‘Confío en que el coche pueda ser competitivo, pero va a ser difícil luchar por la victoria por la fiabilidad y los pocos kilómetros que hemos hecho’, dijo Sainz a Efe en Lima.
El piloto madrileño, ganador del Dakar en 2010, saldrá mañana de Lima en la primera etapa al volante de un buggy de dos ruedas motrices.
El equipo fue impulsado por el catarí Nasser Al-Attiyah, que conducirá otro vehículo, aunque las características del automóvil y los pocos kilómetros de preparación convierten a este buggy en una incógnita de cara a la carrera.
‘El coche no tiene nada que ver con uno de tracción a las cuatro ruedas, las especificaciones son totalmente diferentes’, subraya Sainz.
El piloto explica que el buggy tiene más recorrido de suspensión, es más ligero, lleva un motor un poco más potente que el resto de vehículos y ofrece la posibilidad de inflar y desinflar los neumáticos desde dentro del auto.
‘En tramos de camino va mejor el cuatro por cuatro, pero en el desierto funciona mejor el dos ruedas motrices’, señaló.
Sainz aseguró que el objetivo en este primer año es ‘aprender cada día’ de cara a las próximas ediciones del rally y ‘llevar los dos coches a la meta final’.
‘Será importante cada kilómetro que hagamos. Nos interesa que el coche vaya pasando etapas. La estrategia es diferente cuando vas con un equipo como Volkswagen, donde ya sabes el potencial del coche’, indicó.