Skoda Superb Combi 2.0 TDI DSG, pisando los talones

Una de esas marcas que trata de jugar en liga superior es la checa Skoda del Grupo Volkswagen y lo hace con algunos ejemplos, como el protagonista de esta prueba dinámica, el buque insignia de la gama, vestido con un ropaje especial para pisar los talones a competidores mucho más selectos y caros.

El ropaje es el dado por el acabado Laurin & Klement, en un nivel que trata de ser un homenaje a los fundadores de la marca (Václav Laurin y Václav Klement), dando al modelo unos acabados que pueden atraer a clientes que en este momento no pueden acceder a las opciones de compra alemanas de este mercado, que en este caso es el formado por los familiares del segmento medio superior.

El acabado Laurin & Klement se ha aplicado con anterioridad a otros modelos de la marca, y ahora llega al Superb, tanto en la versión berlina como en la Combi.

El Superb Laurin & Klement se distingue claramente de sus hermanos de gama por unas llamativas llantas de 18 pulgadas que el fabricante llama Sirius, pero también por las luces traseras de tipo led (para la berlina) y el logotipo L&K en los laterales y los embellecedores de los umbrales de las puertas.

Y en el interior, el logo L&K está grabado en los asientos tapizados en piel marrón, un color que también firma parte del tablero de a bordo. También forman parte de este acabado los cristales traseros tintados.

El sistema de sonido es superior al del resto de la gama, con diez altavoces, y es claro exponente del rico equipamiento interior de este familiar, muy cuidado en los detalles de la cabina.

Las sensaciones para el comprador no pueden ser mejores en este terreno, teniendo en cuenta la funcionalidad, el tamaño y el precio de esta alternativa.

Funcionalidad y tamaño son dos poderosos argumentos de este selecto Superb Combi, especialmente cuando se examina el interior, porque la generosidad de sus medidas son un sello de identidad de este modelo.

El espacio disponible para las piernas en las plazas traseras, por ejemplo, es un distintivo de este modelo, que sólo se puede encontrar en las versiones alargadas de las berlinas de lujo. Otra dimensión notable es la del volumen del maletero, con 633 litros que pueden llegar a los 1.865 litros.

Al maletero se accede en esta versión a través de un portón de accionamiento eléctrico algo ruidoso, aunque muy cómodo. El maletero queda cubierto por una bandeja retráctil y dispone, además, de un sistema de guías de aluminio para distribuir y fijar la carga de forma segura.

Cuando se abre el portón trasero la bandeja se repliega automáticamente hasta una posición intermedia mientras otro detalle inteligentes es el falso suelo deslizante, que puede replegarse hacia el parachoques trasero cuando se abre el portón y facilita la carga de objetos grandes.

El sistema de guiado, las redes y los ganchos del en el suelo del maletero facilitan la mejor fijación de cualquier objeto, una cuestión que ha de cuidarse para mejorar la seguridad.

La línea de carga está a 60 centímetros del suelo, un plano que facilita mucho la carga y descarga del maletero.

Los de Skoda siempre ofrecen en sus coches alguna idea inteligente para responder a su lema ‘simply clever’ o ‘sencillamente inteligente’, que en este caso se traduce en una luz portátil de LED ubicada en el maletero que puede ser utilizada como luz de emergencia con una autonomía de 24 horas.

El Superb Combi ofrece esta capacidad con 4,83 metros de longitud total y para el acceso a las plazas traseras puertas sobredimensionadas que hacen muy fácil el acceso a pasajeros y objetos.

Bajo el capó delantero late el conocido motor 2.0 diesel en su variante de 170 caballos de potencia, en este acaso asociado a la caja de doble embrague DSG de seis velocidades, capaz de obtener un mejor rendimiento dinámico que la opción manual y, además, mejores consumos, con hasta un litro de diferencia en recorridos comparables.

El secreto de la eficiencia de esta caja reside en la ausencia de resbalamientos, de forma que cada embrague se ocupa de un sector de la caja, para tener siempre preparada la velocidad inferior o superior a la de marcha, llegando siempre a ser más rápida que el conductor más avezado.

Siempre va ganar al conductor, porque lo mejor para la conducción en mantener siempre activa la opción automática, dejando sólo para determinados momentos la posibilidad de manejo manual. En ciudad es especialmente confortable y eficiente.

El motor se muestra contenido en vibraciones y está acústicamente neutralizado hasta el punto de apenas recibir sus tonalidad en las rodaduras constantes y a velocidades medias. Este 2.0 es suave y progresivo, con un fuerte empuje casi siempre disponible porque la entrega de par es muy temprana, por debajo de las 2.000 revoluciones.

La dinámica del bastidor no es tan eficiente como la motriz. No es un chasis de tonos deportivos y en él predomina el confort con el inconveniente de mostrar excesivos vaivenes de la carrocería cuando pierde un buen firme y entra en asfaltos desiguales. En la frenada esta contenida la transferencia de masa al eje delantero, afortunadamente.

Una suspensión de calibrado suave y una distancia entre ejes de casi 2,80 metros hacen especialmente torpe a este familiar cuando se tiene que enfrentar a curvas lentas. Es mejor no apurar para evitar el bamboleo de los pasajeros.

