Insa Turbo y Universidad de Elche crean un etiquetado para el neumático renovado

Se trata de una etiqueta paralela, no oficial, similar a la que llevan de forma obligatoria los neumáticos nuevos, que dice a los consumidores que con un neumático renovado se ahorra un 45 % de consumo de petróleo y se reducen las emisiones en un 52 % respecto a un neumático nuevo, además de ser cien por cien seguros.

La etiqueta ha sido desarrollada conjuntamente con la Cátedra de Neumático Renovado de la Universidad Miguel Hernández de Elche, ciudad próxima a Aspe, sede de la compañía.

Esta Cátedra es única en España y está promovida por la Asociación Española del Neumático Reciclado (AER) y TNU (Tratamiento del Neumático Fuera de Uso), gestor de la retirada de estos neumáticos una vez cumplido su ciclo de vida.

La nueva etiqueta ecológica de Insa Turbo da valor a los neumáticos renovados a la estela del etiquetado que desde el pasado 1 de noviembre deben exhibir obligatoriamente los neumáticos nuevos convencionales en la Unión Europea.

Insa Turbo -empresa familiar de segunda generación- concluirá este año con una producción de 400.000 unidades en su planta alicantina, de la que aproximadamente el 50 % será exportado a otros mercados en los que el neumático renovado forma parte de los hábitos de los conductores.

Del total producido, 175.000 son neumáticos renovados para turismos (35.000 de ellos de invierno), otros 175.000 son para vehículos todoterreno y furgonetas y 50.000 para camión, un sector en el que prácticamente el cien por cien de usuarios lo usan, sean empresas o particulares.

En el camión es común dar hasta cuatro vidas a un neumático: la de nuevo, una segunda de esculpido, una tercera como renovado y una cuarta también de esculpido.

En el proceso de renovación de los neumáticos se reutilizan las carcasas, el elemento estructural más caro en el proceso de producción de un neumático nuevo, por lo que con el reciclado el ahorro en costes y precio final puede llegar al 60 %.

Este ahorro es la principal razón para el uso de neumáticos renovados en las flotas de camiones y autobuses o líneas aéreas, ya que en el 95 % de los aviones se recurre al renovado de neumáticos).

En las instalaciones en Aspe de Insa Turbo, asentadas sobre una superficie de 250.000 metros cuadrados, entran cada día alrededor de 5.000 neumáticos fuera de uso, de los que sólo sirven para renovar un 25 %, yendo a parar el resto a una planta de tratamiento de la propia compañía, en la que separa el acero de la carcasa, de alta calidad, y el resto de los materiales.

La goma de los neumáticos es troceada y triturara con distintos granulados, según su aplicación, sea para combustible o transformación en losetas de seguridad, césped artificial, suelas para calzado o componentes de mezclas asfálticas que son capaces de reducir las distancias de frenado en carretera o disminuir el ruido de rodadura.

Un neumático que supera el control de inspección y calidad para ser reutilizado pasa por un proceso inicial que deja la carcasa limpia de goma vieja para en un fase posterior ser renovado con la el mismo proceso y tecnología de fabricación de un neumático nuevo.

Insta Turbo utiliza bandas de rodadura con dibujos que son prácticamente idénticos a los originales, de forma que el neumático mantiene las propiedades dinámica e incluso las materiales, porque las mezclas de caucho son realizadas por otra factoría, también de Insa Turbo, que produce combinaciones de alta tecnología para otros fabricantes de neumáticos nuevos.

Gran parte de la tecnología utilizada por Insa Turbo deriva de la transferida por el fabricante coreano Hankook, ya que desde hace una década la empresa española hace el renovado de todos los neumáticos de camión de esta marca en España.

Los componentes de la goma en un neumático nuevo de turismo consumen 23’5 litros de petróleo, mientras que para renovar ese mismo neumático se ahorran 10’5 litros de petróleo, dejando a su vez de emitir el 51’7% de emisiones de CO2 (32’8 Kg de emisiones de CO2).

Insa Turbo, durante sus 25 años de actividad basada en la fabricación de neumáticos reciclados, ha evitado la emisión de más de 7 millones de toneladas de CO2, la misma cantidad que hubiese supuesto plantar más de 500.000 hectáreas de pinos carrascos (7 veces la extensión del Parque Natural de Doñana) y ha ahorrado más de 2.800 millones de litros de petróleo. Fernando A. Marqués

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