General Motors llama a revisión más de 14.000 vehículos
El modelo Impala sufre un problema en la dirección asistida, ya que una de las mangueras de la pieza puede quedar demasiado cerca del catalizador y el calor de éste podría derretir la manguera, causar una fuga de fluido y, en el peor de los casos, provocar incendios en el vehículo.
General Motors ha subrayado que hasta el momento el fallo no ha dado lugar a quejas o a heridos.
Los LaCrosse acusan un problema en su sistema de control de estabilidad, que puede estar mal calibrado.
Por ello, este modelo puede no detectar un mal funcionamiento del sensor, motivo por el que la luz de advertencia no se iluminaría, lo que podría causar graves accidentes.
Un mal funcionamiento del sensor podría activar el sistema de control de estabilidad cuando no correspondiese y provocar una pérdida de control del vehículo.
Para solucionar el problema, los concesionarios reprogramarán el módulo de control de frenos electrónicos de forma gratuita.
Los modelos de los Chevrolet Impala llamados a revisión por el fabricante son los fabricados entre abril y julio de 2011, mientras que los Buick Lacosse afectados son los que se han construido entre junio y julio de este año.