Fumadores al volante

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MAS PELIGROSOS

Todos conocemos ya lo perjudicial que resulta el tabaco para la salud, pero ¿perjudica también a la conducción? La respuesta es un sí rotundo, pero no sólo por lo que todos pensamos (distracción al encender un cigarrillo, la inutilización de una mano, humo que se mete en los ojos…), sino que, según un reciente estudio publicado por la revista Atención Primaria, a su vez el fumador acumula monóximo de carbono, lo cual disminuye el nivel de vigilancia y atención al volante. Por tanto, se destapa que el fumador es más peligroso al volante incluso cuando no está fumando.
  La ofensiva contra el tabaco avanza a pasos agigantados -en boca de todos está la reciente obligación de poner en las cajetillas los polémicos mensajes de advertencia- pero de momento no ha llegado a las leyes de circulación. Y decimos de momento, porque con la creciente dureza de las normas de tráfico, y el ejemplo de otros países latinoamericanos (Brasil, Colombia, Chile…) que ya han prohibido fumar al volante, no sería de extrañar que pronto se prohibiera el acto de fumar mientras se conduce en España y el resto de países.
El tema de las distracciones al volante es algo que ya se ha estudiado mucho. Según diferentes informes, entre el 25% y el 35% de los accidentes están causados por las distracciones al volante. Pero bien es cierto que entre las distracciones se cuenta comer y beber, manejar la radio, expulsar un insecto, ajustar los diferentes dispositivos del vehículo, actos relaccionados con fumar, y hablar por el móvil (esto último sí castigado por ley).
Pero vayamos a lo hasta ahora desconocido por muchos conductores: la incidencia negativa del tabaco en el conductor aun mientras no conduce. Según el estudio publicado en Atención Primaria, encabezado por el doctor J.M. Buñuel Granados, los motivos por los que en su muestra los fumadores padecían el doble de accidentes que los no fumadores pueden ser los siguientes: Primero, el ya conocido por todos, las distracciones que produce encender un cigarrillo, soltar una mano del volante o la irritación de los ojos por el humo del cigarro. Segundo, que el comportamiento de los fumadores es diferente (probable tendencia a asumir más riesgos). Tercero, la toxicidad directa del monóxido de carbono (CO) que disminuye el nivel de vigilancia y atención. En algún estudio se ha relacionado el aumento de los valores de carboxihemoglobina con una reducción de la visión nocturna, lo que puede producir errores de conducción. Y cuarto, los problemas médicos asociados, sobre todo en relación con la enfermedad cardivascular aguda.
Las conclusiones de este informe, realizado por un grupo de médicos de Zaragoza y en el que se han analizado un total de 1.214 conductores, concluyen que los fumadores estadísticamente tienen el doble de accidentes de tráfico que los no fumadores. Otros informes realizados afirman igualmente la peligrosidad del tabaco y la conducción. En Montreal (Canadá) se llegó a la conclusión de que el hecho de fumar se relacionaba con más frecuencia en los accidentes que la edad, el sexo, o la distancia recorrida. Por otra parte, en Inglaterra las compañías de seguros han considerado que al menos el 5% de los accidentes de tráfico son directa o indirectamente atribuibles al hecho de fumar en el interior del vehículo.
En definitiva, que ya conocemos un motivo más entre los cientos de buenos motivos para que los fumadores abandonen definitivamente el tabaco.
Enrique Marco, Autocity.
27 de diciembre de 2005

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