BMW M5

Todos los fabricantes alemanes nos tienen acostumbrados a ofrecer versiones de altas prestaciones de sus modelos más emblemáticos, con motores de gasolina V8 ó V10, antes atmosféricas y ahora casi todas sobrealimentadas para minimizar consumos, en las que unas impresionantes cualidades dinámicas se combinan con un lujo máximo como sólo ellos saben hacer. Así se reedita este BMW M5 en su quinta generación, aunando las mayores dosis de lujo con unas prestaciones sensacionales que lo convierten en el reflejo de todas las berlinas deportivas de lujo. Tan solo berlinas deportivas de la talla del Audi RS6, sólo con carrocería familiar, o su hermano RS7, del Mercedes Clase E AMG o del Jaguar XF-RS pueden acercarse a sus prestaciones, aunque la marca muniquesa siempre tiene ese puntito más deportividad.

a favor-Espectacular motor V8 biturbo-Comportamiento adaptativo a las necesidades-Rasgos deportivos atractivos y discretosen contra-Precio elevadísimo-Comportamiento radical al límite-Tremendas pérdidas de tracción entre curvas
Más que nunca, esta quinta generación del espectacular M5 incorpora soluciones técnicas provenientes de la competición en lo que respecta al propulsor y el chasis, para hacer disfrutar al máximo a los mandos al conductor de este vehículo de lujo. Para ello emplea el motor más potente fabricado en serie por BMW M, decantándose en esta ocasión por un V8 de altas revoluciones con la tecnología de sobrealimentación M Twin Power Turbo que mueve a los X5 y X6 M, aunque extrayéndole algunos caballos más para desarrollar nada menos que 560 cv de potencia lo que le brinda unas prestaciones de auténtico deportivo.

Un diseño que demuestra sus intenciones
El diseño exterior expresa con claridad las características de esta superberlina, con unas proporciones en general muy dinámicas y todos los aditamentos deportivos propios del acabado M. Las prestaciones extremas del M5 requieren una serie de elementos exteriores específicos para extraer el máximo rendimiento, como un paragolpes delantero con tremendas aberturas para la refrigeración o el trasero con un difusor aerodinámico de vital importancia a altas velocidades, las branquias laterales de respiración del motor que lo mantiene ventilado, o las tremendas y elegantes llantas de 20 pulgadas opcionales que lo mantienen pegado al asfalto. El frente presume de la típica parrilla ovoide de doble riñón con las lamas verticales en color negro propio de los modelos M, flanqueada por los conocidos faros dobles de la marca con iluminación diurna por anillos de led, reforzando su estética con un sistema de doble escape con cuatro salidas detrás por las que emite un bramido ensordecedor.Deportividad y habitabilidad gracias a una gran distancia entre ejes y a un amplio habitáculo retrasado
Lateralmente destaca su gran longitud y volumen gracias a una gran distancia entre ejes, el habitáculo desplazado hacia atrás y los marcos de las ventanillas realizados en color negro brillante que estilizan su figura. Los músculos vienen de la mano de unos pasos de rueda ensanchados que terminan a ras de neumáticos, una menor altura de la carrocería y los faldones laterales que lo pegan al piso. La zaga termina en un bloque muy compacto que se corona en la zona superior por un discreto spoiler sobre la tapa del maletero.

El nuevo M5 combina magistralmente un puesto con conducción recogido perfecto para la conducción más deportiva con una gran amplitud propia de las grandes berlinas de lujo de cuatro puertas para albergar hasta 5 pasajeros. Nada más abrir la puerta nos invade un aire de lujo absoluto, con piel por todo el interior, un salpicadero sencillo y diáfano como el resto de los Serie 5, con el mando i-Drive como protagonista principal que actúa sobre una pantalla tamaño tablet de nada menos que 10,2 pulgadas, junto a la curiosa palanca del exquisito cambio DKG.  Entre el equipamiento de serie figuran los asientos deportivos M, acabados en piel de primera calidad y molduras realizadas en aluminio. El cuadro de mandos ofrece la tecnología denominada black-panel con los típicos relojes circulares con el anagrama M sobreimpreso en fondo negro, agujas indicadoras en color rojo e iluminación blanca. La consola central acerca a la mano los sistemas de audio y climatización, mientras que en la zona inferior del túnel central emerge la exclusiva palanca de cambios de gestión electrónica con forma redondeada con toda la base forrada en piel.El M5 dispone de tres modos de conducción completamente configurables, Confort, Sport y Sport Plus.
Junto a la palanca central se incorporan distintos selectores de los modos de comportamiento del coche, adaptándolo a capricho a los gustos personales o al estilo de conducción. Como en el anterior M5, disponemos de un regulador de la rapidez de actuación del cambio, así como de forma novedosa muestra varios selectores que permiten actuar sobre la entrega de potencia, el control dinámico de la amortiguación y la resistencia de la servodirección, configurables mediante los modos Comfort, Sport y Sport Plus, combinables entre sí y para configurar un comportamiento a medida. Además, en el volante se incluyen dos teclas de configuración rápida M1 y M2, para conseguir el comportamiento deseado en un “click”.

