BMW Z4 sDrive 35iS

A fondo

Nos ponemos al volante de uno de los roadsters deportivos más rápidos y radicales del mercado, el Z4 SDrive 35is del fabricante alemán BMW, la versión más poderosa del modelo que supone el máximo para los amantes del motor por su atractiva imagen y estampa y por su impresionante motor y comportamiento. A todo esto hay que añadir que con su nuevo techo duro permite disfrutar de las mejores prestaciones a cielo abierto y de la mejor insonorización y seguridad de una versión Coupé. De hecho, con esta única carrocería se cubre el hueco dejado por las dos carrocerías de su predecesor, el Roadster y el Coupé.A favor:
-Lo mejor de un coupé y un cabrio
-Comportamiento excelente y noble
-Potencia y prestaciones de razaEn contra:
-Precio elevado
-Peso perceptible respecto a su antecesor
-Incómodo y difícil de conducir en asfalto roto

a favorA favor:Lo mejor de un coupé y un cabrioComportamiento excelente y noblePotencia y prestaciones de razaen contraPrecio elevadoPeso perceptible respecto a su antecesorIncómodo y difícil de conducir en asfalto roto
Además, esta versión 35is, en principio y a falta de que en la marca bávara cambien radicalmente de estrategia, se erige como el sustituto del anterior Z4 M. Para ello recoge el nuevo aunque ya conocido bloque de 6 cilindros en línea y 3.0 litros con turbocompresor del 35i y lo aprieta hasta extraerle 340 cv para plantar cara a lo mejor del segmento como el rapidísimo Audi TT RS, el económico Nissan 370Z, el legendario Porsche Boxster S o Boxster Spyder y el conservador Mercedes SLK 350 BlueEfficiency, igualando e incluso mejorando los mejores registros de prestaciones de estos. Por prestaciones está entre los más rápidos junto con el Audi TT RS y el Porsche Boxster Spyder, aunque también por precio se coloca entre los más caros, con sus 65.400 euros de base, poco por debajo del Audi y bastante más de la versión especial Boxster Spyder, no así del Boxster S más convencional que es incluso más barato.
Las principales novedades de esta especial versión, además de un motor con una entrega de potencia sobrenatural, son una serie de aditamentos estéticos y aerodinámicos que lo hacen impresionante a la vista y deja a todo el mundo con la boca abierta. Llantas de aleación de 18 pulgadas de cinco radios finos dobles con neumáticos deportivos de perfil muy bajo, faldones aerodinámicos por los cuatro costados, una impresionante carrocería pegada al suelo y un exquisito sonido atronador que emite su sistema de escape doble a los lados.
Roadster más refinado
La clave de este aspecto tan atractivo del Z4 son sus proporciones de morro excesivamente largo y pequeño habitáculo retrasado, con tremendos pasos de rueda que albergan llantas de gran diámetro de 18 pulgadas, una gran batalla con cortos voladizos que colocan las ruedas en los extremos y una zaga pequeña y respingona, que se muestra como un depredador a punto de saltar a por su presa, el asfalto El lateral refleja el fuerte carácter de este coche con una línea dinámica que recorre aletas y puertas a media altura esculpiendo el lateral. La nueva generación del Z4 introduce un techo metálico que le otorga una imagen mucho más elegante y distinguida, así como una dualidad que le permite brindar lo mejor de una versión coupé y cabrio. De hecho su capota escamoteable de forma electrohidráulica en dos piezas demora su despliegue tan sólo 20 segundos. Eso sí, por su gran volumen ocupa casi todo el maletero, dejando un reducido espacio muy estrecho para guardar pequeños objetos.
Otros elementos que llaman la atención de su impresionante silueta son la gran parrilla ovoide frontal de doble rin caracter?stica de BMW, las branquias laterales de respiración del motor y los pilotos posteriores con iluminación por líneas de led´s.
El interior de este biplaza resulta muy atractivo, con detalles de toque retro sobre un salpicadero muy moderno rematado en la zona del conductor con una elegante moldura cromada. Entre esos pequeños detalles destacan unos mandos circulares para el sistema de climatización y de audio que nos recuerdan al superdeportivo Z8, mientras que la consola está coronada por una inmensa pantalla de navegación retráctil de 8,8 pulgadas. La habitabilidad para dos pasajeros ha mejorado notablemente respecto a la anterior generación, permitiendo un acceso más sencillo y mejor calidad de vida a bordo para el conductor y el pasajero, con todos los mandos muy a la mano del primero para realizar la conducción rápida que se busca. El túnel central está elevado, acercándole el cambio y funcionando como un apoyabrazos, ubicando de forma muy intuitiva el nuevo sistema iDrive de manejo de los sistemas de comunicación, entretenimiento, navegación y climatización y los botones de selección de los modos de conducción. Para mejorar la habitabilidad, se han dispuesto varios huecos portaobjetos que recorren el habitáculo y un inmenso espacio transversal tras los asientos delanteros que permite guardar objetos más voluminosos.