En las curvas rápidas el coche ofrece mayores márgenes e utilización y la rodadura en línea recta, siempre que la superficie de asfalto sea buena, es confortable, con una buena absorción del ruido generado por los trenes rodantes en el contacto con el suelo.

En resumen, se trata de un familiar correcto en comportamiento dinámico que es extraordinario en funcionalidad y en la relación calidad-precio, aunque en este caso la opción se sitúe por encima de los 36.000 euros.

El Superb Combi es heredero de una larga tradición de turismos familiares en Skoda. A mediados de los años 20 y aún bajo el nombre de sus fundadores Laurin y Klement, la marca daba un paso al frente con las carrocerías familiares para el L&K 100 y el 110.

Estas carrocerías tipo ‘caja’ transformaron a las berlinas tradicionales en vehículos comerciales con una zona de carga y en aquel momento se consideraron el objetivo de los comerciantes.

De este modo, la versión original del Superb producida en 1930 estaba disponible como berlina de lujo y, además, como un vehículo comercial.

En el actual Superb, la condición de comercial no existe y eleva el patrón a una zona del mercado fronteriza con los turismos de alta gama en la que se ubica con una poderosa razón, la de ser el de mejor precio de entre sus limitados competidores.

Esta versión exclusiva también aporta el valor añadido de ser sólo un centenar de euros más caro que las versiones más altas de la gama, sobre las que marca diferencias con un acabado más cuidado y un equipamiento un poco mejor.

Su posición comercial en su segmento de mercado es inmejorable, porque por sus dimensiones y acabados está en línea con los familiares del segmento superior de las berlinas medias, claramente más caras.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

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Longitud 4.838 m.

Anchura 1,817 m.

Altura 1,462 m. (con raíles

de techo)

Distancia entre ejes 2,761 m.

Vía delantera 1,545 m.

Vía trasera 1,518 m.

Peso 1.572 kg

Capacidad depósito 60 l.

Capacidad maletero 633 – 1.865 l.

Coeficiente aerodinámico 0,30

Posición motor Delantero, transversal

Alimentación Inyección directa por

‘common rail’,

turbocompresor

e intercambiador de calor.

Cilindros 4 en línea (16 V)

Cilindrada 1.968 c.c.

Potencia máxima 170 CV (4.200 rpm)

Par máximo 350 Nm (1.750-2.500 rpm)

Velocidad máxima 220 km/h

Aceleración 0-100 km/h 9 seg.

Consumo medio 6 l.

Emisiones CO2 157 g/km

Impuesto de Matriculación 4,75 %

Dirección Asistida eléctrica (EPS)

Diámetro de giro 11,5 m

Frenos delanteros Discos ventilados (312 mm)

Frenos traseros Discos solidos (282 mm)

Suspensión delantera Tipo McPherson

Suspensión trasera Paralelogramo

Tracción Delantera

Neumáticos 225/40 R 18

Transmisión DSG de 6 velocidades

Embrague Doble

Precio 36.660 euros

GAMA Laurin & Klement:

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Versión Cilindrada Potencia PVP

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Berlina

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Superb 2.0 TSI DSG 1.984 c.c. 200 CV 34.980

Superb 3.6 V6 FSI 3.598 c.c. 260 CV 39.800

Superb 2.0 TDI 1.968 c.c. 170 CV 34.150

Superb 2.0 TDI DSG 1.968 c.c. 170 CV 36.090

Superb 2.0 TDI 4×4 1.968 c.c. 170 CV 36.280

 

Station Wagon

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Superb Combi 2.0 TSI DSG 1.984 c.c. 200 CV 35.545

Superb Combi 3.6 V6 FSI 3.598 c.c. 260 CV 40.360

Superb Combi 2.0 TDI 1.968 c.c. 170 CV 34.750

Superb Combi 2.0 TDI DSG 1.968 c.c. 170 CV 36.660

Superb Combi 2.0 TDI 4×4 1.968 c.c. 170 CV 36.845

COMPETENCIA DIRECTA

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Modelo Cilindrada Potencia PVP

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A. Romeo 159 SW 2.0 JTDm S Plus 1.956 c.c. 170 CV 31.710

Audi A6 Avant 2.0 TDI 1.968 c.c. 170 CV 42.150

BMW Touring 520d 1.995 c.c. 184 CV 44.850

Citroën C5 Tourer 2.0 HDI Exec. 1.997 c.c. 160 CV 31.450

Ford Mondeo Sbk 2.0 TDCI Tit. Pshift 1.997 c.c. 163 CV 32.850

Honda Accord Tourer2.2 i-DTEC Lux. 2.199 c.c. 180 CV 40.999

Mazda6 SW 2.2 DE Iruka 2.183 c.c. 163 CV 32.700

MB Clase Estate E 220 CDI Avant. 2.143 c.c. 170 CV 49.453

Opel Insignia S. Tourer 2.0 CDTI Ex. 1.956 c.c. 160 CV 31.606

Peugeot 508 SW 2.0 HDI Allure 1.997 c.c. 160 CV 32.600

Renault Laguna G.T. 2.0 dCi E. Plat. 1.995 c.c. 175 CV 36.000

Toyota Avensis C.S. 2.2 D-4D Exec. 2.231 c.c. 180 CV 34.800

Volvo V70 2.0 D4 Summum 1.984 c.c. 163 CV 45.098

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