristal delantero han sido reforzados, integrándose en el marco una estructura tubular de acero de alta resistencia, al igual que los estribos laterales, reforzados en el interior con una estructura de costilla.

El resultado es una mayor rigidez estructural y una mayor resistencia a la torsión que la marca asegura es un 120 % superior a la del anterior TT convertible.

Y también un menor peso. La carrocería arroja en báscula 251 kilogramos, un 45 % menos que si hubiera sido construida en acero, es decir un sobrepreso de hasta un centenar de kilos.

En la parte mecánica el protagonista de esta versión es un viejo conocido. Se trata del motor 1.8 de inyección directa y turboalimentado, con 160 caballos como carta de potencia, que ha ido mejorando con el tiempo hasta lograrse un motor eficiente de poco consumo que obliga a hacer cálculos, con resultados muy ventajosos si no se cubren al año muchos kilómetros.

El 1.8 TFSI tiene un tacto de uso sedoso. Es silencioso y sin vibraciones y ofrece respuestas similares a las de los motores diesel, especialmente en las recuperaciones, porque es capaz de responder con energía desde de las 1.500 vueltas, algo impensable hace un par de lustros.

Además, esta cualidad, favorece un gran ahorro en operaciones de cambio de marcha, porque estamos ante una caja manual de seis velocidades que ofrece un buen escalonamiento, aunque las relaciones son demasiado abiertas en los dos últimos escalones, claramente fijadas así para mejorar el consumo de carburante.

Los 160 caballos ofertan una alternativa básica en la gama pero muy interesante y suficiente para obtener sensaciones en la conducción deportiva.

Las aceleraciones de este motor son suaves, al tiempo que enérgicas, y las respuestas desde la parte más baja del motor son gratificantes, porque sacan rápidamente al coche de la pereza.

El mejor medio para disfrutar de las condiciones de este convertible está en un escenario de curvas, sean abiertas o cerradas, porque el bastidor se va colocar con franqueza en los trazados, sin malas reacciones.

Esta versión equipa de serie una suspensión convencional, de comportamiento muy distinto a la magnética, que es una opción que sube el elevado el ya precio del coche.

El TT Roadser es rápido y ágil. Da sensaciones de kart cuando rueda en los recorridos más tortuosos.

Con todas sus cualidades dinámicas, el TT Roadster es un deportivo ubicado en un mercado reducido, de los llamados de nicho, con un volumen de ventas escaso, limitada por un alto precio, con un listado de opciones que aún sube mucho más el ya elevado precio de tarifa, aunque este esté en la media de sus competidores.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

————————

Longitud 4,187 m.

Anchura 1,842 m.

Altura 1,353 m.

Distancia entre ejes 2,468 m.

Ancho de vía delantera 1,572 m.

Ancho de vía trasera 1,558 m.

Chasis Monocasco de acero

y aluminio

Peso 1.260 kg.

Coeficiente aerodinámico 0,32

Capacidad depósito 55 l.

Capacidad maletero 250 l.

Posición del motor Delantero longitudinal

Cilindros 4 en línea (16 válvulas)

Cilindrada 1.798 c.c.

Alimentación Inyección directa,

turbocompresor e

intercambiador de calor

Potencia 160 CV a 5.000 6.200 rpm

Par máximo 250 Nm a 1.500-4.200 rpm

Transmisión Manual de 6 velocidades

Embrague Monodisco en seco

de accionamiento

hidráulico

Velocidad máxima 250 km/h (limitada

electrónicamente)

Aceleración 0-100 7,4 seg.

Emisiones de CO2 152 g/km

Impuesto de matriculación 9,75 %

Consumo mixto 6,5 l.

Dirección Electromecánica con

servoasistencia variable

Diámetro de giro 11 m.

Frenos delanteros Discos ventilados (312 mm)

Frenos traseros Discos sólidos (286 mm)

Suspensión delantera Brazo telescópico

McPherson con brazos

triangulares transversales

inferiores de aluminio,

cojinetes giratorios

de aluminio, chasis

auxiliar de aluminio,

barra estabilizadora,

radio de pivotamiento

corrector de vía

Suspensión trasera Eje de cuatro brazos con

disposición separada de

muelles y amortiguadores,

chasis auxiliar, barra

estabilizadora tubular

Neumáticos 225/55 R 16

Precio 34.550 euros

RESTO DE GAMA

————-

Versión Cilindrada Pot. PVP

—————————————————————–

Gasolina:

TT Roadster 2.0 TFSI 1.984 c.c. 250 CV 41.170

TT Roadster 2.0 TFSI S tronic 1.984 c.c. 211 CV 45.350

TT Roadster 2.0 TFSI quattro S tronic 1.984 c.c. 211 CV 48.280

TTS Roadster 2.0 TFSI quattro 1.984 c.c. 272 CV 58.430

TTS Roadster 2.0 TFSI q, S tronic 1.984 c.c. 272 CV 60.940

TT RS Roadster 2.5 TFSI quattro 2.480 c.c. 340 CV 68.450

TT RS Roadster 2.5 TFSI q. S tronic 2.480 c.c. 340 CV 68.930

Diesel:

TT Roadster 2.0 TDI quattro DPF 1.968 c.c. 170 CV 44.070

COMPETENCIA DIRECTA

——————–

Modelo Cilindrada Pot. PVP

—————————————————————–

Alfa Romeo Spider 1.8 TBi 1.750 c.c. 200 CV 39.316

BMW 120i Cabrio 1.995 c.c. 170 CV 36.100

Mazda MX-5 2.0 Sportive 1.999 c.c. 160 CV 33.800

Mercedes-Benz SLK 200 BE 1.796 c.c. 184 CV 42.300

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

Privacy & Cookies Policy