Esta versión más deportiva se caracteriza por equipamiento de serie distintivo respecto al resto de la gama, con un grueso volante deportivo de tres radios realizado en piel con levas, unos asientos deportivos eléctricos de gran sujeción con calefacción, realizados en piel y colocados sobre el eje trasero y unos relojes del cuadro de mandos biselados en cromo, personalizados y rotulados para esta versión con un fondo en color gris. Además lleva de serie los faros bi-xenón, el climatizador dual, evidentemente el control dinámico de estabilidad con control de tracción DSC desconectables, sistema de audio con lector de CD´s y MP3 con 6 altavoces y llantas de 18 pulgadas modelo M. Nuestra unidad llevaba muchos extras opcionales como el sistema de navegación profesional, las luces adaptativas en curva o la memoria para el reglaje eléctrico de los asientos, entre otros elementos.
Empuje demoledor al eje trasero
El propulsor que mueve a esta versión es el inacabable 6 cilindros en línea con inyección directa de gasolina y turbo de doble entrada Twin Scroll con algún retoque para pasar de los 306 cv a 5.800 rpm y los 400 Nm a 1.300 rpm del del sDdrive 35i hasta los 340 cv a 5.900 rpm y los 500 Nm con sistema Overboost desde tan sólo 1.500 revoluciones para esta versión S, lo que demuestra que se está diseñado para entregar una fuerza brutal desde las primeras vueltas y al tiempo mantener un rendimiento óptimo a las más altas revoluciones, con un margen de utilización total. Se combina, como su hermano pequeño, con un excelente cambio automático secuencial de doble embrague DKG de 7 velocidades con levas tras el volante tan rápido como en los coches de carreras que extrae todas las posibilidades del motor, consiguiendo unos registros espectaculares, como una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, gracias al sistema Overboost que entrega puntualmente hasta 500 Nm de par motor, y una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h. En busca del mínimo consumo posible con sus tecnologías Efficient Dynamics deja su cifra según datos homologados en unos escuetos 9 litros a los 100 km en ciclo combinado, mientras que las emisiones de CO2 se quedan 210 gr/km, exactamente igual que su hermano menor sDrive 35i.
La respuesta al acelerador es tremenda a cualquier régimen, gracias al sistema de sobrealimentación de doble entrada, garantizando una fuerza máxima desde bajas revoluciones. Quizás no sea tan rápido en su aceleración como un Audi TT RS, puesto que éste transmite su potencia a las cuatro ruedas, mientras que el BMW lo hace al eje trasero, aunque con el buen reparto de pesos del Z4 y su gran anchura de neumáticos ofrece un agarre perfecto.
El comportamiento dinámico es intachable en carreteras en buen estado por la exquisita combinación del motor y el cambio de doble embrague y por un chasis roadster de cabina retrasada con la propulsión en el eje trasero preparado para brindar unas sensaciones a flor de piel, aunque se muestra menos radical que su antecesor por un peso algo más elevado por su mayor volumen y su techo duro. Para adecuarse al tipo de comportamineto que queremos en cada momento ofrece tres modos de entrega de potencia y control del chasis, modo Normal, modo Sport y modo Sport Plus. Estos modos actúan sobre la rapidez y los regímenes del cambio, los sistemas de ayuda a la conducción, que en este caso se retrasan notablemente en las posiciones más deportivas, y sobre la regulación adaptativa de la suspensión para mostrarse más confortable o más firme según nuestros intereses. La posición Sport Plus está recomendada para rodar al límite en circuito y con muy buenas manos, puesto que retrasa al máximo los controles de estabilidad y tracción DSC y pierde tracción con gran facilidad al acelerar a fondo. La única pega que le hemos encontrado es que en terrenos mal asfaltados no existe un modo de suspensión suficientemente confortable para hacerlo medianamente cómodo, resultando excesivamente duro e incómodo para los pasajeros.

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