El piloto australiano fue despojado de su segunda plaza horas después de concluir la carrera al detectarse en la revisión técnica del monoplaza que éste ‘superaba constantemente el límite de flujo de combustible de 100 kg/h., lo que suscitó su exclusión de carrera por los comisarios técnicos, si bien Red Bull apeló e insisten en que no hicieron nada malo y van a ‘luchar contra el fallo’.
‘No es culpa de Daniel y yo no creo que sea tampoco culpa del equipo ya que hemos cumplido con la norma’, declaró Horner al Sydney Morning Herald.
‘Estoy muy decepcionado, muy sorprendido…, y espero que con el proceso de apelación quede claro que el coche se ha ajustado en todo momento a la normativa pues no estaríamos apelando a menos que estuviésemos seguros de que tenemos un caso defendible’, agregó.
Christian Horner restó credibilidad al rendimiento del sensor de combustible, utilizado por primera vez en Australia en competición al ser esta la primera temporada en que se imponen límites de combustible y del caudal del combustible.
‘Estos sensores de consumo instalados por la FIA -Federación Internacional de Automovilismo- para medir el combustible han demostrado ser problemáticos en la calle de talleres y desde su introducción han generado discrepancias pues es una tecnología inmadura y creemos que no se puede confiar al ciento por ciento en los datos que refleja’, añadió Horner.