Opel Tigra 1.4 Sport

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UN UTILITARIO DE CAPRICHO

El Tigra sigue la moda de descapotables bonitos y baratos que inició el 206 Coupé Cabrio. A diferencia de este sólo tiene dos plazas, aunque las traseras del Peugeot sean un perfecto ejemplo de incomodidad, y a cambio dispone de un maletero bastante más aprovechable.
p>   Es un coche capricho pero con muy buenas cualidades prácticas, siempre que no se necesiten más de dos plazas, evidentemente. Destaca por que su estética se diferencia más del modelo de origen de lo que lo hace la competencia (el 206 CC no deja de ser un 206), es pequeño y fácil de aparcar y conducir en ciudad y el consumo de combustible resulta muy razonable con el motor 1.4 litros de 90 caballos de nuestra unidad. La llegada al mercado de una versión diesel, con el económico motor 1.3 CDTi de 69 caballos, debe ser el no va más en este aspecto. En carretera tiene potencia suficiente para mantener ritmos desahogados, aunque sin pretensiones de velocista, hace gala de una buena estabilidad y salvo por algunos ruidos aerodinámicos no notarás que llevas un descapotable cuando tengas puesto el techo.
p>La versión 1.4 Sport está disponible desde 18.650 euros (mayo 2005), un precio en sintonía con el de sus principales competidores: el Peugeot 206 CC y el Citroen Pluriel, a los que pronto se unirán nuevas opciones de este nicho de mercado emergente. Su filosofía está clara: a diario no encontrarás inconveniente llueva o nieve, y si la ocasión lo merece te alegrará el paseo plegando su techo con un simple toque de botón.
Mikel Elorza, Autocity
16 de Mayo de 2005

Con capota y sin capota

CON CAPOTA Y SIN CAPOTA

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Al acceder al habitáculo encontramos el salpicadero, los asientos y en general el aspecto del Opel Corsa. No en vano comparte prácticamente las mismas dimensiones que el utilitario y la misma distancia entre ejes (2.491 m), ya que toma de él no sólo dotación interior, sino también plataforma y mecánica. La versión Sport incorpora los asientos deportivos del utilitario original y el volante revestido de cuero. Sin embargo echamos en falta un mejor diseño lumbar en los asientos del biplaza. El puesto de conducción es agradable, pero lo mejoraría un volante regulable en profundidad y no sólo en altura. En la parte posterior se ha obviado una fila de asientos en beneficio de una amplia guantera trasera en la que se pueden guardar grandes objetos, pero cuyo acceso resulta un poco incómodo.
p>Es un coche silencioso en ciudad, el motor no hace apenas ruido y el aislamiento acústico del habitáculo es bueno; también el térmico, por lo que no pasaremos frío en invierno a pesar del techo plegable. Todo cambia al sacarlo a carretera, ya que a alta velocidad no se ha logrado una perfecta insonorización y se filtran ruidos aerodinámicos por las juntas de la capota. Eso sí, no se cuela el frío ni la humedad, como suele suceder en los techos de lona.
p>A cielo descubierto el viento no se hace molesto circulando a velocidades legales, y la lluvia tampoco penetra en el interior, como tuvimos ocasión de comprobar durante nuestra sesión de fotos pasada por agua y nieve salvo en el caso de parar en un semáforo o atasco, claro. El sistema de calefacción tiene buena potencia y distribución de aire para descubrirse en invierno. Mucha gente piensa que un descapotable es para el verano; craso error, cuando hace calor te achicharras la cabeza, mientras que en invierno y con la calefacción, se va tan ricamente.
p>Un detalle que no nos gustó es que los botones de accionamiento del techo están muy próximos al de apertura del maletero, y en un descuido podemos abrir éste en lugar de la capota. El cofre se abre mediante un efectista sistema electro-hidráulico que resulta poco práctico, ya que el mecanismo es más lento que abrir o cerrar a mano. Tiene 250 litros de capacidad con la capota echada, e incluso con ésta recogida caben perfectamente dos maletas pequeñas.

Rendimiento y comportamiento

RENDIMIENTO Y COMPORTAMIENTO

Nuestro Tigra ofrecía un buen comportamiento, a costa de una puesta a punto de las suspensiones bastante firme. Montaba las llamativas llantas opcionales de 17 pulgadas con neumáticos 205/45 (de serie: 205/50 R16 ); su reducido perfil perjudicaban la comodidad acústica a causa de los ruidos de rodadura y no ayudaban a las suspensiones a absorber los baches con suavidad. Esta opción prescinde de la rueda de repuesto y en su lugar se incorpora un sistema de reparación de pinchazos para salir del paso sólo a veces. Con otras llantas el consumo sería menor, pero seguramente no hubiéramos tenido la excelente sensación de aplomo y agarre que nos llevamos del coche. El motor es económico y voluntarioso. Nuestra medición dio como resultado un buen consumo mixto de 7,0 litros a los 100 km. La caja de cambios de cinco velocidades es algo ruda y podría mejorarse la suavidad al meter marchas. El motor de 1.4 litros es más que suficiente para que el coche se muestre alegre en ciudad con sus 90 cv. En carretera se mueve a buen ritmo, y para quienes buscan sobretodo la imagen y el placer de un descapotable práctico para la ciudad y sus alrededores mas algún viaje de largo recorrido, es más que suficiente.

Gracias a los faros de Xenón la iluminación nocturna resulta muy buena. Por su parte los frenos tienen un buen mordiente y actúan con eficacia, permitiendo buenas deceleraciones. Echamos en falta ciertos accesorios que no vienen de serie en la versión Sport del Tigra, como el ESP (590 euros) y el ordenador de abordo (260 euros). A parte de los asientos deportivos y volante revestido de cuero que ya hemos comentado, el pequeño deportivo incluye de serie control de crucero, reproductor de CD y Mp3, cierre centralizado, elevalunas eléctricos y aire acondicionado.

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