BMW X5 xDrive 30d

Cuando BMW lanzó al mercado sus modelos X, en teoría orientados a la conducción por climatologías adversas, con un estilo todoterreno muy reconocible y sistemas de tracción total, no se hacían una ligera idea del éxito que iban a cosechar con esa gama. Hoy día, uno de cada cuatro modelos que se venden de la marca corresponden tienen la denominación X, lo que da una idea del éxito que han tenido.

De hecho uno de los que más éxito han tenido, ya no sólo a nivel de ventas, que es líder mundial, sino como coche aspiracional y como imagen de marca es el SUV de gran tamaño X5, al que hoy nos subimos en su tercera generación que establece nuevos listones de referencia actualizando ligeramente su imagen respecto a la ya exclusiva generación anterior, mejora su refinamiento y espacio interiores y optimiza las cualidades de sus propulsores para enfrentarse con argumentos de sobra a la cada vez más dura competencia en el segmento de las marcas Premium, que encontramos en modelos como el Audi Q7, el Mercedes ML, el Jeep Grand Cherokee, el Porsche Cayenne o los Range Rover y Range Rover Sport.El X5 por fuera no ha cambiado demasiado, sino lo imprescindible para resultar más dinámico y familiar
Diseño continuista
Un vistazo general al X5 basta para darnos cuenta de que la silueta no ha cambiado demasiado, apenas nada, salvo algunos detalles que modernizan su aspecto y adaptan su imagen al resto de la gama de reciente lanzamiento. Eso se nota en las líneas marcadas que recorren la carrocería, transmitiendo más agresividad general, y unos paragolpes también con entradas más prominentes, a juego con las ópticas más afiladas y grandes con el clásico doble faro redondo más protagonista y la parrilla de doble riñón de dimensiones superiores y más angular. Esto configura una zona delantera más elevada y cuadrada que gana bastante aplomo y esculpe una silueta general más estilizada, con las áreas de los pasos de rueda más abombadas con pliegues más marcados. Sobre gustos no hay nada escrito, y a nosotros particularmente nos resulta algo menos deportivo y robusto, sin embargo, más elegante que su antecesor.

a favor-Interior atractivo y amplio-Ligeros rasgos de diseño actualizados-Excelente relación entre prestaciones/consumos/pesoen contra-Silueta poco atractiva con tanto acristalamiento-Suspensión rígida para transporte familiar-Precio elevado
A pesar de haber ganado en tamaño, siendo más largo, ancho y bajo, aparenta ser más pequeño gracias a sus marcadas líneas de diseño, con una longitud de 4,886 metros, una anchura de 1,935 metros de anchura sin espejos y una altura de 1,762 metros, con la misma distancia entre ejes que el anterior de 2,933 metros, lo que da una idea de la búsqueda intencionada de una silueta más deportiva y aerodinámica.El X5 es más largo, ancho y bajo que su antecesor, buscando un aspecto más deportivo
La superficie acristalada es mayor, con mayor proporción de ventanilla que antes, brindando más visibilidad pero perdiendo algo de línea deportiva. Esto se refuerza con nuevas líneas de orientación horizontal y superficies tensas en la zona de la zaga, con nuevas ópticas horizontales y el techo algo caído que asemeja su estilo a las berlinas de la marca. La aerodinámica es un factor fundamental para toda la gama de BMW, y no puede ser menos este tremendo X5, contando con elementos a tal efecto como las cortinas de entrada de aire (air curtains) en los extremos del paragolpes delantero y las salidas (air breather) en la zona baja trasera de las aletas, que crean un flujo de aire por fuera de la rueda para eliminar freno y vibraciones a alta velocidad, así como los deflectores verticales en la luneta trasera (aeroblades). Las llantas de 18 pulgadas están cubiertas con neumáticos de clara orientación de carretera, puesto que se trata de un SUV con tracción total permanente y no un todoterreno como tal.
El interior del nuevo X5 presenta en un espacio más diáfano un habitáculo realizado con mayor calidad percibida y un mayor ambiente de lujo, resultando aún más confortable para cinco o siete pasajeros (opcionalmente). El entorno está realizado en plásticos de la mejor calidad, piel Premium en los asientos y parte de los guarnecidos o detalles en aluminio auténtico que lo hacen elegante y deportivo. Todo está orientado hacia el conductor, con un salpicadero más bajo, moderno, bien terminado y sencillo, aunque no tan espartano como antes. Además el puesto de conducción es sumamente cómodo y ergonómico, como en todos los nuevos BMW. Como si emergiese del centro del salpicadero, se integra la tremenda pantalla a color de 10,2 pulgadas del sistema de Navegación Professional opcional que incluye las nuevas aplicaciones y servicios de BMW Connected Drive. Se interactúa con el nuevo mando iDrive de gran tamaño en el centro del túnel.

Las plazas traseras de la segunda fila son mucho más espaciosas que antes para tres pasajeros adultos no muy voluminosos, con mucho mayor espacio para las piernas. Como siempre el del centro irá algo peor, aunque con espacio vital suficiente, debido a la configuración de los asientos en 40:20:40. Esta partición brinda más versatilidad y permite adaptarse a las distintas necesidades de carga. El maletero de doble portón, ofrece por primera vez apertura eléctrica de la hoja superior y cubica 650 litros (575 con la tercera fila) y puede alcanzar los 1.870. En nuestra unidad con la tercera fila opcional, se ocultan de forma totalmente plana bajo el piso del maletero.

El motor deseado
Dinámicamente el nuevo X5 mejora notablemente al anterior, que ya era un prodigio de agilidad y dinamismo, con una puesta a punto del chasis más deportiva que aquel y que la de gran parte de sus rivales directos, concediéndole un tacto muy ágil en cualquier circunstancia. El motor que mueve a nuestra unidad es el 3.0d TwinPower Turbo de 6 cilindros en línea que aumenta su potencia de los 245 a los 258 cv, y que combinado con un cambio automático tradicional ZF de 8 velocidades logra prestaciones más que sorprendentes. Acelera hasta los 100 km/h desde parado en 6,9 segundos mientras alcanza los 230 km/h.
Gracias a un efectivo trabajo en la reducción de los consumos y las emisiones dentro de su programa Efficient Dynamics se consigue dejar el consumo en unos escasos 6,2 litros a los 100 km homologados que por sus prestaciones nada hacía presagiarlo. La reducción del peso hasta los 2.145 kilos, una aerodinámico excepcional, así como el sistema Auto Start Stop o la función ECO PRO con modo planeo y asistente previsor le permiten rebajar sus consumos y emisiones y cumplir la normativa Euro 6.


Por otra parte el comportamiento nos ha dejado muy buen sabor de boca para tratarse de un peso pesado, gracias a una puesta a punto del chasis excelente con un tacto ligeramente deportivo. El chasis es de adaptación automática con varios modos posibles, como Comfort, Normal, Sport y Sport Plus, variando sus reacciones respecto al estilo de conducción deseado. La dirección asistida es electromecánica de serie en toda la gama, mientras que opcionalmente ofrece la dirección activa disponible en nuestra unidad. Lo que sí está claro es que a pesar de la tracción total, es un SUV en toda regla orientadioi a la conducción por carretera y pocas opciones Off-Road, tanto por la falta de reductora, como por la suspensión rígida orientada a carretera, como también lo son sus neumáticos.
En definitiva un gran SUV de lujo y con buen tamaño bien aprovechado, sin llegar a ser descomunal, a un precio eso sí bastante elevado de 65.700 euros de base.

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