Ford Focus TDCI 110 CV

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UN CONJUNTO EQUILIBRADO

Ford puede presumir de tener actualmente una gama diesel como nunca ha tenido. Gracias al acuerdo con PSA todos los motores que ofrecen con este combustible se encuentran a un excelente nivel, tanto de prestaciones como de consumo. El TDCI 1.6 litros de 110 caballos que probamos en el Focus, es el mejor ejemplo.
p>   Puede que 110 caballos hoy en día parezca una cifra poco llamativa, pero si tenemos en cuenta la cilindrada del motor que los produce y sobre todo el brío que caracteriza su funcionamiento nos encontramos ante un propulsor interesante. El consumo es mínimo, el empuje muy grande y la potencia más que suficiente incluso para el uso que le van a dar muchos conductores que a priori se decantan por el motor gordo (2.0, 136 caballos), por aquello de que más vale burro grande. Otro punto fuerte de este motor es el consumo de gasóleo, que en circuito mixto a ritmo normal no superó en nuestra prueba los 4,8 litros de media anunciados por el fabricante.
p>Ya nos sorprendió en el Mazda 3 y ahora se confirma como un gran motor aunque también tiene sus ‘peros’. Es ruidoso y vibra más de la cuenta, lo que le resta algo de refinamiento que no suavidad (algo siempre difícil en un motor diesel); y antes de llegar el régimen de par ideal tiene un vacío notable, seguramente por el retardo en la respuesta de la turbina. Puntos importantes y mejorables, pero que no empañan sus virtudes.
p>Por lo demás, en la primera prueba realmente a fondo que tenemos ocasión de realizar al nuevo Focus, hemos comprobado que el espacio interior ha ganado en materiales, presencia y espacio. Dinámicamente, la sensación general es que entusiasma menos que la generación anterior. Es claramente más torpe, pero a cambio gana en nobleza. La pregunta es ¿realmente la necesitaba?
p>Carlos Lera, Autocity.com
9 de Junio de 2005

Interior

INTERIOR

El aumento de dimensiones experimentado por el coche se traduce en más espacio interior, y tanto las plazas delanteras como las traseras se benefician de una mejora notable en todos los sentidos: suficiente longitud para las piernas, notable anchura para los hombros y mucha altura en las plazas delanteras para las cabezas pero no así en las traseras, donde se acusa que el pilar C de la carrocería nace adelantado desde el plano horizontal del techo. Es uno de los compactos más amplios, si no el que más, salvo en la comentada altura para las cabezas en las plazas traseras. Los 385 litros de maletero tampoco están nada mal y lo ponen así mismo a la cabeza de la nutrida concurrencia de compactos.También se aprecia una mejora de los acabados por los materiales empleados, aunque respecto a los diseños las opiniones no coinciden dependiendo de quien vengan. Las formas rectas y audaces del pasado, dejan sitio a un salpicadero más serio, de mejor aspecto visual, pero menos alegre. El Focus se ha ‘mondeizado’, para lo bueno y para lo menos bueno. El material empleado en los revestimientos plásticos personalmente me encanta. Es rugoso y negro, de apariencia mate como si fuera goma, y mullido. Al tener un acabado que no brilla tiene una ventaja: cuando el sol se encuentra en todo lo alto no se refleja en el parabrisas, evitando entorpecer la visión.

p>Aunque la capacidad interior es mayor, no ha mejorado la ergonomía de los asientos, que como suele suceder en Ford no son los más indicados para largos viajes. En ciudad y trayectos cortos su mullido y los respaldos rectos los hacen agradables, pero si se ruedan varios cientos de kilómetros de seguido sujetan poco la espada, y los reposacabezas tienen un extremo saliente que no me gusta, porque queda demasiado cerca de la cabeza y el resto no sirve para apoyar la nuca.
p>Por último, aunque el equipamiento podéis verlo en la tabla de opciones, quiero destacar que de serie el Focus 1.6 TDCi Sport tiene un par de lagunas. Por un lado las llantas de aleación, que en una versión que se denomina Sport deberían ser de serie, y también el control de estabilidad y unos airbag de cortina que cubran las plazas traseras. Pero también es cierto que por lo demás está bien dotado: airbags frontales laterales y de cabeza para las plazas delanteras, climatizador, cierre centralizado con mando a distancia, elevalunas eléctricos delanteros, volante de cuero, etcétera.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO

Ford ha decidido que el nuevo Focus siga las tendencias de los coches europeos más vendidos de la competencia en el segmento, dejando de lado parte de la agilidad que caracterizaba la anterior generación. El primer Focus sorprendía por la audacia de su puesta a punto en cualquier versión, teniendo en cuenta que nació para superventas, y resulta sorprendente que Ford haya abandonado este carácter pese a haber logrado el objetivo de venderlo, y muy bien, con la primera serie.

p>Estabilidad intachable
El comportamiento, no obstante, no admite críticas desde el punto de vista de la estabilidad; y además resulta muy fácil y relajado de conducir, lo que siempre es un punto positivo en un compacto pensado para jóvenes, mayores, principiantes y conductores de toda la vida. La buena estabilidad, junto con un comportamiento muy neutro a alta velocidad, son buenos aliados para rodar muy bien por autopista y vías rápidas. En trazados más lentos es predecible y solo un poco subvirador. Es uno de los compactos más destacados por comportamiento, lo que como ya he dicho no quita para que echemos de menos la brillantez de su antecesor en zonas de curvas.
p>Frenos mejorables
Si hay algo del nuevo Focus que no me convence es el sistema de frenos. Es suficientemente potente, pero no disipa bien el calor en un uso intensivo y como consecuencia llega a bajar claramente de rendimiento tras un uso intenso.

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