Los neumáticos del australiano estaban más nuevos que los del alemán, que estaba corriendo cuarto, a la zaga de los dos Mercedes y del español Fernando Alonso (Ferrari), por lo que Red Bull programó una estrategia diferente para cada uno de sus pilotos, indicó.
‘Me aparté para Daniel en cuanto supe que teníamos estrategias diferentes’, dijo.
‘Cuando me lo pidieron la primera vez, no lo entendí, porque llevábamos el mismo tipo de gomas (duras), no como en Baréin, así que les pedí que me lo repitieran’, recordó.
‘Cuando el equipo me dijo que estábamos en estrategias distintas, me aparté, y entonces, según fue avanzando la carrera, me di cuenta cada vez más de que yo no tenía el ritmo’, admitió.
Por eso, coincidió con su escudería en que ‘no tenía sentido retener a Dan por detrás’.
‘Yo todavía no estoy donde quiero con el coche, pero es un proceso que está en marcha, ojalá en las próximas carreras demos más pasos en la dirección adecuada’, deseó.
‘Nuestra debilidad no está en las curvas, sino en las rectas’, sobre todo ante el excepcional poderío de potencia y velocidad que ha estado mostrando el Mercedes en estas cuatro primeras rondas del Mundial, en las que ha parecido imbatible.