Ford Galaxy TDi 115CV

Inicio

ATENCIONES PARA TODOS

El Ford Galaxy es un monovolúmen de gran tamaño exterior e interior que posee características muy indicadas para familias acostumbradas a viajar con frecuencia y que deseen un vehículo amplio, cómodo y funcional. Sus tres filas de asientos permiten siete posibles plazas pero lo mejor no es eso, sino la posibilidad de configurar la disposición de los asientos en multitud de variantes.
El motor TDi de 115 caballos procedente de Volkswagen, socio de Ford en el proyecto monovolúmen que sirve de base tanto al Galaxy como a los Sharan y Alhambra, es el complemento ideal para uno de los vehículos más atractivos desde el punto de vista familiar.
Carlos Lera, Autocity. 30 de mayo de 2001

Interior

ESPACIO Y DETALLES

Lo primero que llama la atención al entrar en el Galaxy es sin duda la luminosidad que rodea todos los rincones del espacio habitable. La superficie acristalada es esencial en un monovolúmen, y así la cintura lateral de chapa es más baja de lo que proporcionalmente correspondería según los cánones habituales de diseño. Así mismo la luna delantera envolvente e inclinada busca llenar de luz a los ocupantes y crear una lograda sensación de conexión con el paisaje desde el coche. La contrapartida es que en verano los rigores del sol mediterráneo llegan de pleno al habitáculo, elevando su temperatura notablemente. Es cierto que con el climatizador de serie que equipa este problema quedará resuelto en marcha, pero no así cuando se encuentre estacionado al sol, a pesar de los cristales atérmicos que reducen el calor en buena medida.

Si tomamos asiento en las plazas delanteras encontramos un salpicadero de tacto y aspecto muy agradable, casi completamente plano y muy profundo. En él se encuentran dos guanteras muy accesibles y apropiadas para objetos de tamaño medio, como guías de viaje, cámaras de fotos portátiles, etcétera. Resultan realmente útiles y aprovechan perfectamente la gran superficie que existe entre la consola y la línea del parabrisas. Presidiendo todo, un reloj de agujas con el contorno ovalado, muy corporativo.

Además contamos con la guantera convencional en la parte baja del frontal correspondiente al pasajero, huecos y cofres con tapa en puertas y laterales de los asientos.

En la última puesta al día del Galaxy se estudiaron importantes aspectos funcionales y de acabado en el interior y fruto de este interés son las comentadas guanteras y la selección de texturas en los guarnecidos. Para el cuadro de relojes, completamente nuevo, se ha buscado la línea seguida en el nuevo Mondeo: una forma semicircular con clásicos relojes de esfera de bordes cromados y escalas muy legibles, entre los que se encuentra una pequeña pantalla de cristal líquido en la que se visualizan los datos proporcionados por el ordenador de viaje, el equipo de música y en su caso el navegador opcional.

Por debajo de la línea del cuadro el diseño es idéntico al empleado en el Sharan y en el Alhambra (por encima solo cambian los detalles de estilo, pues las guanteras son las mismas…), y en los tres casos se trata de un diseño muy práctico, bien terminado y agradable.

La modularidad del interior es absoluta. Los asientos delanteros pueden girarse 180º para enfrentarse a las plazas traseras, las tres plazas individuales centrales se convierten en mesitas y tanto estas como las dos plazas posteriores se pueden desmontar (con algo de esfuerzo, pues pesan lo suyo…) para crear el ambiente que se desee o para jugar con la capacidad de carga a placer.

El climatizador se incluye de serie, es el que equipan los vehículos del grupo Volkswagen y resulta algo justo para enfriar el volumen interior de un coche de este tamaño. Por esta razón, en días de calor intenso o con ‘mucha humanidad’ a bordo, se hace imprescindible tener el ventilador funcionando a tope, con el ruido que supone. Otros equipamientos estándar son los cuatro elevalunas eléctricos, el cierre con mando y de más accesorios bastante comunes. Donde hay que buscar las virtudes es en las posibilidades intrínsecas de un monovolúmen: la posición de conducción ofrece un perfecto control no sólo en cuanto a visibilidad exterior, sino también en movilidad con el resto de los ocupantes. Los asientos son cómodos y poseen apoyabrazos tipo ‘capitán’.

Se echa en falta un detalle como es la palanca del cambio de marchas en el sapicadero, para dejar el suelo completamente plano entre las dos plazas delanteras como sucede por ejemplo en los Peugeot 806, Citroën Evasión o Fiat Ulysse… la otra gran familia europea de monovolúmenes.

Estética

HECHO UN CHAVAL

La última puesta al día del Galaxy ha supuesto una importante actualización estética que también aporta cuestiones funcionales, como la apertura electromagnética del maletero, o las lámparas de Xenon opcionales. Por lo demás se ha buscado un aspecto más elegante y al tiempo acorde con la imagen de los últimos modelos de Ford.

Cambian prácticamente todos los apartados cosméticos: Grupos ópticos delanteros de diseño ‘new edge’ (según el diccionario Ford), parrilla con reminiscencias del Focus, parachoques más integrados con la línea de chapa, portón menos anguloso que la versión anterior lo mismo que los pilotos, etcétera.

ESTABILIDAD FAMILIAR

Como en todos los monovolúmenes de gran tamaño el comportamiento dinámico está condicionado por el peso (1.650 kilos) y el elevado centro de gravedad. Además, al tratarse de vehículos eminentemente familiares la puesta a punto de las suspensiones está orientada hacia la comodidad, con muy buenos resultados en este sentido.

La estabilidad en autopista es buena, siempre que se tenga en cuenta el tamaño del vehículo y las importantes transferencias de masas entre los ejes que llegan a provocar oscilaciones longitudinales a alta velocidad, pero que tras un período de adaptación llegan a comprenderse y ni sorprenden ni preocupan.

En carreteras lentas, con curvas y baches, la filosofía de conducción debe ser la de tomárselo con calma. No es extraño, es lo normal en cualquier vehículo de estas dimensiones y peso. No es ágil en absoluto con 2.835 milímetros de batalla y si intentamos circular más deprisa de lo razonable la marcha se vuelve simplemente incómoda y desagradable.

Motor

POCO CONSUMO Y BUEN RENDIMIENTO

El motor es perfectamente competente para cubrir sobradamente las necesidades de movilidad de un monovolúmen como la Galaxy. Se trata de la versión de 115 caballos del archiconocido y admirado TDi de Volkswagen. Su funcionamiento solo presenta un bache de consideración hasta llegar al entorno de las 2.000 revoluciones por minuto, cifra a partir de la cual ya entrega con total eficacia sus 310 Newton/metro de par casi constante hasta el entorno de las 4.000rpm. Evitando pues caer por debajo del inicio de la amplia zona ideal de comportamiento el Galaxy TDi 115cv es bastante dinámico, al tiempo que uno de los más económicos monovolúmenes del mercado, con sus seis litros y medio de gasto ponderado.

El mayor inconveniente del motor es la sonoridad que produce, especialmente en frío pero permaneciendo un constante traqueteo durante su funcionamiento, acompañado de ciertas vibraciones.

Otro problema que es habitual entre los monovolúmenes se encuentra en el hecho de que las relaciones de cambio se quedan largas en primera velocidad, condicionando la marcha en ciudad. No está de más considerar la opción de un cambio automático, más indicado además para el uso que se debe dar a un monovolúmen. A la larga puede que se amortice el coste extra en embragues.

Galería

GALERIA FOTOGRAFICA

 

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

Privacy & Cookies Policy