Toyota Verso 115D 7 plazas

Toyota lleva años intentándose desprender del legado del que hoy sigue siendo uno de sus coches más históricos y universales: el Corolla. Aquel compacto albergó dentro de su gama desde 2002 las dos primeras generaciones de una carrocería de tipo monovolumen apellidada Verso. Hoy el Verso tiene entidad suficiente como para posicionarse como un modelo independiente y con una personalidad definida dentro de la amplia oferta de vehículos familiares de la marca japonesa (Auris y Avensis Touring Sports, Prius+, RAV4…).

La unidad probada corresponde a la última actualización 2014 del Verso, cuya segunda generación post-Corolla fue presentada en 2013, sustituyendo a la del año 2009. Y, diseños nuevos de llantas y tapicerías aparte, la noticia de esta puesta a punto es la implantación de un nuevo motor diésel de origen BMW 1.6 D-4D cuya denominación comercial es 115D, relevando al 120D. La nueva motorización de 1.598 cm3 (por los 2.0 l del anterior) y 112 cv (por los 124 cv) destaca por un par motor de 270 Nm (entre 1.750 y 2.250 rpm) y una rebaja sustancial en el consumo y las emisiones: gasta 4,5 l/100 km y emite 119 g/km CO2, estando exento de pagar el impuesto de matriculación y cumpliendo con la normativa Euro VI.El motor diésel 1.6 D-4D es apto para mover al Verso en la mayoría de circunstancias, destacando por su elevado par de 270 Nm
En estos tiempos donde la eficiencia manda, las prestaciones, y más en un vehículo de concepción familiar, pasan a un segundo plano. Los 180 km/h de velocidad punta y 12,7 segundos de 0 a 100 km/h del Toyota Verso 115D lo dejan ligeramente retrasado en relación a modelos de la competencia. Por lo que los 5,8 l/100 km que marcó el ordenador de viaje y que nos permitió recorrer algo más de 900 kilómetros sin repostar es su gran baza.Modestas prestaciones pero privilegiados consumos y autonomía
En marcha, lo más destacado del motor es que tiene una buena respuesta en un amplio margen del cuentarrevoluciones, estirando con cierta categoría hasta las 3.500 rpm y con unos bajos dignos aunque sin perder de vista el pomo del cambio. Asociado al Start&Stop y una caja manual de seis velocidades, las vibraciones mecánicas por debajo de 1.500 rpm son bastante perceptible. La sexta velocidad es muy larga, claramente de desahogo, para lograr un consumo bajo en carretera; sin embargo esta circunstancia hace que si demandamos más potencia para realizar un adelantamiento o afrontar una cuesta, al Verso le cueste ganar velocidad (sobre todo si vamos cargados). Salvo en circunstancias muy concretas, es un motor apto para el tamaño (4,46 metros de longitud y 1,79 m de altura) y peso (1.625 kg en vacío) del Verso.

a favor- Polivalencia interior- Relación equipamiento/precio – Agilidad motor diésel en contra- Mecánica áspera – Diseño interior desfasado – Tacto dirección artificial
Su comportamiento dinámico no enamora, estando pensado más para ser un vehículo familiar confortable, seguro y fácil de conducir. Las inercias de la carrocería son ostensibles, y es fácil que perdiendo la trayectoria actué con rapidez el control de estabilidad. La dirección de asistencia hidráulica resulta algo artificial a velocidades altas, aunque su desmultiplicación es muy buena con lo que es fácil maniobrar con él. Además, la visibilidad es muy notable en todas las direcciones gracias a la generosa superficie acristalada. El tamaño de los neumáticos de nuestra unidad de prueba, 215/55 R17 con llanta de 17 pulgadas, y una suspensión blanda dota al Verso de una buena capacidad de absorción de las irregularidades del asfalto.
En su interior, el ideario de vehículo familiar polivalente se sigue cumpliendo a raja tabla. El puesto de conducción es elevado, el pomo del cambio está sobreelevado en la consola central, la organización de los mandos es muy buena y hay cantidad de huecos donde depositar objetos de todos los tamaños, incluida la doble guantera cerrada frente al acompañante. La calidad general de los acabados es buena, aunque la presentación no es muy vistosa, con el cuadro de mandos no frente al conductor sino orientado hacia éste pero en la parte alta y central del salpicadero (dos esferas y una pantalla TFT), quedando los datos del ordenador de viaje algo alejados.

Nuestra unidad de prueba corresponde al Verso de 7 plazas, 700 euros más costoso que el 5 plazas. En configuración 2+3+2, todas independientes, las dos últimas plazas son claramente más pequeñas que el resto, dificultando su utilización para adultos. Eso sí, las tres centrales abatibles, reclinables y modulables en longitud (24 centímetros) son bastante amplias y, aunque la central sea algo más estrecha que las dos laterales, ofrecen un espacio muy generoso para disfrutar cómodamente de un viaje largo.


El maletero del Verso es de 1.696 litros con todas las butacas traseras abatidas, 440 l con la última fila oculta y de 178 l con las siete plazas aptas para su utilización. En general son números correctos, aunque salvo en modo 7 plazas, es un vehículo menos capaz que los de la competencia: Volkswagen Touran (600 l), Renault Grand Scenic (564 l), Citroën C4 Picasso (537 l) o Kia Carens (492 l).Con dos últimas plazas tan pequeñas, el Verso es un monovolumen pensado para viajar cinco personas con un notable espacio para la carga
El precio del Verso Advance -el acabado más equipado- que pasó por el garaje de Autocity es de 22.310 euros, más económico que los rivales citados, salvo el Carens. Eso sí, el monovolumen de Toyota destaca por una relación precio/equipamiento muy buena. Y es que las versiones Advance, 1.000 euros más caras que las Comfort, incluyen de serie elementos como climatizador bizona, control crucero con limitador de velocidad, luces y limpias automáticos, asistente de arranque en pendientes, llantas de 17”, faros de xenón con luces diurnas de LED, tapizado de asientos específicos, retrovisores exteriores plegables eléctricamente, cámara de visión trasera o bluetooth. Además la unidad de prensa montaba el ‘Pack SkyView’ por 1.000 euros más (techo panorámico y cristales traseros oscurecidos), el sistema de conectividad y navegación avanzada ‘Toyota Touch2 & Go’ por 800 euros y la pintura metalizada por 425 euros.

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