Dacia Lodgy 1.2 TCe Laureate

En plena crisis y con unos años pasados bastante duros a nivel económico, Renault tiene una de las mejores gamas de coches de bajo coste en la que se encuentra este Lodgy de la marca Dacia, la marca por excelencia entre los mencionados modelos económicos. Y este Lodgy supone el monovolumen compacto de 7 plazas más económico del mercado, que nos sorprende con un diseño muy aparente y con un estilo nada desagradable, incluso se podría decir que atractivo según se mire, un interior extremadamente funcional y muy espacioso hasta para siete pasajeros, opcionalmente en esta unidad, y con un maletero más que aprovechable para una familia media o numerosa.

a favor-Funcionalidad máxima para 7 pasajeros-Precio imbatible-Equipamiento con lo imprescindibleen contra-Aspecto demasiado básico-Estabilidad limitada-Acabados en general muy sencillos
Y un factor clave a su favor, es la confianza que nos transmite el que esté bajo el paraguas de Renault con una marca recuperada que ya tiene un nombre histórico, además de montar motores desarrollados por la marca francesa, montados ya con anterioridad en modelos pequeños como el Clio o el Twingo, que son fiables y funcionan muy dignamente.

Por precio no tiene un rival directo conocido, aunque ya conocemos la actual política de precios de compra final en concesionario de todas las marcas…, pero realmente no hay ninguno que muestre de inicio un precio de tarifa de menos de 10.000 euros para su versión más básica ni de 14.500 euros para esta versión alta de gama Laureate, con 7 plazas y con el equipamiento de este Lodgy. Eso sí, por cualidades se enfrenta con modelos del calibre del Ford Grand C-Max, del Toyota Verso, del Citroën Grand C4 Picasso o del Renault Grand Scenic, de los cuales algunos de ellos no ofrecen ni las 7 plazas.Ningún monovolumen por menos de 15.000 euros ofrcee espacio en su interior hasta para siete pasajeros adultos
Gran habitabilidad y aspecto moderno
Del Lodgy sin duda lo que más nos atrae es sin duda la excelente relación entre precio y volumen de carga para pasajeros y objetos, en una carrocería de 4,50 metros de largo y 1,75 metros de ancho, con siete plazas bien amplias y en posición alta que además dejan un espacio en el cofre de 207 litros cuando están todas habilitadas. Todas las plazas están indicadas para el uso por adultos, cosa que en otros monovolúmenes de su segmento no ocurre. Si se extraen los dos asientos traseros, la única manera de dejarlo en cinco plazas puesto que no ofrecen la posibilidad de ocultarse, alcanza los 827 litros, que pueden ampliarse hasta los 2.617 litros abatiendo las dos filas traseras de asientos. La practicidad es sin duda su punto fuerte, acompañado además de un precio imbatible por cada litro de capacidad.

El acabado interior ha mejorado respecto al de sus hermanos de gama de generaciones anteriores, dando un gran salto cualitativo, con equipamientos opcionales muy útiles e interesantes como el sistema multimedia integrado Media Nav con pantalla de 7 pulgadas con visualización Birdview 3D, que incluye navegación, conexión Bluetooth, equipo de audio y conectividad como audio por streaming. También se incorporan elementos como el limitador de velocidad o el sistema de ayuda al aparcamiento trasero con sensores, sinceramente elementos hasta ahora inéditos en cualquier modelo de Dacia. De base el plano salpicadero muestra unas líneas de trazos limpios y funcionales, con un revestimiento bitono muy atractivo en nuestro acabado alto de gama Laureate. La consola central elevada está terminada en un color negro brillante y se acompaña de detalles en color plateado que se extiende también por los tiradores de la puertas y el contorno de la palanca de cambios.El diseño a pesar de no ser muy atractivo, resulta moderno y robusto, en general agradable
Esta gran capacidad sin duda crea un diseño de apariencia un tanto extraña, con un habitáculo incluso demasiado amplio visualmente. Por ello el diseño de este Lodgy no es lo más atractivo del segmento, pero tampoco resulta en absoluto desagradable, con una carrocería alta y robusta muy voluminosa que introduce el nuevo aspecto de Dacia y un portón trasero plano que deja cantidad de espacio interior. Lo más original de la carrocería es la forma romboidal de las ópticas traseras, que se extienden verticalmente junto al portón con las tulipas en color rojo con un círculo transparente en el centro resultando muy modernas.
A pesar de estar fabricado en Tánger y no en España, aunque con las calidades exigidas en nuestro país, se beneficia directamente del motor 1.2 litros TCe de gasolina y del 1.5 dCi de 90 y 110 cv todos fabricados en Valladolid y de una caja de cambios de 5 velocidades desarrollada en Sevilla, así como cantidad de piezas de la carrocería se envían para allá desde la factoría de montaje de carrocería de Valladolid.

Motor pequeño pero ágil
Y es precisamente el motor de gasolina 1.2 TCe de 115 cv que hoy probamos uno de los elementos más interesantes de este Lodgy, que sin ninguna ambición en lo que a prestaciones se refiere, sí que muestra una agilidad destacable gracias a la sobrealimentación para entregar tan sólo eso, 115 cv de potencia. Le permite moverse con mucha soltura incluso cargado y consigue unos consumos muy ajustados de 6 litros a los 100 km homologados por la marca gracias a la inyección directa, a pesar de su cambio de 5 velocidades. Las prestaciones no dejan para nada descontentos de su rendimiento, acelerando hasta los 100 km/h en sólo 10,6 segundos y alcanzando los 179 km/h de velocidad máxima, cifras nada despreciables. Eso sí, por las características de su chasis y la forma de su carrocería está claramente pensado para no pasar de las velocidades estrictamente legales.

El comportamiento de este Lodgy es bastante mejor de lo que nos podemos esperar, mostrándose bastante cómodo para cinco pasajeros, incluso para siete, aunque ya estará más falto de potencia. Lo que sí podemos intuir nada más ver este monovolumen por fuera es que con esas ruedas y neumáticos tan pequeños para una carrocería tan voluminosa, demasiado estable no se puede mostrar y ¡voilá!, nos regala una importante sensación de flotabilidad de la dirección en carretera abierta, que no transmite ninguna sensación de seguridad ni aplomo al circular a velocidades de crucero. De hecho, se lo achacamos tanto al pequeño tamaño de sus llantas y neumáticos como a una deficiente puesta a punto de la suspensión.

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