Entre los elementos más destacados de serie aparece la pantalla virtual de información sobre el parabrisas Head-Up Display con indicaciones especificas M, indicando en gran tamaño la marcha engranada y un cuentavueltas de varios colores con indicador luminoso de cambio de marcha Shift Light, climatizador de cuatro zonas, faros de xenón, navegador profesional con disco duro y asientos delanteros eléctricos y calefactados realizados en piel blanca en nuestra unidad. Opciones hay miles, entre las que destacan el techo solar de accionamiento eléctrico, regulación eléctrica de la columna de dirección, cierre automático de puertas, cámara trasera de ayuda al aparcamiento, luces direccionales en curva y avisador de límites de velocidad.

La clave del M5
Pero sin duda lo esencial del nuevo M5, a parte de un diseño espectacular y un interior a todo lujo con elementos tecnológicos de última generación, es el increíble motor que lo mueve, un V8 de gasolina de inyección directa con 4.4 litros de altas revoluciones sobrealimentado por dos turbocompresores que entrega una potencia de 560 cv de potencia entre 6.000 y 7.000 rpm, 10 cv más que en el X5 y X6 M con el mismo motor. El par máximo es de 680 Nm desde tan sólo 1.500 rpm hasta las 5.750 vueltas lo que nos da una idea del empuje que tiene desde parado. En el modo más rápido Sport Plus y con el Launch Control activado consigue catapultarnos hasta los 100 km/h en sólo 4,4 segundos (13 segundos de 0 a 200 km/h) y alcanza fácilmente los 250 km/h de velocidad máxima limitada, generándonos un estado de embriaguez absoluta dominados por el excitante bramido de su motor. Opcionalmente, con M Driver´s Package la velocidad punta se va hasta los 305 km/h. Está combinado con una de las mejores versiones del mejor cambio automático existente hasta la fecha, el DKG de doble embrague con 7 velocidades de BMW, que incorpora levas en el volante y nos permite seleccionar hasta 3 niveles de rapidez de engranado.

Por otra parte y aunque no importe demasiado al futuro comprador de esta superberlina, gracias a los sistemas Efficient Dynamics como el sistema de recuperación de energía mediante la frenada o el sistema Auto Start Stop consigue colocar el consumo según datos oficiales en unos civilizados 9,9 litros a los 100 km, un 30% menos de que lo que consumía su antecesor.Un comportamiento impecable gracias a un chasis aligerado, al diferencial activo M, a la suspensión controlada electrónicamente y al kit de frenos de alto rendimiento
Su excelente comportamiento se debe fundamentalmente a un chasis exquisito aligerado y reforzado notablemente y al empleo de un evolucionado diferencial trasero activo M que optimiza la transmisión de la fuerza a las ruedas posteriores bloqueando de forma variable la rueda que pierde tracción. El chasis incluye amortiguadores regulados electrónicamente, dirección Servotronic específica M de gran endurecimiento, regulación de la estabilidad con modo M Dynamic y frenos de alto rendimiento de material compuesto. Todo está dispuesto para que sea sencillo extraer las máximas prestaciones a esta berlina en circuito, no en vano se ha puesto a punto en Nurburgring, con los asientos deportivos de gran sujeción, el volante M grueso forrado en piel, el tablero de instrumentos de fácil lectura o las teclas M de selección rápida en el volante.
En el M5 tenemos tres tipos de comportamiento completamente diferentes mediante la regulación manual de los modos de conducción Normal, Sport y Sport Plus, que permite intervenir sobre el motor, la suspensión y la dirección individualmente y modificar los parámetros de cualquiera de esas tres configuraciones. Con lo que en modo Normal tenemos una  berlina “comedida” mientras que en el modo Sport Plus tenemos un deportivo para hacer vueltas rápidas en un circuito. Estos sistemas actúan siempre conjuntamente con el sistema de control dinámico de estabilidad DSC que actúa activando los frenos y reduciendo la entrega de par motor cuando se necesita. Este sistema completo incluye el sistema ABS, el asistente de frenada en curva CBC, control dinámico de los frenos DBC, asistente de frenada de emergencia, control de frenado ligero para secar los discos y el asistente de arranque en cuestas. En una primera desactivación del DSC se activa el control M Dynamic, que regala cruzadas controladas más que interesantes, mientras que en una segunda desactivación lo deja sin controles y es la mano del piloto la que maneja todo.

Lo peor que tiene el M5 es la verdadera fortuna que cuesta adquirirlo, más de 120.000 euros. Un precio brutal, como todo en este coche.

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