Porsche incorpora al mercado un nuevo Boxster, estratégico para la marca

El nuevo Boxster, que también está siendo lanzado al mercado ibérico (España y Portugal), es la tercera generación, después de que en 1996 fuera lanzada la primera con un nombre que combina las palabras Boxer, por su tipo de motor de cilindros horizontales y opuestos, y Roadster, al tratarse de un descapotable de dos plazas.

De la primera generación fueron vendidas en todo el mundo 164.000 unidades, mientras que de la segunda edición, desde el año 2005, se comercializaron 78.000 unidades.

De esta nueva generación, sin una previsión de ventas para todo su ciclo de vida, se espera para este año que en el mercado español las ventas lleguen a las 100 unidades, sumadas las versiones Boxster y Boxster S, ante la buena acogida que está teniendo el modelo, anunciaron los portavoces de la filial ibérica de Porsche.

El nuevo Boxster sale al mercado en su versión básica con un precio de 52.789 euros, 516 euros menos que su antecesor, mientras el Boxster S parte de 67.135 euros.

Curiosamente, el Boxster S equipado con la transmisión de doble embrague PDK, tiene un precio final de 67.640 euros, sólo 505 euros más que la versión manual, porque con ese cambio el Boxter S emite 188 gramos de CO2 por kilómetro, por lo que se sitúa en un escalón fiscal inferior al manual.

El nuevo biplaza descapotable llega al mercado con una carrocería ligera completamente nueva y un chasis renovado, que arroja en la báscula un peso más reducido, una mayor distancia entre ejes de 60 milímetros, una vía delantera aumentada en 40 milímetros y unas llantas mejoradas de 18 y 19 pulgadas, según sea el básico o el S.

El nuevo Boxster consigue unas prestaciones superiores y, además, es un 15 % más eficiente en consumo, llegando a estar por debajo de los 8 litros de promedio (7,7 l.), equipando el básico Boxster un motor con 265 caballos de potencia y el Boxster S un propulsor algo mayor con 315 caballos de potencia.

El objetivo de Porsche en el diseño de esta nueva generación del Boxster ha sido que de los equipos de diseño e ingeniería saliera ‘un coche bonito’, con líneas más rectas, con menos curvas que las de sus antecesores.

Los diseñadores de Porsche han tenido como guía el Carrera GT y el 918 Spyder, de forma que han logrado señas de identidad propias en esta nueva generación del Boxster.

En el Boxster, como característica identificativa, se ha abandonada la tradicional forma de las ópticas en favor de una geometría más cuadrada.

El nuevo Boxster cambia de forma sustancial el estilo, con unos voladizos más cortos, un parabrisas desplazado hacia delante, una silueta más plana y unas aristas más prominentes.

El habitáculo está protegido por una capota eléctrica completamente rediseñada, que ahora tiene un compartimento donde queda recogida tras una operación de plegado en la que emplea 9 segundos.

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