Una estampa inusual, Madrid sin coches

Son los días que rodean a la festividad del 15 de agosto los más esperados por los madrileños que ansían ver la ciudad libre del tráfico y de las habituales aglomeraciones que se forman las tardes de los fines de semana en las calles céntricas de la capital.

Incluso hay personas como Lourdes García que hacen lo posible por pasar en Madrid el que para ella es ‘el fin de semana más bonito de todo el año’, precisamente porque se han ido muchos de los 3.207.247 habitantes que según el censo de 2013 tiene la capital española.

‘Se puede pasear sin apenas gente y es muy bonito hacer fotos porque las calles están vacías; ni siquiera hay coches’, comenta a Efe Lourdes en las inmediaciones de la Puerta de Alcalá, hasta donde ha salido de paseo junto con unos compañeros.

Jaime Valverde vive en Ávila, trabaja en el Museo del Prado y hoy ha acudido a su lugar de trabajo un poco más contento de lo habitual porque le resulta cómodo moverse por Madrid ahora que está vacío.

‘Se tarda menos en llegar a los sitios y es fenomenal’, dice a Efe este trabajador que ahora circula a sus anchas en el transporte público con el que llega al museo, en donde, eso sí, no percibe que hay menos gente porque ‘dentro siempre hay turistas’, explica.

Quien también está trabajando es Ángel Barba, un conductor de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid que espera en la plaza de Cibeles a que llegue la hora de poner de nuevo en funcionamiento su autobús. ‘Madrid está prácticamente vacío, no hay más que ver cómo están las calles’, explica a Efe.

Y aunque a todo el mundo le gustan las vacaciones, Ángel está contento de conducir su autobús estos días. ‘Ahora es cuando se puede vivir: estamos trabajando, pero casi de vacaciones porque no suben viajeros’, comenta.

Algo más de actividad tienen -sobre todo gracias a los turistas- los taxistas de Madrid, que en agosto solamente trabajan quince de los treinta días que tiene el mes, precisamente para no hacer horas en balde por la inactividad veraniega.

Jon Jairo, un conductor con cinco años de servicio, se ha incorporado hoy a trabajar sin morriña vacacional alguna. ‘Se puede conducir estupendamente y para dar un paseo es fenomenal’, comenta el taxista.

A quien le viene un poco peor que la gente no salga la calle es a Javier Alcalde, que vende menos en su kiosco del Paseo del Prado. ‘Ayer y hoy en Madrid hay muy poca gente, y los que vienen son todos de fuera’, enfatiza este vendedor, que dice estar acostumbrado a una estampa inusual que, no obstante, se repite cada año por el 15 de agosto.

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

Privacy & Cookies Policy