Vettel prosigue su monólogo, ahora en Monza

Vettel, que el año pasado se convirtió en el campeón mundial más joven de la historia y está a punto de convertirse también, a los 24, en el de menor edad en repetir, firmó hoy su décima ‘pole’ en trece carreras. Confirmando su condición de insaciable, compartida con su escudería, que también salió desde la primera posición en las otras tres carreras, gracias al australiano Mark Webber.

El alemán fue el más rápido en el templo de la velocidad, que sobre el papel no debía irle tan bien a los monoplazas de la escudería austríaca.

En su mejor vuelta cubrió los 5.793 metros de la pista lombarda en un tiempo de un minuto, 22 segundos y 275 milésimas. Lo que supone que lo hizo a una media de 253,4 kilómetros a la hora. Y que le sacó, donde no lo esperaba, cuatro décimas y media al inglés Lewis Hamilton, que fue segundo y le acompañará en la primera línea de salida mañana.

Los McLaren ya dieron buena impresión el viernes y hoy confirmaron que serán la principal oposición a un nuevo triunfo del alemán, que sería el octavo de un curso en el que, a falta de siete carreras, ya ha sumado tres puntos más (259) que durante toda la pasada temporada.

Porque después de Hamilton, que espera resarcirse en Monza del cero que firmó en Spa -donde se retiró tras accidentarsey que el viernes fue el más rápido, entró su compañero y compatriota Jenson Button, que saldrá desde la segunda fila junto a Alonso, que si en Bélgica tuvo que admitir que las opciones de ganar su tercer título Mundial este año eran mínimas, hoy comentó que repetir su victoria del año pasado en Monza también iba a ser ‘difícil’.

Fernando hizo lo que pudo para optimizar los recursos de un Ferrari al que poco más parece que se le pueda sacar esta temporada y del que su presidente, el italiano Luca di Montezemolo, espera que vuelva a ser un coche ganador el año que viene.

Alonso giró en 1:22,841, lo que supuso un tiempo superior en algo más de medio segundo (566 milésimas) al de Vettel, que ya había enseñado las garras marcando el mejor tiempo en el tercer y último entrenamiento, disputado por la mañana. Y que arreó un nuevo zarpazo en la cronometrada principal.

Con anterioridad, en la primera criba, se cayó por los pelos el otro español, Jaime Alguersuari (Toro Rosso). El catalán fue decimoctavo y por sólo un puesto no entró en la Q2. Mañana arrancará por detrás de su principal rival, su compañero suizo Sebastien Buemi, que hizo el 16.

En la segunda selección, se cayeron los otros dos hispanohablantes, el venezolano Pastor Maldonado (Williams), que en Spa puntuó por primera vez desde que es piloto de F1; y el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez (Sauber).

Maldonado fue decimocuarto y saldrá desde la séptima fila junto a su compañero brasileño Rubens Barrichello. Sergio Pérez logró el decimoquinto crono que le sirvió para batir a su compañero japonés Kamui Kobayashi.

Alonso optará, desde una óptica realista, al podio. Pero tampoco hay que descartar una jornada épica en la que firme su victoria 28 en Fórmula Uno.

En cualquier caso, el asturiano, que este año ganó en Silverstone, para nada cree que la temporada esté siendo decepcionante. Al fin y al cabo es tercero, por detrás de los dos pilotos que vuelan en la nave que diseñó el estelar Adrian Newey, que se merecería otro título mundial, inexistente: el de ingenieros.

Así lo dejó entrever el propio Alonso, que afirmó en Monza que este Red Bull puede que sea el mejor coche ‘nunca visto’ en Fórmula Uno.

Adrián R. Huber

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