Peugeot 208 GTI

Peugeot está relanzado su gama de turismos más prestacionales y deportivos, como en los viejos tiempos. La semana pasada acudíamos al Circuito del Jarama a probar de primera mano el RCZ R, en el último Salón de Frankfurt expuso un realista 308 R en forma de prototipo con muchos visos de convertirse en coche de producción, y desde hace casi un año oferta por 22.900 euros el Peugeot 208 GTI, dicho de otra manera, el 208 más potente, rápido y caro de la gama estrenada a principios de 2012.

El 208 GTI es un ‘hot hatch’ del siglo XXI, esto es, con los matices propios de la etapa de aburguesamiento que vive el sector. Es un coche pensado para el día a día, confortable de suspensiones, más seguro y asistido por la electrónica, y por supuesto con un retel de equipamientos en materia de conectividad y confort que hacen la vida mucho más placentera.

La historia de utilitarios picantes de la marca francesa arranca en el ochentero y ‘hot hatch’ por excelencia 205 GTI, que nunca sería igualado por las versiones GTI de 206 y RC de 207. Este 208 GTI ha sufrido un adelgazamiento general y una compactididad en sus cotas (en relación al 207 RC) que junto al motor gasolina 1.6 THP sobrealimentado de 200 cv de potencia aspira a suceder al concepto fundado por el 205 GTI, un deportivo ligero de tracción delantera y motor en posición transversal.Este 208 GTI ha sufrido un adelgazamiento general y una compactididad en sus cotas en relación al 207 RC
¿Lo ha conseguido? Los más nostálgicos hablan de una pérdida en el tacto mecánico de la conducción, algo que por otra parte no es noticioso en la actualidad, donde todos los subcompactos deportivos tienden hacia mecánicas estrujadas al máximo, alrededor de los 200 cv, y carrocerías irremediablemente más pesadas que penalizan las sensaciones de conducción más puras. Ahí están los Fiesta ST (180 cv / 22.000 euros), Clio RS (200 cv / 24.900 €) y DS3 Racing (202 cv / 29.900 € en una edición limitada de 2.000 unidades), tres claros rivales del 208 GTI, todos con bloques de 1.6 litros de cilindrada y turbo y aceleraciones de 0 a 100 km/h con horquillas entre los 6,5 y 6,9 segundos.
Estéticamente, el 208 GTI está basado en la carrocería de tres puertas del 208, limitando su practicidad de uso en cuanto al acceso a las plazas traseras se refiere. Se distingue fácilmente de un 208 estándar porque las vías están más ensanchadas (10 mm delante y 20 mm detrás), los pasos de ruedas sobredimensionados, su parrilla frontal combina el negro brillante con remates cromados, por los LED’s para las intermitencias delanteras y las luces de día y el emblemático logo “GTi” en el marco cromado de las ventanillas traseras, alcanzando el montante trasero, en un claro guiño al 205 GTI. Las llantas de 17”, las pinzas de freno en color rojo, la doble salida de escape con el difusor cromado y el alerón trasero, también son específicos del 208 GTI, que visualmente resulta agresivo y adornado, pero también de proporciones menos GTI que sus adversarios naturales: a la vista resulta alto (1,46 metros) e incluso voluminoso (3,96 m. de longitud y 1.74 m. de anchura).

Por dentro, la colocación del panel de instrumentos, el volante y la limpieza de botones de la consola central son similares a los de cualquier otro 208. El volante de aro grueso y tamaño muy pequeño está situado en una posición baja para poder leer con facilidad el cuadro de mandos (con una pantalla digital central y dos esferas para el cuentarrevoluciones y el velocímetro con marcos pintados en rojo) sobre la parte alta del salpicadero, frente al conductor. La sencillez de la consola central se debe a que todas las funciones del vehículo están concentradas en una pantalla superior de 7′ a color tipo iPad con altas posibilidades de conectividad (Jack, USB y Bluetooth), sistema de navegación o hasta el control del asistente de aparcamiento automático.El volante sigue siendo pequeño, pero en esta ocasión perforado, de aro grueso, parte baja achatada y siglas GTI
ROJO Y NEGRO, PURO GTI 
Como 208 GTI más costoso, Peugeot justifica los 22.900 euros de precio con detalles interiores de aires deportivos. El cuadro de mandos con un marco iluminado en rojo, pedales en aluminio, o un salpicadero deportivo forrado en cuero y también con pespuntes en rojo. Esta tonalidad también está presente, junto al negro y molduras cromadas, en otras zonas claves del interior, como los paneles de las puertas y los asientos deportivos.

Por lo general, la postura de conducción es muy agradecida para conductores de talla media-baja, no tanto para conductores más corpulentos. La butaca, colocada 1 cm más baja que en un 208 normal, ofrece unas sujeciones laterales muy pronunciadas que agarran deliciosamente bien las inercias del cuerpo, pero que pueden resultar incómodas por su estrechez. Tampoco es muy fácil encontrar una postura satisfactoria para los conductores altos, que tendrán que poner el asiento muy atrás para, estirados, poder adoptar una posición de conducción más deportiva: piernas y brazos estirados.

a favor- Prestaciones motor gasolina- Cómodo y fácil de conducir- Capacidad de frenadaen contra- Carácter GTI aminorado- Ergonomía puesto de conducción- Sin opción de cambio automático
Una vez adaptados, es turno de probar las prestancias de la mecánica y del chasis del 208 GTI. En el primer caso, el motor es el 1.6 litros de inyección directa de gasolina y turbocompresor de doble entrada, desarrollado conjuntamente con el Grupo BMW. Ofrece 200 cv de potencia, 26 cv más que el 207 RC, y 275 Nm de par motor a 1.700 rpm, 35 Nm más que su antecesor, y en general una sensación de empuje muy alta y perceptible desde bajos regímenes. Otro punto a favor de esta mecánica es la excelente relación prestaciones/consumos, de las mejores de la categoría: 6,8 segundos de 0 a 100 km/h y 230 km/h de velocidad punta, con un consumo homologado de 5,9 litros a los 100 kilómetros.El motor ofrece una sensación de empuje muy alta y perceptible desde bajos regímenes
Únicamente se puede combinar con el cambio manual de seis velocidades, con unos recorridos muy bien afinados, tirando a cortos, y con un engranaje del pomo muy preciso. La dirección es rápida, pero cuesta adaptarse al tamaño y a la asistencia (eléctrica) del volante. Los frenos de disco de 305 mm delante y 249 mm detrás son efectivos para sujetar los 1.160 kg de peso de su carrocería y no fatigarse en un uso continuado. Por su parte, el tamaño de los neumáticos Michelin Pilot Exalto de 205/45 en ambos ejes montados sobre llantas de 17 pulgadas ofrece un elevado equilibrio entre agarre y confort.
Se echa en falta un autoblocante o algún sistema adaptativo que modifique la respuesta dinámica global
Por último, el aumento de la rigidez torsional de la carrocería es muy perceptible respecto a otro 208, con el ensanchamiento de vías oportuno (10 mm delante y 20 mm detrás), un centro de gravedad rebajado y unas suspensiones con una puesta a punto más deportiva, que no radical, para sujetar bien el conjunto en carreteras sinuosas. En términos generales, el 208 GTI es confortable en cualquier terreno y fácil y seguro de conducir cuando llegan curvas, con reacciones poco bruscas y alejado de la concepción racing del extinto 205 GTI.

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